La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

  • La Roma Pagana Dedicada a la Idolatría

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  • Jerusalén

    Votos: 2 6,9%
  • La Iglesia Catolica Romana

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  • Ninguna de las anteriores

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Re: Catecismo Iglesia Católica

Re: Catecismo Iglesia Católica

Tu problema es no saber leer
Trata de explicar que es una imagen y que es un idolo
Preguntale a los catolicos si sus imagenes son otros dioses
Los católicos " No adoramos imágenes".
3 de febrero de 2015 a la(s) 15:06
Es absolutamente falso que los católicos adoremos imágenes. Decirlo es ignorancia o malicia. Los católicos adoramos solo a Dios.
Entonces, ¿porque tenemos imágenes?
Estas son solo representaciones artísticas de Jesús, de María o de los santos. Nunca se adora la imagen. Como una esposa guarda la foto de su esposo, el cristiano utiliza el arte para representar a los que están en el cielo. La foto del esposo no es una necesidad para la esposa poder recordarlo. Es tan solo un signo que facilita el recuerdo. El cristiano tampoco necesita imágenes para orar. Tan solo son una ayuda para elevar los sentidos. El hombre siempre ha usado pintura, figuras, dibujos, esculturas, etc., para darse a entender o explicar algo. Estos medios sirven para ayudarnos a visualizar lo invisible; para explicar lo que no se puede explicar con palabras.
Santo Tomás de Aquino explica en su Summa Teológica:
El culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el movimiento que se dirige a la imágen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad de la que es imágen. (Summa theologiae, II-II, 81, 3, ad 3.)
Miremos que dice el Catecismo Católico
SEGUNDA SECCIÓN
LOS DIEZ MANDAMIENTOS

CAPÍTULO PRIMERO
«AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN,
CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS»

ARTÍCULO 1
EL PRIMER MANDAMIENTO

«Yo, el Señor, soy tu Dios, que te ha sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí. No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás culto» (Ex 20, 2-5).

«Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, sólo a él darás culto» (Mt 4, 10).

I “Adorarás al señor tu Dios, y le servirás”

2084 Dios se da a conocer recordando su acción todopoderosa, bondadosa y liberadora en la historia de aquel a quien se dirige: “Yo te saqué del país de Egipto, de la casa de servidumbre”. La primera palabra contiene el primer mandamiento de la ley: “Adorarás al Señor tu Dios y le servirás [...] no vayáis en pos de otros dioses” (Dt 6, 13-14). La primera llamada y la justa exigencia de Dios consiste en que el hombre lo acoja y lo adore.

2085 El Dios único y verdadero revela ante todo su gloria a Israel (cf Ex 19, 16-25; 24, 15-18). La revelación de la vocación y de la verdad del hombre está ligada a la revelación de Dios. El hombre tiene la vocación de hacer manifiesto a Dios mediante sus obras humanas, en conformidad con su condición de criatura hecha “a imagen y semejanza de Dios” (Gn 1, 26):

«No habrá jamás otro Dios, Trifón, y no ha habido otro desde los siglos [...] sino el que ha hecho y ordenado el universo. Nosotros no pensamos que nuestro Dios es distinto del vuestro. Es el mismo que sacó a vuestros padres de Egipto “con su mano poderosa y su brazo extendido”. Nosotros no ponemos nuestras esperanzas en otro, (que no existe), sino en el mismo que vosotros: el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob» (San Justino, Dialogus cum Tryphone Iudaeo, 11, 1).
II “A Él sólo darás culto”

2095 “Las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, informan y vivifican las virtudes morales. Así, la caridad nos lleva a dar a Dios lo que en toda justicia le debemos en cuanto criaturas. La virtud de la religión nos dispone a esta actitud.

La adoración

2096 La adoración es el primer acto de la virtud de la religión. Adorar a Dios es reconocerle como Dios, como Creador y Salvador, Señor y Dueño de todo lo que existe, como Amor infinito y misericordioso. “Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él darás culto” (Lc 4, 8), dice Jesús citando el Deuteronomio (6, 13).

2097 Adorar a Dios es reconocer, con respeto y sumisión absolutos, la “nada de la criatura”, que sólo existe por Dios. Adorar a Dios es alabarlo, exaltarle y humillarse a sí mismo, como hace María en el Magníficat, confesando con gratitud que Él ha hecho grandes cosas y que su nombre es santo (cf Lc 1, 46-49). La adoración del Dios único libera al hombre del repliegue sobre sí mismo, de la esclavitud del pecado y de la idolatría del mundo.

Catecismo de la Iglesia Católica

III. “No habrá para ti otros dioses delante de mí”

2110 El primer mandamiento prohíbe honrar a dioses distintos del Único Señor que se ha revelado a su pueblo. Proscribe la superstición y la irreligión. La superstición representa en cierta manera una perversión, por exceso, de la religión. La irreligión es un vicio opuesto por defecto a la virtud de la religión.

La superstición

2111 La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición (cf Mt 23, 16-22).

La idolatría

2112 El primer mandamiento condena el politeísmo. Exige al hombre no creer en otros dioses que el Dios verdadero. Y no venerar otras divinidades que al único Dios. La Escritura recuerda constantemente este rechazo de los “ídolos [...] oro y plata, obra de las manos de los hombres”, que “tienen boca y no hablan, ojos y no ven”. Estos ídolos vanos hacen vano al que les da culto: “Como ellos serán los que los hacen, cuantos en ellos ponen su confianza” (Sal 115, 4-5.8; cf. Is 44, 9-20; Jr 10, 1-16; Dn 14, 1-30; Ba 6; Sb 13, 1-15,19). Dios, por el contrario, es el “Dios vivo” (Jos 3, 10; Sal 42, 3, etc.), que da vida e interviene en la historia.

2113 La idolatría no se refiere sólo a los cultos falsos del paganismo. Es una tentación constante de la fe. Consiste en divinizar lo que no es Dios. Hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y reverencia a una criatura en lugar de Dios. Trátese de dioses o de demonios (por ejemplo, el satanismo), de poder, de placer, de la raza, de los antepasados, del Estado, del dinero, etc. “No podéis servir a Dios y al dinero”, dice Jesús (Mt 6, 24). Numerosos mártires han muerto por no adorar a “la Bestia” (cf Ap 13-14), negándose incluso a simular su culto. La idolatría rechaza el único Señorío de Dios; es, por tanto, incompatible con la comunión divina (cf Gál 5, 20; Ef 5, 5).

2114 La vida humana se unifica en la adoración del Dios Único. El mandamiento de adorar al único Señor da unidad al hombre y lo salva de una dispersión infinita. La idolatría es una perversión del sentido religioso innato en el hombre. El idólatra es el que “aplica a cualquier cosa, en lugar de a Dios, la indestructible noción de Dios” (Orígenes, Contra Celsum, 2, 40).

¿La Biblia prohíbe las imágenes?
Cuando el hombre cayó por el pecado y perdió la intimidad con Dios, comenzó a confundir a Dios con otras cosas y a darles culto como si fueran dioses. Este culto se representaba frecuentemente con esculturas o imágenes idolátricas. La prohibición del Decálogo contra las imágenes se explica por la función de tales representaciones idolátricas.
El Primer Mandamiento: Puesto que no visteis figura alguna el día en que el Señor os habló en el Horeb de en medio del fuego, no vayáis a prevaricar y os hagáis alguna escultura de cualquier representación que sea... (Dt 4:15-16) (cf. Catecismo de la Iglesia Católica #2129s.)
Los Israelitas eran una minoría rodeada por pueblos idólatras. Dios quiso protegerlos de esas prácticas pero ellos frecuentemente caían. Los profetas, especialmente Oseas, Jeremías y Ezequiel hablaron en nombre de Dios para prohibir la idolatría y se llevaron a cabo muchas reformas para purificar las malas prácticas (cf. 2 R 23: 4-14).
Sin embargo, ya en el Antiguo Testamento, Dios ordenó o permitió la institución de imágenes que conducirían simbólicamente a la salvación por el Verbo encarnado.
Ejemplos de imágenes permitidas por Dios en el AT:
La serpiente de bronce (cf. Nm 21,4-9; Sb 16,5-14; Jn 3,14-15)

Querubines, bueyes y otras imágenes en el Templo:
Dios ordena poner grandes estatuas de querubines junto al Arca de la Alianza. Estas obviamente no eran para idolatría sino como símbolo de la adoración de los ángeles invisibles allí presentes. Inspiraban temor de Dios.
"Harás, además, dos querubines de oro macizo; los harás en los dos extremos del propiciatorio: haz el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro. Los querubines formarán un cuerpo con el propiciatorio, en sus dos extremos. Estarán con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el propiciatorio, uno frente al otro, con las caras vueltas hacia el propiciatorio." Ex 25, 18-20
"En el interior de la sala del Santo de los Santos hizo dos querubines, de obra esculpida, que revistió de oro".
-II Crónicas 3,10
También en las paredes del Templo:

"Revistió la Sala Grande de madera de ciprés y la recubrió de oro fino, haciendo esculpir en ella palmas y cadenillas" II Crónicas 3:5
"esculpió querubines sobre las paredes". II Crónicas 3,7
"Debajo del borde había en todo el contorno unas como figuras de bueyes, diez por cada codo, colocadas en dos órdenes, fundidas en una sola masa. Se apoyaba sobre doce bueyes; tres mirando al norte, tres mirando al oeste, tres mirando al sur y tres mirando al este. El Mar estaba sobre ellos, quedando sus partes traseras hacia
el interior. -II Crónicas 4,3-4
"Las dos columnas; las molduras de los capiteles que coronaban las columnas; los dos trenzados para cubrir las dos molduras de los capiteles que estaban sobre las columnas; las cuatrocientas granadas para cada trenzado" -II Crónicas 4,12.
Obviamente estas imágenes no eran idolátricas sino símbolos que inspiraban al culto al verdadero Dios creador de todas las cosas.

La Virgen con el Niño y un profeta.
Fresco, comienzo del siglo III
Catacumba Santa Priscila, Roma.
( Foto: Pont. Comm. Arch.)
Las imágenes y los cristianos.
Las primeras comunidades cristianas representaban al Salvador del mundo con imágenes del Buen Pastor; mas adelante aparecen las del Cordero Pascual y otros iconos representando la vida de Cristo. Las imágenes han sido siempre un medio para dar a conocer y transmitir la fe en Cristo y la veneración y amor a la Santísima Virgen y a los Santos. Testigo de todo esto son las catacumbas donde aun se conservan imágenes hechas por los primeros cristianos. Estas imágenes dan testimonio de su fe y del uso de las imágenes. La que ves a la derecha es la Virgen con el Niño y un profeta. Es de la catacumba de Santa Priscila, principio del siglo III.
El Hijo de Dios, al encarnarse, inauguró una nueva economía de gracia
Algunos objetan que la Iglesia cambió la enseñanza del Antiguo Testamento. No es cierto. Mas bien es Jesucristo mismo quien tomó lo antiguo y le dio una interpretación mas perfecta en su propia Persona.
Mientras antes de Cristo nadie podía ver el rostro de Dios, ahora en Cristo, Dios se hizo visible. Antes de Jesús las imágenes con frecuencia representaban a ídolos, se usaban para la idolatría. En la plenitud de los tiempos, el verdadero Dios quiso encarnarse y así tener imagen humana. Jesucristo es la IMAGEN visible del Padre.
Nos dice el Catecismo # 476:
"Como el Verbo se hizo carne asumiendo una verdadera humanidad, el cuerpo de Cristo era limitado (cf. Cc. de Letrán en el año 649: DS 504). Por eso se puede "pintar" la faz humana de Jesús (Ga 3,2). En el séptimo Concilio Ecuménico (Cc de Nicea II, en el año 787:DS 600-603) la Iglesia reconoció que es legítima su representación en imágenes sagradas.
Juan 14:9 "Le dice Jesús: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?"
El uso cristiano de las imágenes no es contrario al Primer Mandamiento que proscribe los ídolos. En efecto, el honor dado a una imagen se remonta al modelo original. El que venera una imagen venera en ella la persona que en ella está representada. El honor tributado a las imágenes sagradas es una veneración respetuosa, no una adoración, que sólo le corresponde a Dios.
Fundándose en el misterio del Verbo Encarnado, el séptimo Concilio Ecuménico, celebrado en Nicea en 787, permitió la institución de imágenes (Este concilio no instauró el uso de las imágenes, que como vimos se remonta al comienzo del cristianismo, mas bien afirmó la práctica)
Las imágenes de la Virgen Santísima y de los santos.
La Iglesia Católica venera a los santos pero no las adora. Adorar algo o alguien fuera de Dios es idolatría. Hay que saber distinguir entre adorar y venerar. San Pablo enseña la necesidad de recordar con especial estima a nuestros precursores en la fe. Ellos no han desaparecido en la nada sino que nuestra fe nos da la certeza del cielo donde los que murieron en la fe están ya victoriosos EN CRISTO.
La Iglesia respeta las imágenes de igual forma que se respeta y venera la fotografía de un ser querido. Todos sabemos que no es lo mismo contemplar la fotografía que contemplar la misma persona de carne y hueso. No está, pues, la tradición Católica contra la Biblia. La Iglesia es fiel a la auténtica interpretación cristiana desde sus orígenes.
No es sorprendente que algunos persistan en acusar a la Iglesia sin querer entender razones. Ya ocurrió así con los fariseos hace 2000 años. Acusan a Jesús y sus discípulos por sus prácticas sin querer ver la realidad. Acudían a El con muchas preguntas torcidas, acusándolo de romper la ley, hasta de ser del demonio (Cf. Jn 8). Las explicaciones de arriba solo servirán para los hermanos que sinceramente preguntan porque tienen dudas y quieren entender. Con gusto les podemos explicar lo que los cristianos siempre hemos creído y practicado.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

No estas usando la biblia sino tus propias conjeturas.
Recordemos que el mismo Apocalipsis lo explica: "Y la mujer que has visto es la Gran Ciudad, la que tiene la soberanía sobre los reyes de la tierra.", Apocalipsis 17:18.

La cuestión es, ¿Qué ciudad es esa? Y para llevar el ataque contra Roma, los protestantes utilizan la referencia de Apocalipsis 17:9: Aquí es donde se requiere inteligencia, tener sabiduría. Las siete cabezas son siete colinas sobre las que se asienta la mujer. «Son también siete reyes:. Por lo tanto, sobre ese principio discutiremos:
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

En la cultura oriental a la que pertenece San Juan, Jerusalén era conocida como “la ciudad de las siete colinas”
Estas colinas son: 1- "Escopus", 2-"Nob", 3-“el Monte de la Corrupción” o “el Monte de la Ofensa” o “el Monte de la Destrucción” (2 Reyes 23,13), 4- El original “monte Sión”, 5-la colina Suroeste también llamada "Monte Sión", 6- el "Monte Ofel", y 7- “La Roca” donde se construyó la fortaleza “Antonia”. El número siete significa perfección.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Otros pasajes del Apocalipsis también se refieren a Jerusalén como la Gran Ciudad en forma condenatoria:
Y sus cadáveres, en la plaza de la Gran Ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto, allí donde también su Señor fue crucificado. -Apocalipsis 11,8

La ciudad donde "también su Señor fue crucificado" no puede ser sino Jerusalén. También en Jerusalén la persecución de la Iglesia ocurría bajo la autoridad de Roma. Allí la ramera cometió las mas grandes abominaciones: la crucifixión del Redentor, la destrucción del Templo.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

2 Con ella pecaron los reyes de la tierra,y con el vino de su idolatría se emborracharon los habitantes de la tierra.

Con una ciudad no peca nadie, con la Iglesia católica han pecado todos los presidentes del mundo, el último Peña nieto lo casó la Iglesia católica con una actriz mexicana ambos ya divorciados.

Y con el vino de su idolatría se han emborrachado los habitantes de la tierra. Con las doctrinas de demonios de la Iglesia católica se ha contaminado toda la tierra.

No estas usando la biblia sino tus propias conjeturas.
Recordemos que el mismo Apocalipsis lo explica: "Y la mujer que has visto es la Gran Ciudad, la que tiene la soberanía sobre los reyes de la tierra.", Apocalipsis 17:18.

La cuestión es, ¿Qué ciudad es esa? Y para llevar el ataque contra Roma, los protestantes utilizan la referencia de Apocalipsis 17 Aquí es donde se requiere inteligencia, tener sabiduría. Las siete cabezas son siete colinas sobre las que se asienta la mujer. «Son también siete reyes:. Por lo tanto, sobre ese principio discutiremos.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

En la cultura oriental a la que pertenece San Juan, Jerusalén era conocida como “la ciudad de las siete colinas”
Estas colinas son: 1- "Escopus", 2-"Nob", 3-“el Monte de la Corrupción” o “el Monte de la Ofensa” o “el Monte de la Destrucción” (2 Reyes 23,13), 4- El original “monte Sión”, 5-la colina Suroeste también llamada "Monte Sión", 6- el "Monte Ofel", y 7- “La Roca” donde se construyó la fortaleza “Antonia”. El número siete significa perfección.

Como ellos mismo dicen: no hay más ciego que el que no quiere ver.
En ningún momento se menciona el nombre ni de la ciudad ni de la religión, así que llamarán la gran ramera a quien les convenga. Pero con no hacerles caso en paz.
Gracias por tu precisa información.
 
Re: Catecismo Iglesia Católica

Re: Catecismo Iglesia Católica

Los católicos " No adoramos imágenes".
3 de febrero de 2015 a la(s) 15:06
Es absolutamente falso que los católicos adoremos imágenes. Decirlo es ignorancia o malicia. Los católicos adoramos solo a Dios.
Entonces, ¿porque tenemos imágenes?
Estas son solo representaciones artísticas de Jesús, de María o de los santos. Nunca se adora la imagen. Como una esposa guarda la foto de su esposo, el cristiano utiliza el arte para representar a los que están en el cielo. La foto del esposo no es una necesidad para la esposa poder recordarlo. Es tan solo un signo que facilita el recuerdo. El cristiano tampoco necesita imágenes para orar. Tan solo son una ayuda para elevar los sentidos. El hombre siempre ha usado pintura, figuras, dibujos, esculturas, etc., para darse a entender o explicar algo. Estos medios sirven para ayudarnos a visualizar lo invisible; para explicar lo que no se puede explicar con palabras.
Santo Tomás de Aquino explica en su Summa Teológica:
El culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el movimiento que se dirige a la imágen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad de la que es imágen. (Summa theologiae, II-II, 81, 3, ad 3.)
Miremos que dice el Catecismo Católico
SEGUNDA SECCIÓN
LOS DIEZ MANDAMIENTOS

CAPÍTULO PRIMERO
«AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN,
CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS»

ARTÍCULO 1
EL PRIMER MANDAMIENTO

«Yo, el Señor, soy tu Dios, que te ha sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí. No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás culto» (Ex 20, 2-5).

«Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, sólo a él darás culto» (Mt 4, 10).

I “Adorarás al señor tu Dios, y le servirás”

2084 Dios se da a conocer recordando su acción todopoderosa, bondadosa y liberadora en la historia de aquel a quien se dirige: “Yo te saqué del país de Egipto, de la casa de servidumbre”. La primera palabra contiene el primer mandamiento de la ley: “Adorarás al Señor tu Dios y le servirás [...] no vayáis en pos de otros dioses” (Dt 6, 13-14). La primera llamada y la justa exigencia de Dios consiste en que el hombre lo acoja y lo adore.

2085 El Dios único y verdadero revela ante todo su gloria a Israel (cf Ex 19, 16-25; 24, 15-18). La revelación de la vocación y de la verdad del hombre está ligada a la revelación de Dios. El hombre tiene la vocación de hacer manifiesto a Dios mediante sus obras humanas, en conformidad con su condición de criatura hecha “a imagen y semejanza de Dios” (Gn 1, 26):

«No habrá jamás otro Dios, Trifón, y no ha habido otro desde los siglos [...] sino el que ha hecho y ordenado el universo. Nosotros no pensamos que nuestro Dios es distinto del vuestro. Es el mismo que sacó a vuestros padres de Egipto “con su mano poderosa y su brazo extendido”. Nosotros no ponemos nuestras esperanzas en otro, (que no existe), sino en el mismo que vosotros: el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob» (San Justino, Dialogus cum Tryphone Iudaeo, 11, 1).
II “A Él sólo darás culto”

2095 “Las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, informan y vivifican las virtudes morales. Así, la caridad nos lleva a dar a Dios lo que en toda justicia le debemos en cuanto criaturas. La virtud de la religión nos dispone a esta actitud.

La adoración

2096 La adoración es el primer acto de la virtud de la religión. Adorar a Dios es reconocerle como Dios, como Creador y Salvador, Señor y Dueño de todo lo que existe, como Amor infinito y misericordioso. “Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él darás culto” (Lc 4, 8), dice Jesús citando el Deuteronomio (6, 13).

2097 Adorar a Dios es reconocer, con respeto y sumisión absolutos, la “nada de la criatura”, que sólo existe por Dios. Adorar a Dios es alabarlo, exaltarle y humillarse a sí mismo, como hace María en el Magníficat, confesando con gratitud que Él ha hecho grandes cosas y que su nombre es santo (cf Lc 1, 46-49). La adoración del Dios único libera al hombre del repliegue sobre sí mismo, de la esclavitud del pecado y de la idolatría del mundo.

Catecismo de la Iglesia Católica

III. “No habrá para ti otros dioses delante de mí”

2110 El primer mandamiento prohíbe honrar a dioses distintos del Único Señor que se ha revelado a su pueblo. Proscribe la superstición y la irreligión. La superstición representa en cierta manera una perversión, por exceso, de la religión. La irreligión es un vicio opuesto por defecto a la virtud de la religión.

La superstición

2111 La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición (cf Mt 23, 16-22).

La idolatría

2112 El primer mandamiento condena el politeísmo. Exige al hombre no creer en otros dioses que el Dios verdadero. Y no venerar otras divinidades que al único Dios. La Escritura recuerda constantemente este rechazo de los “ídolos [...] oro y plata, obra de las manos de los hombres”, que “tienen boca y no hablan, ojos y no ven”. Estos ídolos vanos hacen vano al que les da culto: “Como ellos serán los que los hacen, cuantos en ellos ponen su confianza” (Sal 115, 4-5.8; cf. Is 44, 9-20; Jr 10, 1-16; Dn 14, 1-30; Ba 6; Sb 13, 1-15,19). Dios, por el contrario, es el “Dios vivo” (Jos 3, 10; Sal 42, 3, etc.), que da vida e interviene en la historia.

2113 La idolatría no se refiere sólo a los cultos falsos del paganismo. Es una tentación constante de la fe. Consiste en divinizar lo que no es Dios. Hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y reverencia a una criatura en lugar de Dios. Trátese de dioses o de demonios (por ejemplo, el satanismo), de poder, de placer, de la raza, de los antepasados, del Estado, del dinero, etc. “No podéis servir a Dios y al dinero”, dice Jesús (Mt 6, 24). Numerosos mártires han muerto por no adorar a “la Bestia” (cf Ap 13-14), negándose incluso a simular su culto. La idolatría rechaza el único Señorío de Dios; es, por tanto, incompatible con la comunión divina (cf Gál 5, 20; Ef 5, 5).

2114 La vida humana se unifica en la adoración del Dios Único. El mandamiento de adorar al único Señor da unidad al hombre y lo salva de una dispersión infinita. La idolatría es una perversión del sentido religioso innato en el hombre. El idólatra es el que “aplica a cualquier cosa, en lugar de a Dios, la indestructible noción de Dios” (Orígenes, Contra Celsum, 2, 40).

¿La Biblia prohíbe las imágenes?
Cuando el hombre cayó por el pecado y perdió la intimidad con Dios, comenzó a confundir a Dios con otras cosas y a darles culto como si fueran dioses. Este culto se representaba frecuentemente con esculturas o imágenes idolátricas. La prohibición del Decálogo contra las imágenes se explica por la función de tales representaciones idolátricas.
El Primer Mandamiento: Puesto que no visteis figura alguna el día en que el Señor os habló en el Horeb de en medio del fuego, no vayáis a prevaricar y os hagáis alguna escultura de cualquier representación que sea... (Dt 4:15-16) (cf. Catecismo de la Iglesia Católica #2129s.)
Los Israelitas eran una minoría rodeada por pueblos idólatras. Dios quiso protegerlos de esas prácticas pero ellos frecuentemente caían. Los profetas, especialmente Oseas, Jeremías y Ezequiel hablaron en nombre de Dios para prohibir la idolatría y se llevaron a cabo muchas reformas para purificar las malas prácticas (cf. 2 R 23: 4-14).
Sin embargo, ya en el Antiguo Testamento, Dios ordenó o permitió la institución de imágenes que conducirían simbólicamente a la salvación por el Verbo encarnado.
Ejemplos de imágenes permitidas por Dios en el AT:
La serpiente de bronce (cf. Nm 21,4-9; Sb 16,5-14; Jn 3,14-15)

Querubines, bueyes y otras imágenes en el Templo:
Dios ordena poner grandes estatuas de querubines junto al Arca de la Alianza. Estas obviamente no eran para idolatría sino como símbolo de la adoración de los ángeles invisibles allí presentes. Inspiraban temor de Dios.
"Harás, además, dos querubines de oro macizo; los harás en los dos extremos del propiciatorio: haz el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro. Los querubines formarán un cuerpo con el propiciatorio, en sus dos extremos. Estarán con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el propiciatorio, uno frente al otro, con las caras vueltas hacia el propiciatorio." Ex 25, 18-20
"En el interior de la sala del Santo de los Santos hizo dos querubines, de obra esculpida, que revistió de oro".
-II Crónicas 3,10
También en las paredes del Templo:

"Revistió la Sala Grande de madera de ciprés y la recubrió de oro fino, haciendo esculpir en ella palmas y cadenillas" II Crónicas 3:5
"esculpió querubines sobre las paredes". II Crónicas 3,7
"Debajo del borde había en todo el contorno unas como figuras de bueyes, diez por cada codo, colocadas en dos órdenes, fundidas en una sola masa. Se apoyaba sobre doce bueyes; tres mirando al norte, tres mirando al oeste, tres mirando al sur y tres mirando al este. El Mar estaba sobre ellos, quedando sus partes traseras hacia
el interior. -II Crónicas 4,3-4
"Las dos columnas; las molduras de los capiteles que coronaban las columnas; los dos trenzados para cubrir las dos molduras de los capiteles que estaban sobre las columnas; las cuatrocientas granadas para cada trenzado" -II Crónicas 4,12.
Obviamente estas imágenes no eran idolátricas sino símbolos que inspiraban al culto al verdadero Dios creador de todas las cosas.

La Virgen con el Niño y un profeta.
Fresco, comienzo del siglo III
Catacumba Santa Priscila, Roma.
( Foto: Pont. Comm. Arch.)
Las imágenes y los cristianos.
Las primeras comunidades cristianas representaban al Salvador del mundo con imágenes del Buen Pastor; mas adelante aparecen las del Cordero Pascual y otros iconos representando la vida de Cristo. Las imágenes han sido siempre un medio para dar a conocer y transmitir la fe en Cristo y la veneración y amor a la Santísima Virgen y a los Santos. Testigo de todo esto son las catacumbas donde aun se conservan imágenes hechas por los primeros cristianos. Estas imágenes dan testimonio de su fe y del uso de las imágenes. La que ves a la derecha es la Virgen con el Niño y un profeta. Es de la catacumba de Santa Priscila, principio del siglo III.
El Hijo de Dios, al encarnarse, inauguró una nueva economía de gracia
Algunos objetan que la Iglesia cambió la enseñanza del Antiguo Testamento. No es cierto. Mas bien es Jesucristo mismo quien tomó lo antiguo y le dio una interpretación mas perfecta en su propia Persona.
Mientras antes de Cristo nadie podía ver el rostro de Dios, ahora en Cristo, Dios se hizo visible. Antes de Jesús las imágenes con frecuencia representaban a ídolos, se usaban para la idolatría. En la plenitud de los tiempos, el verdadero Dios quiso encarnarse y así tener imagen humana. Jesucristo es la IMAGEN visible del Padre.
Nos dice el Catecismo # 476:
"Como el Verbo se hizo carne asumiendo una verdadera humanidad, el cuerpo de Cristo era limitado (cf. Cc. de Letrán en el año 649: DS 504). Por eso se puede "pintar" la faz humana de Jesús (Ga 3,2). En el séptimo Concilio Ecuménico (Cc de Nicea II, en el año 787:DS 600-603) la Iglesia reconoció que es legítima su representación en imágenes sagradas.
Juan 14:9 "Le dice Jesús: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?"
El uso cristiano de las imágenes no es contrario al Primer Mandamiento que proscribe los ídolos. En efecto, el honor dado a una imagen se remonta al modelo original. El que venera una imagen venera en ella la persona que en ella está representada. El honor tributado a las imágenes sagradas es una veneración respetuosa, no una adoración, que sólo le corresponde a Dios.
Fundándose en el misterio del Verbo Encarnado, el séptimo Concilio Ecuménico, celebrado en Nicea en 787, permitió la institución de imágenes (Este concilio no instauró el uso de las imágenes, que como vimos se remonta al comienzo del cristianismo, mas bien afirmó la práctica)
Las imágenes de la Virgen Santísima y de los santos.
La Iglesia Católica venera a los santos pero no las adora. Adorar algo o alguien fuera de Dios es idolatría. Hay que saber distinguir entre adorar y venerar. San Pablo enseña la necesidad de recordar con especial estima a nuestros precursores en la fe. Ellos no han desaparecido en la nada sino que nuestra fe nos da la certeza del cielo donde los que murieron en la fe están ya victoriosos EN CRISTO.
La Iglesia respeta las imágenes de igual forma que se respeta y venera la fotografía de un ser querido. Todos sabemos que no es lo mismo contemplar la fotografía que contemplar la misma persona de carne y hueso. No está, pues, la tradición Católica contra la Biblia. La Iglesia es fiel a la auténtica interpretación cristiana desde sus orígenes.
No es sorprendente que algunos persistan en acusar a la Iglesia sin querer entender razones. Ya ocurrió así con los fariseos hace 2000 años. Acusan a Jesús y sus discípulos por sus prácticas sin querer ver la realidad. Acudían a El con muchas preguntas torcidas, acusándolo de romper la ley, hasta de ser del demonio (Cf. Jn 8). Las explicaciones de arriba solo servirán para los hermanos que sinceramente preguntan porque tienen dudas y quieren entender. Con gusto les podemos explicar lo que los cristianos siempre hemos creído y practicado.

No hay más ciego que el que no quiere ver. Dicen, pero no se aplican el cuento.
Por muy ignorante que sea un católico SABE que la imagen es solo una imagen, no un ser real. Y además, no la adoran. Solo rezan a Dios desde ella, porque creen que están con Dios y Dios les escuchará.
Pero bueno, seguiremos intentando que lo entiendan. No debemos callar, porque el que calla otorga y no otorgamos.

 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

No estas usando la biblia sino tus propias conjeturas.
Recordemos que el mismo Apocalipsis lo explica: "Y la mujer que has visto es la Gran Ciudad, la que tiene la soberanía sobre los reyes de la tierra.", Apocalipsis 17:18.

La cuestión es, ¿Qué ciudad es esa? Y para llevar el ataque contra Roma, los protestantes utilizan la referencia de Apocalipsis 17 Aquí es donde se requiere inteligencia, tener sabiduría. Las siete cabezas son siete colinas sobre las que se asienta la mujer. «Son también siete reyes:. Por lo tanto, sobre ese principio discutiremos.
Usted mismo ha escrito quién es la ramera.
Risas y más risas.
Otros pasajes del Apocalipsis también se refieren a Jerusalén como la Gran Ciudad en forma condenatoria:
Y sus cadáveres, en la plaza de la Gran Ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto, allí donde también su Señor fue crucificado. -Apocalipsis 11,8

La ciudad donde "también su Señor fue crucificado" no puede ser sino Jerusalén. También en Jerusalén la persecución de la Iglesia ocurría
bajo la autoridad de Roma. Allí la ramera cometió las mas grandes abominaciones
: la crucifixión del Redentor, la destrucción del Templo.
 
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Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Alguien ha visto a la Iglesia católica apostólica romana montada en una bestia?
Apocalipsis 17:3.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Tomando en cuenta lo que dijo el señor Andrés que Roma cometió las más grandes abominaciones crucificando al redentor y destruyendo el Templo.
Allí está Roma tiene que ser la Gran ramera «Iglesia católica apostólica romana»
 
Última edición:
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Tomando en cuenta lo que dijo el sensor Andrés que Roma cometió las más grandes abominaciones crucificando al redentor y destruyendo el Templo.
Allí está Roma tiene que ser la Gran ramera «Iglesia católica apostólica romana»

Que se sepa, el que traicionó, y entregó a Jesús por treinta monedas no fue Roma ni ningún romano...
Y cuando preguntaron: ¿A quién queréis que os suelte? No fue Roma ni los romanos los que dijeron que a Barrabás, respuesta que condenaba a Jesús.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18


Que se sepa, el que traicionó, y entregó a Jesús por treinta monedas no fue Roma ni ningún romano...
Y cuando preguntaron: ¿A quién queréis que os suelte? No fue Roma ni los romanos los que dijeron que a Barrabás, respuesta que condenaba a Jesús.
Los romanos clavaron a Jesús en la cruz y destruyeron el Templo de Jerusalén ellos son el devastador del que escribió el profeta Daniel.
Si la Iglesia católica apostólica romana es la Gran ramera del Apocalipsis.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Los romanos clavaron a Jesús en la cruz y destruyeron el Templo de Jerusalén ellos son el devastador del que escribió el profeta Daniel.
Si la Iglesia católica apostólica romana es la Gran ramera del Apocalipsis.

Los que clavaron materialmente en la cruz a Jesús eran unos mandados, no lo clavaron por decisión propia.
En cambio Judas no era romano y fue el que vendió y traicionó a Jesús señalándolo con un beso.
Y los que pidieron su muerte no fueron romanos.
Así que tergiverses los hechos.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Sea como sea, pero los romanos clavaron en la cruz a Jesús y destruyeron el Templo de Jerusalén.
La Iglesia católica apostólica romana es la Gran ramera del Apocalipsis.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Una de las abominaciones más grandes que hizo el Imperio romano fue convertirse en la iglesia católica apostólica romana.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Sea como sea, pero los romanos clavaron en la cruz a Jesús y destruyeron el Templo de Jerusalén.
La Iglesia católica apostólica romana es la Gran ramera del Apocalipsis.

Saludos,

¿Que tan antigua es Babilonia?

¿Antes de Cristo o despues?

He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un (((solo lenguaje)))

Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.

Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.

Génesis 11

Desde este punto dejó de ser uno para revelar su identidad y muchas naciones habitaban bajo su sombra.....

Babilonia mucho mas antigua que la iglesia catolica.

Dios te bendiga.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Sea como sea, pero los romanos clavaron en la cruz a Jesús y destruyeron el Templo de Jerusalén.
La Iglesia católica apostólica romana es la Gran ramera del Apocalipsis.

ERROR. Los romanos ni traicionaron a Jesús ni lo condenaron. No eran romanos los eligieron salvar a Barrabás en vez de elegir salvar a a Jesús.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Los romanos clavaron a Jesús en la cruz y destruyeron el Templo de Jerusalén.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Saludos,

¿Que tan antigua es Babilonia?

¿Antes de Cristo o despues?

He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un (((solo lenguaje)))

Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.

Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.

Génesis 11

Desde este punto dejó de ser uno para revelar su identidad y muchas naciones habitaban bajo su sombra.....

Babilonia mucho mas antigua que la iglesia catolica.

Dios te bendiga.
Babilonia no ha desaparecido se ha convertido en la Iglesia católica apostólica romana.
Risas y más risas.
 
Re: La Iglesia Catolica Romana, La Gran Ramera Apocalipsis 17-18

Los romanos clavaron a Jesús en la cruz y destruyeron el Templo de Jerusalén.

Craso error.
Los romanos que clavaron a Jesús, eran unos mandados. No lo clavaron por su voluntad.
Los que eligieron a Barrabás, condenaron a Jesús Y NO ERAN ROMANOS, ERAN JUDÍOS.