La vida cristiana no es una religión, ni una serie de normas morales, ni ser miembros de esta o aquella Iglesia, sino haber encontrado a Jesús y seguirle. Es la muerte del viejo hombre en el encuentro con Jesucristo.
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6