Dios te bendiga Lulis.
Le escribo esto con sincero cariño.
He leido su mensaje varias veces tratando de identificar algunos puntos en común para darle más consistencia a mi respuesta. Eso obviamente me hará difícil citarla, espero que eso no le reste claridad a mi mensaje.
1. En un momento usted reconoce que nuestra Iglesia no ha cambiado nada de lo que ha afirmado dogmáticamente alguna vez, pero luego parece querer decir que hemos tenido que valernos de alguna astucia para defenderlo. Esto no es aceptable. Recuerde que Los Protestantes son ustedes, nosotros no tenemos a quien protestarle, ni mucho menos a quien darle razones humanamente. Por eso le he dicho que el protestantismo no ha producido ninguna corrección ni argumentación en contra de nuestra Doctrina que demuestre falsedad en ella. Cierto que alguna de sus objeciones, por distintas razones, han merecido una respuesta elaborada y concienzuda, pero todavía hoy no hay nada demostrado como falso en la Doctrina católica. Sé que le será sumamente difícil aceptar esto, por no decir imposible, pero recuerde que Arrio, Nestorio, Macedonio, Eutiques, Valdos, Manes también requirieron de elaboradas y concienzudas respuestas sin asumir jamás, Dios nos libre, que sus ideas, por más gente que arrastraran, eran correctas. Hombres estos muy bíblicos y de buenas intenciones no está de más decir. Nuestra Doctrina sigue ahí, iga su Iglesia
2. Nuestra Iglesia todo el tiempo ha enseñado Gálatas 5,6, pero a Don Lutero le gustaba más Romanos 3,28 con un pedacito añadido. No le culpo, no fue él el primero en añadírselo y además esa es la idea que Pablo quiere transmitir. Nuestra Iglesia no le ha tapado salidas a nadie, ni está haciendo malabares con la Doctrina, y nuestro ecumenismo siempre ha sido claro: "ustedes se fueron, vuelvan". Eso es nuestro ecumenismo, cualquier otra cosa, es respeto, tolerancia y caridad, pero nuestro ecumenismo es claro. Le aconsejo leer
Dominus Iesus si le quedan dudas de qué seguimos creyendo de nuestra Doctrina y Fe y cómo se lo decimos al mundo, sobre todo para corregir su incorrecta asunción de que nosotros creemos que Protestantismo, Ortodoxia y Catolicismo son lo mismo.
3. María. A María la elevó Dios allí no La Iglesia, y se lo comunicó el Espíritu de Cristo a su Iglesia que desde antes de Efeso ya le llamaba Madre de Dios. No es necesario ser Jesucristo para interceder por alguien. La
intercesión no es una labor exclusiva de la persona de Jesús. Ni siquiera lo es de la Divinidad.
4. Recuerde usted que aunque la entrada sea estrecha eso no implica que por ella no entrarán multitudes. El pensamiento de "pocos, pero buenos" suena bien para una secta, pero estoy convencido de que el de Dios es que "vengan todos".
Solo quisiera citar una de sus inquietudes:
A ver, dígame usted la forma en la que ha asegurado su pasaje al cielo
Esta amadísima Iglesia mía siempre ha enseñado que nuestro pasaje al cielo está comprado desde hace casi dos mil años, que solo la sangre derramada en el calvario era capaz de pagar el precio de ese pasaje, que de hecho, el sitio donde termina nuestro viaje lo abrió y preparó el mismo que, muerto una vez, resucitó después, que nadie más podía hacer eso (ahí parece acabar el protestantismo) y también ha enseñado esta Iglesia que para participar de la fiesta aquella en el lugar de destino de este viaje es
imprescindible que estemos vestidos de obras de caridad, convertidos en nuevas criaturas a partir de nuestro permiso y cooperación con la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas que nos renueva y santifica.
En el Amor de Jesús.
Gabaon.