Re: La Nación de Israel bajo Fuego.
Es un deporte encantador esto de hurgar. Pero en su orden debido.
"Hipócrita, ¡quítate la viga de tu ojo y entonces podrás quitar la paja del ojo de tu vecino!"
Es decir, uno primero se hurga las narices, las libera de sus cosas y luego tiene el derecho (y la obligación, según parece decir) de hurga en las narices ajenas. De hecho, eso hace el cristiano en el mundo. "Hurga". Pero para "hurgar" en las narices u ojos de los demás, primero hay que tener las narices y ojos propios aseados. Es un espectáculo dantesco contemplar a alguien intentar sacarle los mocos al vecino cuando le chorrean a él de verde hasta el suelo. Es una auténtica bufonada. No hay más que testimoniar lo que ocurre en este foro. Todos hurgan las narices ajenas, y qué poquitos (¡ay, qué poquitos!), se han adecentado las propias.
Sin duda, también hay alegría por mi parte de tenerte y abrazarte... virtualmente, claro está.
me alegro de tu resurreccion al foro... yo misma tambien tuve una reciente... - creo que no por mucho tiempo, pero igualmente me alegra ver que tu has podido salir de lo que estabas hurgando...
un abrazo.
con Cariño y alegria de "verte"
Es un deporte encantador esto de hurgar. Pero en su orden debido.
"Hipócrita, ¡quítate la viga de tu ojo y entonces podrás quitar la paja del ojo de tu vecino!"
Es decir, uno primero se hurga las narices, las libera de sus cosas y luego tiene el derecho (y la obligación, según parece decir) de hurga en las narices ajenas. De hecho, eso hace el cristiano en el mundo. "Hurga". Pero para "hurgar" en las narices u ojos de los demás, primero hay que tener las narices y ojos propios aseados. Es un espectáculo dantesco contemplar a alguien intentar sacarle los mocos al vecino cuando le chorrean a él de verde hasta el suelo. Es una auténtica bufonada. No hay más que testimoniar lo que ocurre en este foro. Todos hurgan las narices ajenas, y qué poquitos (¡ay, qué poquitos!), se han adecentado las propias.
Sin duda, también hay alegría por mi parte de tenerte y abrazarte... virtualmente, claro está.