Serás vos el forista acá que menos cita la Biblia y ya te lo dijeron muchas veces.
Al principio citaba mucho la biblia porque dudaba de lo que decía y buscaba apoyarme.
En la medida que la fui aprendiendo de memoria me puedo manejar con mas soltura.
Por eso vas a los ataques personales.
Perdón pero ni te conozco.
No se quien sos.
¿Como puedo atacarte personalmente?
Ataco proclamas y lo hago porque te amo.
Te repito, Jesús salió de María, no salió de una gata ni fue una materialización.
Podés repetirlo todas las veces que quieras.
Los testigos de Jehová repiten que Jesús no es Dios.
Jesús vino del cielo.
Ni siquiera conoces esos pasajes parece.
¿Eso no sería un ataque personal del que tanto te quejas?
¿Querés versículos?
Ahi van...
Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.
S. Juan 16:28
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
S. Juan 6:51
El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos.
S.Juan 3:31
Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido? Éste es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
S.Juan 6:33, 35-35, 38, 42-42, 50-51, 53-56
Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.
Gálatas 3:16-18
Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
Gálatas 3:29
Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.
Gálatas 4:28
De la descendencia de este, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel.
Hechos 13:23
Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.
Romanos 9:8
En el principio era el Verbo...
...y el Verbo era Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros...lleno de gracia y de verdad.
Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo.
Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.
Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
S.Juan 1:1-18