Te agradezco mucho tu respuesta, estimada amiga Cátara. Estoy de acuerdo en que Jesucristo cumplió los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios. Lo que pasa es que la confusión de muchos viene al creer que todas las leyes del viejo testamento fueron dadas por Dios. Y es que en el viejo testamento hay muchas leyes que no contemplan el perdón y mandan que unos hombres hagan daño y maten a otros hombres (leyes que mandaban "ojo por ojo y diente por diente", leyes de lapidaciones, leyes que mandaban quemar a las personas, leyes que mandaban ir a hacer la guerra a los pueblos y matar a hombres, mujeres y niños, etc, etc), y esas leyes se dice en el viejo testamento que Dios las dio. Pero todas esas leyes son contrarias a la enseñanza de Jesús, pues no contemplan el perdón ni la misericordia, y Jesucristo no nos dijo en ningún momento que Dios hubiera dado esas leyes alguna vez. ¿Comprendes lo que te quiero decir?
La mayoría de las religiones nos dicen que todas las leyes del viejo testamento fueron dadas por Dios y que en las escrituras todo es inspirado por Dios, pero eso es una interpretación de las religiones y no está testimoniado en las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo, sino todo lo contrario:
1 -- Si todas las leyes del viejo testamento hubieran sido realmente dadas por Dios, Jesucristo no habría abolido ninguna de ellas porque Él no vino a abolir la Ley y los profetas y, sin embargo, abolió todas las leyes que mandaban que los hombres hicieran daño y mataran a otros hombres, y abolió la ley que mandaba "ojo por ojo y diente por diente".
2 -- Si todas las leyes del viejo testamento hubieran sido realmente dadas por Dios, Jesucristo las hubiera cumplido TODAS, y, sin embargo, Jesucristo NO CUMPLIÓ la ley que madaba apedrear a las mujeres sorprendidas en adulterio, NO CUMPLIÓ la ley que mandaba apedrear a los hombres que hacían alguna obra en el día de reposo (los apóstoles recogieron espigas en el día de reposo, Él curó en el día de reposo, etc). Él nos dio ejemplo de que no había que matar a pedradas a quienes hicieran alguna obra en el día de reposo, entonces dejó abolida la ley que mandaba matar a quienes hicieran obra alguna en el día de reposo.
Jesucristo en ningún momento apedreó, quemó, mató ni hizo ningún daño a nadie, ni siquiera cuando venían a llevárselo para matarlo a Él. Él NO CUMPLIÓ ninguna de esas leyes crueles del viejo testamento.
3 -- Jesucristo no nos dijo en ningún momento que la Ley y los profetas fueran todas las leyes que están escritas en el viejo testamento, sino que nos indicó que muchas de ellas no eran verdadera Ley de Dios porque, no habiendo Él venido a abolir la Ley y los profetas, dejó abolidas con sus enseñanzas todas las leyes que mandaban que unos hombres hicieran daño y mataran a otros hombres. ¿Cómo es que Jesucristo dice primero que Él no había venido a abolir la Ley y los profetas y después dejó abolidas todas las leyes crueles del viejo testamento? Jesucristo estaba dando a entender que aquellas leyes no eran la Ley y los profetas, y, además, para que no quedara duda de que la Ley y los profetas no eran las leyes del viejo testamento que mandan que unos hombres hagan daño y maten a otros hombres, nos dijo Él mismo cuál era la Ley y los profetas:
" todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Esta Ley no coincide con las leyes del viejo testamento que mandan que unos hombres hagan daño y maten a otros hombres, así que esas leyes crueles no eran la Ley y los profetas. ¿De dónde ha salido la interpretación de que la Ley y los profetas sean todas las leyes del viejo testamento? Son las religiones las que lo han interpretado así, pero el Evangelio no apoya esa interpretación.
Del viejo testamento sólo es verdadera Ley de Dios aquello que coincide perfectamente con la Ley y los mandamientos de Jesús, es decir, los mandamientos que dicen:
- "No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 19:16-22)
- "el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Marcos 12:28-31).
Estos mandamientos que Jesús nos entrega en el Evangelio son la Ley y los profetas, la que no fue abolida por Él, y con estos mandamientos coincide perfectamente la Ley de la que Jesús nos dice que es la Ley y los profetas:
" todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Pero esta Ley no cincide con los mandamientos del viejo testamento que mandan que unos hombres hagan daño y maten a otros hombres sino que es contraria a esos mandamientos. Y, aún en el Decálogo del viejo testamento, hay mandamientos que no coinciden con esta Ley de Jesucristo, como es el caso del décimo mandamiento del viejo testamento, que dice así:
"No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo". (Exodo 20,17).
Este mandamiento permitía la esclavitud y justificaba que unos tuvieran gran cantidad de bienes mientras otros no tenían nada y eran esclavos de los que tenían tantas posesiones. Pero Jesucristo dijo a aquel joven que tenía tantas posesiones que repartiera todo entre los pobres, no justificó sus posesiones:
"vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-21)
Y, además, Jesucristo no menciona ningún mandamiento que permita la esclavitud, sino que nos dice que nadie se haga más grande que nadie y, para que hagamos como Él hizo, nos recuerda que Él no vino a ser servido:
"Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»" (Mateo 20,25-28)
Entonces, el décimo mandamiento del viejo testamento que permite la esclavitud no es verdadera Ley de Dios, porque no coincide con las enseñanzas de Jesús, no coincide con la Ley de Jesús.
Para saber si una ley del viejo testamento está abolida o no, hay que recurrir al Evangelio porque Jesucristo dijo que Él no vino a abolir la Ley y los profetas, así que sólo tenemos que comprobar cuáles son los mandamientos y la Ley de Jesucristo para saber los que no han sido abolidos. Todas las leyes del viejo testamento que no coincidan con el Evangleio fueron abolidas por Jesús porque no eran verdadera Ley de Dios.
A estas cosas hay quienes no le dan importancia, pero lo cierto es que muchos han perdido la fe a causa de las crueles leyes del viejo testamento, pues les han dicho una y otra vez que fueron dadas por Dios. Esas leyes crueles que han sido atribuidas a Dios son la causa de que muchos digan que Dios es cruel.
Para sacar de las confusión a las personas, es muy necesario explicar las cosas como Jesucristo las explicó y no por medio de interpretaciones que no coinciden con las enseñanzas de Jesús, interpretaciones que imponen la obligación de creer que todas las leyes del viejo testamento fueron dadas por Dios y son palabra de Dios, cuando Jesucristo no apoya tal cosa.
Que Dios te bendiga, hermana Cátara, y comprendas lo que ninguna religión quiere comprender.
