Re: LA LEY que dio Dios a Israel FUE LA LEY DEL EVANGELIO Y NO TODAS LAS LEYES DEL A.
A Herald y a Daud quisera invitarles a leer las tres respuestas anteriores a esta, respuesta que también son para Jairo y para todos.
Y ahora deseo responder a Jairo, aunque también es para todos.
Vamos a ver, Jairo, no respondes a lo que se te está diciendo, que en viejo testamento hay muchas leyes que no son verdadera Ley de Dios. Sólo te centras en tus argumentos sin hacer caso al tema del que trata este epígrafe.
De todos modos, ya que insistes tanto con tus temas que para ti se ve que son tan importantes, examinemos lo que dice Jesús acerca de la casa del Padre:
"En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis". (Juan 14:2-7)
Esto es lo que continuamente nos repites y a continuación haces estas preguntas acerca de la casa del Padre:
Cuál es la CASA del Padre?
En dónde se encuentra esa CASA?
Cómo es esa CASA?
De qué modo Jesús está preparando lugar en esa CASA?
Amigo Jairo, haces todas esas preguntas acerca de la casa del Padre y se te olvida lo más importante. Estás olvidando la pregunta más importante que debes hacerte: ¿Cuál es el camino para ir a la casa del Padre? Te digo esto porque ¿de qué te sirve saber las respuestas a tus preguntas y para qué quieres enseñarlo a los demás si no tienes en cuenta que lo primero que debemos saber es cuál es el camino para ir a al Padre?
Jesús nos dice cuál es el camino:
"Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:4-7)
Como puedes ver, sólo podemos ir al Padre por Jesucristo, que es el camino. ¿Y qué nos dice Jesucristo? Sigamos examinando su Palabra:
"El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió". (Juan 14:21-24)
Como ves, Jesús dice que el que le ama es el que guarda sus mandamientos. Y sus mandamientos son los que Él nos enseñó en el Evangelio. Y uno de sus mandamientos fue que predicáramos el Evangelio, y el Evangelio nos enseña que la Ley de Dios son los mandamientos que Jesús nos enseñó en el Evangelio y no las leyes del viejo testamento que son contrarias al Evangelio y que Él dejó abolidas con sus enseñanzas. Mientras que no se comprende esto, no se comprenden las enseñanzas de Jesús. De nada nos valen los demás argumentos.
Dices esto:
Asi mi amigo que si crees en el SANTUARIO CELESTIAL, tienes que empezar por explicar la OBRA QUE HACE JESUS ALLI CON SU SANGRE, pues esta obra es parte fundamental del EVANGELIO .
Tu nos hablas mucho de la obra que Jesús hace en el Santuario Celestial, pero te olvidas de la importante obra que Jesús hizo cuando estuvo aquí en la tierra, obra por la que Él dio su vida con un terrible sufrimiento, obra de la que no te deberías olvidar y de la cuál Él habló en el Evangelio cuando hablaba al Padre:
"Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste". (Juan 17:4-8)
Ya ves, amigo Jairo, que las palabras que Jesús nos entregó eran las palabras que el Padre dio a Jesús. Pero Jesús no nos dice en ninguna parte del Evangelio que todas las leyes del viejo testamento hubieran sido leyes dadas alguna vez por Dios (el Padre), sino que nos indica todo lo contrario: que muchas de las leyes del viejo testamento no fueron realmente dadas por Dios, no eran la verdadera Ley de Dios porque, habiendo Él advertido que no había venido a abolir la Ley y los profetas y que de la Ley no pasaría una jota ni una tilde, después hizo que dejaran de estar vigentes leyes del viejo testamento como la que mandaba "ojo por ojo y diente por diente". Jesucristo, con sus enseñanzas, hizo que dejaran de estar vigentes todas las leyes que mandaban que los hombres hicieran daño o mataran de alguna forma a las personas, como la ley que mandaba apedrear a las mujeres sorprendidas en adulterio y otras muchas del viejo testamento.
Ahora, dime, amigo Jairo, ¿en qué te basas para decir que todas las leyes del viejo testamento fueron realmente dadas por Dios a su pueblo pero que después algunas dejaron de estar vigentes o que hubo cambios o sustitución en la Ley? Si tú dices que "realmente eran Ley de Dios" las leyes en las que hubo cambios o sustitución y dices que "realmente fueron dadas por Ley de Dios" las leyes del viejo testamento que dejaron de estar vigentes, estás contradiciendo a Jesús, pues Él dijo que no había venido a abolir la Ley y los profetas y dijo que de la Ley no pasaría ni una jota ni una tilde.
Son muchas las religiones que, como tú, dicen que todas las leyes del viejo testamento fueron dadas por Dios pero que muchas de ellas dejaron de estar vigentes cuando Jesucristo nos entregó el Evangelio, pero no es eso lo que nos dicen los profetas ni lo que nos enseña Jesucristo, pues lo que nos dicen los profetas es que la Ley de Dios fue dada para siempre y no cambia, y Jesucristo nos dice que Él no vino a abolir la Ley y los profetas y que de la Ley no pasaría ni una jota ni una tilde. Entonces, Dios no dio a su pueblo unas leyes para luego dar otras diferentes o para luego hacer que dejen de estar vigentes, ¿cómo dices tú que en la Ley hubo cambios o sustitución o que Dios dio leyes que ya no están vigentes? Debes comprender que las leyes del viejo testamento que ya no están vigentes NO ERAN LA VERDADERA LEY QUE DIOS HABÍA DADO A SU PUEBLO.
Aún sigo esperando que me contestes a esto que te vengo diciendo desde hace mucho. Espero que algún día me contestes.
De todos modos, si no me contestas, da igual. Hasta cuando Dios quiera, seguiré explicando cuál es la verdadera Ley que Dios dio a su pueblo:
La verdadera Ley que Dios dio a Moisés fue la Ley que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio y no todas las leyes del viejo testamento. Esto está demostrado en el Evangelio porque Jesús hizo que dejaran de estar vigentes muchas leyes del viejo testamento habiendo advertido Él mismo que no había venido a abolir la Ley y los profetas y que de la Ley no pasaría ni una jota ni una tilde. Entonces, al hacer que dejaran de estar vigentes muchas leyes del viejo testamento ( las leyes que faltaban a la misericordia), nos estaba enseñando que esas leyes no eran la verdadera Ley de Dios, por eso las dejaba abolidas, porque esas leyes NO ERAN LA LEY Y LOS PROFETAS (no eran la Ley que Él no había venido a abolir y no eran la Ley de la cuál no pasaría ni una jota ni una tilde). Y para confirmarlo más aún, nos enseñó cuál era realmente la Ley y los profetas, la que Él no había venido a abolir y de la cuál no pasaría ni una jota ni una tilde, pues Él mismo nos dijo que la Ley y los profetas era ésta:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Como vemos, Él mismo dijo que " ésta es la ley y los profetas". Y no nos dijo en ningún momento que la Ley y los profetas fueran las leyes del viejo testamento que en muchas ocasiones mandan a los hombres que hagan daño y que maten a hombres, mujeres y niños. Esas leyes no eran la verdadera Ley que Dios había dado a su pueblo, no eran la verdadera Ley y los profetas. Esas leyes fueron añadidas a la Ley por los escribas, pues la Ley de Dios fue cambiada en mentira, como dijo el profeta Jeremías:
"Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas." (Jeremías 8:7-9).
Del cambio de la Ley no sólo Jeremías nos advirtió, pues también otros profetas dejan constancia de ello en el tiempo en que vivieron:
"Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos" (Isaías 10,1-2)
"¡Ay de la ciudad rebelde y contaminada y opresora! No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Yavé, no se acercó a su Dios. Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana. Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley" (Sofonías 3:1-4).
Como vemos, los profetas nos dicen que la Ley fue cambiada. Entonces, cuando vino Jesucristo nos enseñó cuál era la verdadera Ley que Dios había dado a su pueblo. Pero después, los hombres volvieron a llamar "palabra de Dios" y "ley de Dios" a las leyes del viejo testamento que Jesucristo había dejado invalidadas cuando hizo que dejaran de estar vigentes porque no eran la verdadera Ley que Dios había dado a su pueblo. Fue en el siglo IV cuando se impuso que se volvieran a llamar "leyes de Dios" a las leyes que Jesucristo nos indicó que no eran verdaderas leyes dadas por Dios. Él nos había indicado que muchas leyes del viejo testamento no eran verdadera Ley de Dios porque las dejó abolidas habiendo Él advertido que no había venido a abolir la Ley y los profetas.
En otra respuesta quisera escribiros lo que hicieron aquellos religiosos del siglo IV cuando volvieron a llamar "ley de Dios" a muchas leyes del viejo testamento que en realidad no eran la verdadera Ley de Dios, pues ellos las incluyeron en sus biblias como si esas leyes hubieran sido realmente dadas por Dios, y así han llegado a las biblias que tenemos hasta el día de hoy .