He aquí una de las declaraciones más rotundas de las Escrituras:
Veamos 1 Juan 2:21 “NINGUNA MENTIRA PROCEDE DE LA VERDAD”.
Vamos a repetirla, porque algunos no se han enterado:
“NINGUNA MENTIRA PROCEDE DE LA VERDAD”
Y vamos a repetirla por tercera vez:
“NINGUNA MENTIRA PROCEDE DE LA VERDAD”
Hay dos mundos, dos poderes, dos posiciones irreconciliables: La verdad y la mentira.
La verdad procede de Dios, QUE NO MIENTE (Tito 1:2).
¿De quien procede la mentira? Del Diablo, porque es mentiroso y padre de la mentira (Juan 8:44)
¿Cuál es la sentencia para los QUE PRACTICAN LA mentira y la hipocresía?
Mat 24:51 … le asignará un lugar con los hipócritas; allí será el llanto y el crujir de dientes. Rev 21:8 Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
----- 000 OOO ooo -----
Los hijos de Dios practican y extienden “la palabra de la verdad, el evangelio” (Col. 1:5). Los hijos del Diablo, hacen lo que su padre hace, extender la mentira y “un evangelio diferente”, que no es que haya otro, sino que los pseudoadelphos (Gal. 2:4), unos “falsos hermanos” se introducen con astucia (2Cor. 4:2) para pervertir sus contenidos con enseñanzas contrarias y perturbar con sus engaños a los hijos de Dios, para que puedan ser conducidos a “desligarse de Cristo y caerse de su gracia” (Gal. 5:4).
Es una estrategia dentro del propósito satánico de engañar, si fuese posible, a los escogidos.
- ---- 000 OOO ooo -----
El llamado Adventismo del Séptimo Día nace de una mentira. El engaño que la soberbia de un corazón que no se conforma con los mandamientos de Jesús que decía que no corresponde a los creyentes conocer los tiempos ni las épocas que el Padre estableció y retiene bajo su exclusiva soberanía, de modo que ni los ángeles, ni siquiera su Hijo tienen esa información (Hech. 1:7; Mr. 13:32). Y aquella soberbia y presunción de Miller arrastró detrás de él a un buen número de imprudentes que insultaban a los creyentes prudentes y les decían que ellos tenían una verdad tan auténtica como la Biblia misma y aquellos que no aceptaran “su luz” serían condenados, que las iglesias que rechazaban su mensaje eran apóstatas.
Jesús decía: Nadie sabe el día, pero ellos decían: nosotros si. ¿Quiénes abrazaron aquel engaño satánico? Los más necios. Los que no se conforman con las palabras de Jesucristo y andan siempre buscando novedades en su necedad. Así que al fallar la fecha de 1843 y 1844, gran parte de los necios quedaron a merced de los más golfos, que para retenerlos les siguieron dando fechas del regreso de Cristo, y disparatadas teorías para justificar que Cristo se engañaba, que si se sabía la fecha, pero que era de otro acontecimiento. Como si Jesús hubiera dicho, unos tiempos los podeis saber pero otros no.
El armadanzas de todo el asunto, Miller, ante el fracaso de su predicción y predicación, reconoció su error y dijo: Esperábamos la venida personal de Cristo en aquella fecha, pretender ahora que no estábamos equivocados sería deshonesto… No confío ahora en ninguna de las nuevas teorías que surgieron del movimiento, a saber, que Cristo regresó como esposo, que la puerta de la misericordia se cerró, que no hay salvación para los pecadores, que ha sonado la séptima trompeta, o que esto fue un cumplimiento profético al algún sentido”. Pero entonces surgió la falsa profetisa, Elena, para enmendarle la plana al mismo iniciador del movimiento, acusándole incluso de “rebelarse contra el cielo”.
Y es que el Diablo siempre que pierde alguno de sus instrumentos, rápidamente encuentra un recambio. Para darle credibilidad necesitaba engañar a la gente haciéndoles creer que ahora no se trataba de cálculos sujetos al intelecto falible de hombres, sino que ahora la información venía revelada desde el mismo cielo por medio de visiones. Y, aquellos necios, se aferraron a la nueva estratagema satánica con un celo digno de mejor causa. Había sido tal el ridículo de su alocada fe y quedó su necedad de forma tan palmaria manifiesta en toda la sociedad americana creyente y no creyente, que ahora volvían irreflexiblemente a embarcarse en el nuevo proyecto antes que humillarse y retornar a sus iglesias de origen. Una huida hacia delante que les llevó de disparate doctrinal en disparate y unidos a unos líderes mentirosos, codiciosos y sinvergüenzas.
----- 000 OOO ooo -----
Así que, el Adventismo del Séptimo Día nace de una mentira. Se asienta con otra mentira y se estructura y fortalecerá con nuevas mentiras. Y aunque no muchos años después algunos abrieron los ojos y abandonaron, otros ciegos se aferraron con más intensidad a lo que ya habían conseguido: Propiedades, ingresos, jerarquía en un grupo social, todo a cambio de cerrar los ojos a las mentiras y defenderlas con celo digno de mejor causa.
Hubo un momento, tras la muerte de la profetisa, que perecía que algunos estaban dispuestos a reconocer el fraude religioso que habían construido sobre la mentira satánica. Incluso llegaron a debatir la posibilidad y existen actas del debate. Pero pesó más seguir disfrutando de las prebendas de iniquidad que otorga el príncipe de este mundo, que despreciarlas y volverse a la verdad de Dios. Así que aquel atisbo de autocrítica que tuvo lugar en 1919 concluyó con la decisión de seguir adelante con el fraude y la mentira hasta el día de hoy.
----- 000 OOO ooo -----
Volvamos a repetir, “NINGUNA MENTIRA PROCEDE DE LA VERDAD”. Y “Dios que no miente”. Que las mentiras tienen su origen en Satanás. Y que los que traen la mentida y los que la mantienen son sus siervos.
----- 000 OOO ooo -----
Todo cuanto escribió y pronunció Ellen White con las palabras: Y vi… Me fue mostrado… El ángel me dijo… se ha demostrado que era mentira, que copiaba lo que otros escribieron, pero ella lo presentaba como una revelación celestial. O sera que FUE MENTIRA ó si hubo visiones, estas tuvieron un ORIGEN DIABOLICO.
Veamos como ella mentía: "He escrito muchos libros, y han tenido amplia circulación. Yo sola no podría haber revelado la verdad en estos libros, pero el Señor me ha dado la ayuda de su Santo Espíritu. Estos libros, dando las instrucciones que el Señor me ha dado a mí durante los pasados sesenta años, contienen luz del cielo, y soportarán la prueba de la investigación". - Mensajes Selectos, tomo 1, p. 35, escrito en 1906.
Pues haciéndole caso, vamos a enfrentarlos con la prueba de la investigación, realizada por adventistas, como consta en el informe conocido como “informe Veltman”:
"Es de primordial importancia notar que la misma Ellen White compuso el contenido básico del texto de El Deseado de Todas las Gentes, no sus asistentes literarias. Al hacerlo, fue ella quien tomó expresiones literarias (copió) de las obras de otros autores sin darles crédito como sus fuentes (plagio). Segundo, hay que reconocer que Ellen White usó escritos ajenos consciente e intencionalmente. ... Implícita o explícitamente, Ellen White, y otros que hablaban por ella, no reconocieron y hasta negaron la dependencia literaria (el plagio) de parte de ella". - "El Proyecto Deseado de Todas las Gentes: Las Conclusiones", Ministry, Noviembre de 1990, p. 11.
"Tengo que reconocer desde el comienzo que, a mi juicio, éste es el problema más serio al que hay que enfrentarse en relación con la dependencia literaria (los plagios) de Ellen White. Apunta al corazón de su honestidad, su integridad, y por lo tanto, de su confiabilidad". - Ibid., p. 14.
Estas fueron las concluisiones de los investigadores. Pero vean lo que el pastor White hablaba de las “revelaciones de su mujer”: (ella) no 'obtiene las ideas' de sus visiones 'de enseñanzas previas o estudios previos'. - James White, en Una Palabra Para la "Manada Pequeña", p. 22, escrito en 1847. Si el creía esto por estar cegado por el amor de un recién casado, tuvo años para darse cuenta del fraude. Sobre todo cuando el contenido de sus propios libros fue copiado por Ellen para ser presentado ahora como real por medio de sus visiones espirituales. ¿Y ella que decía?: : Sí; sí, el ángel de Dios me habló. ... Pero ... en el futuro, no minimizaré los testimonios que Dios me ha dado, dando explicaciones para tratar de satisfacer esas mentes estrechas, sino que consideraré esas preguntas como un insulto contra el Espíritu de Dios". - Testimonios, tomo 3, pp. 314-315, escrito en 1873. "En mis libros se afirma la verdad, protegida por un 'así dice el Señor'. El Espíritu Santo trazó estas verdades en mi corazón y en mi mente". - Carta 90, 1906, citada en Ellen G. White, por Arthur L. White, tomo 4, p. 393. En estas cartas que yo escribo, en los testimonios que doy, les presento a ustedes lo que el Señor me ha presentado a mí. Yo no escribo ni un solo artículo en el periódico expresando meramente mis propias ideas. Ellos son lo que Dios ha puesto delante de mí en visión". - Testimonios, tomo 5, p. 67, escrito en 1882. ¡Que cara! ¡Que sinvergüenza!
Así pues, el asunto no es si dio crédito ó no a las fuentes pidiendo su permiso literario ó citándolas. Eso es secundario. Solo tendría una importancia legal y económica. El problema es espiritual. Ella presentaba lo que copiaba de los libros de otros diciendo que eran visiones dadas por el Espíritu de sus viajes al cielo ó acompañada de ángeles. Esta es la clave de la mentira, que “el espíritu de la profecía” era una mentirosa compulsiva y aprovechada, por lo tanto una agente de Satanás. En segundo lugar, ¿qué credibilidad tienen las doctrinas que surgieron de sus “visiones” en medio de la mentira y de una actividad diabólica? ¿Convierte esto en agentes satánicos a aquellos que buscan defender tales doctrinas con la Biblia en la mano, puesto que tal doctrina tiene un origen fraudulento y satánico? A mi modo de ver si. Y, no importa cuán buenas palabras usen, cuán bonito suenen sus argumentos, con qué palabras cariñosas y espirituales envuelvan el regalo envenenado, porque simplemente estarían comportándose como lo que son. Escribía Pablo: 2Co 11:14-15 …Satanás se disfraza como ángel de luz… Por tanto, no es de sorprender que sus servidores también se disfracen como servidores de justicia; pero su fin será conforme a sus obras.
La llamada Iglesia Adventista del Séptimo Dia decidió ocultar las mentiras y proseguir su infame servicio satánico contra el evangelio de Cristo. En 1919, sus líderes más destacados, según consta en las actas de la Convención reconocieron cosas como estas:
M. E. Kern: 'La pregunta es: ... ¿cómo podemos pensar, creer y saber que allí hay una inconsistencia - algo que no está bien - y sin embargo creer que el Espíritu de Profecía es inspirado? ... La cuestión es cómo presentar estos temas a la gente'".
"A. G. Daniells: 'Yo asumo la posición de que los Testimonios no son inspirados verbalmente, y que fueron compuestos por las secretarias y puestos en la correcta forma gramatical. ... ¡No es correcto que cualquiera se levante y hable de la inspiración verbal de los Testimonios, porque todos los que alguna vez han visto el trabajo que se ha hecho saben que no es así…!
"F. M. Wilcox: 'Me gustaría preguntar, Hermano Daniells, si podría aceptarse como una especie de regla que la Hermana White estuviera equivocada en detalles, pero que fuese una autoridad en el plan de acción general y las instrucciones. ... Me parece que yo tendría que aceptar lo que ella dice acerca de algunos de esos planes de acción en general, o barrer con todo. O el Señor ha hablado por medio de ella, o Él no ha hablado por medio de ella; y si es una cuestión de decidir según mi propio juicio si Él ha hablado o no, entonces considero los libros de ella lo mismo que cualquier otro libro publicado.
"G. B. Thompson: 'Creo que estamos en este lío a causa de una errónea impresión que nuestro pueblo ha tenido. Si hubiésemos enseñado la verdad siempre sobre este asunto, no habríamos tenido ningún problema ni ninguna conmoción en la denominación ahora. ¡Pero la conmoción ha ocurrido porque no hemos enseñado la verdad!'".
Luego, “si no enseñaron la verdad” ¿qué enseñaron? LA MENTIRA.
Repitamos: “NINGUNA MENTIRA PROCEDE DE LA VERDAD”. ¿De quien procede la mentira? Del padre de la mentira. Porque lo que KERN llamaba “inconsistencia” es la mentira de la inspiración del “espíritu de la profecía”, es decir, la Sra. White. Pero Satanás utilizó el miedo. ¿Cómo vaís a decir ahora esto? Podéis ser demandados. Se perderá toda la obra y los bienes. No se venderán los libros y perderéis vuestros empleos. Así que como otros buscaban “componendas” a la situación. Soluciones de compromiso. Verdades a medias, que son realmente la mentira hecha arte. El asunto concluyó con la decisión de seguir adelante como si fuese verdad y secuestrar las actas de la reunión durante 50 años. ¿Quién triunfó? LA MENTIRA, EL DIABLO. A quién siguió sirviendo la Iglesia Adventista del Séptimo Día, al Diablo.
Pero, ¿y ahora? Ahora que salió a la luz toda esta información, ¿Cuál es la postura oficial de la llamada Iglesia Adventista del Séptimo Día? ¿Será acaso reconocer como Miller su locura y arrepentirse para volver a la verdad de Dios? Pues no. No, no. Aquí en el foro tenemos una buena prueba de ello. Los que sirven a Satanás van a seguir haciéndolo sin reparos, pretendiendo dar una cobertura bíblica a los disparates doctrinales de una falsa profetisa al servicio de Satanás. ¿A quién le interesaba un pueblo desobediente a las palabras de Jesucristo, que además insultase a los verdaderos creyentes y calculase fechas que Dios retiene en su exclusivo conocimiento? A Satanás. ¿A quien le interesaba la doctrina de la puerta cerrada? Al mismo adversario de Dios. ¿A quién le interesa volver a introducir el legalismo entre los cristianos? A Satanás. ¿A quién le interesa sostener la doctrina del Santuario Celestial ó del sábado? Al mismo. Todo forma parte del mismo plan. ¿Daría acaso Satanás a Ellen White alguna doctrina auténtica entre las erroneas, o permitiría Dios que una profetisa genuina a la que le reveló verdades que nunca antes había traído, pudiese luego profetizase en falso en el interés de Satanás? La respuesta obvia es no. Todo lo que ha salido de Ellen White tiene la misma procedencia y el mismo objetivo. “NINGUNA MENTIRA PROCEDE DE LA VERDAD”.
Las llamadas iglesias adventistas que dependen de la Conferencia General siguen promoviendo siguen proclamando a sabiendas, mentiras como esta: En la vida y el ministerio de Elena G. White (1827-1915), vemos cumplida la promesa de Dios de proveer y otorgar a la iglesia remanente "el espíritu de profecía". Aunque Elena G. White nunca reclamó para si el título de "profeta", creemos que hizo la obra de un profeta, y más que un profeta. Ella dijo: "Mi misión abarca la obra de un profeta pero no termina allí" (Mensajes Selectos, t.1, p. 40). "Si otros me llaman así [profetisa], no lo discuto" (ibíd, p. 39); "Mi obra incluye mucho más de lo que significa ese nombre. Me considero a mí misma como una mensajera, a quien el Señor le ha confiado mensajes para su pueblo" (ibíd, p. 40).
“Como adventistas del séptimo día creemos que "En su Palabra Dios comunicó a los hombres el conocimiento necesario para la salvación. Las Santas Escrituras deben ser aceptadas como dotadas de autoridad absoluta y como revelación infalible de su voluntad constituyen la regla del carácter; nos revelan doctrinas, y son la piedra de toque de la experiencia religiosa" (El conflicto de los siglos, p. 9) . Aunque consideramos que el canon bíblico está cerrado, creemos también, como creyeron los contemporáneos de Elena G. White, que sus escritos tienen autoridad divina, tanto en lo que se refiere a la vida cristiana como a la doctrina. Por lo tanto, recomendamos que,
Busquemos como iglesia el poder del Espíritu Santo para aplicar más plenamente a nuestras vidas el consejo inspirado contenido en los escritos de Elena G. White, y,
Que incrementemos los esfuerzos para publicar y hacer circular estos escritos alrededor del mundo.”
Es decir, dentro de su propósito general sigue manteniendo propagar la mentira. Y es lo que hacen algunos destacados adventistas en este foro. Nada de lo escrito en este artículo es nuevo para ellos. Lo saben perfectamente. Saben que ellos no guardan el sábado como estaba en la ley de Moisés, pero sin el menor atisbo de vergüenza ni rubor afirman que ellos guardan la ley. Nada les importa que el mismo Pedro reconociese que ni ellos ni sus antepasados habían podido (Hch. 15:10), ni que no dijese, pero ahora podemos con la ayuda del Espíritu, porque la ley ya había pasado y cumplido su propósito. Ni les importa que Pablo diga que: si por medio de la ley se pudiera alcanzar la justicia, entonces Cristo habría muerto innecesariamente (Gal. 2:21).
¿Sienten el más menor reparo de actuar con la hipocresía de los fariseos a los que Jesús acusó de atar cargas pesadas y difíciles sobre las espaldas de otros, cuando ellos ni con un dedo quieren moverlas? (Mat. 23:4). No. Guardan el sábado de la ley de Moisés. No. ¡Hipócritas! Pero ahí siguen recorriendo el mar y la tierra para hacer un prosélito, y cuando lo consiguen, lo han convertido en un hijo del infierno dos veces mas perdido que ellos mismos (Mat 23:15). Aunque no podemos olvidar que también siguen siendo maestros en el arte devorar las casas de las viudas y de los pobres. Al fin y al cabo la mayor parte del crecimiento adventista se está asentando en el tercer mundo y es sobre estos pobres a quienes sin piedad les imponen el falso diezmo obligatorio, y los convierten en los clientes de sus editoriales. Esto también a vosotros os será para mayor condenación.
Y termino con el mismo lema: NINGUNA MENTIRA PROCEDE DE LA VERDAD.