La Frase.....

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Si evitas el hablar por hablar y lo que dices siempre vale la pena, tú serás quien hable de mi parte. Jeremias 15:19

Dios nos da la inteligencia para ponerla a su servicio, no al servicio de quienes trastocan los versículos adaptándolos a su capricho , al día “d” y la hora “h” que mejor les conviene.
El Señor sustenta nuestro corazón y nuestra mente a través de raciones de Su sabiduría, incrustada a través de su Espíritu, en cada uno de nosotros.

 

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-Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad.
Filipenses 4:8.

 

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Esas oraciones que hiciste cuando tus lágrimas caían, Dios no las olvida. ​

 

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Mis pies estuvieron a punto de tropezar, casi resbalaron mis pasos. Pero Tú Señor siempre estuviste ahí, amándome, cuidándome y protgiéndome desde niña. ​

 

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La necesidad absoluta de la conversión a Dios.

Nada puede sustituir a la conversión, que es algo personal y profundo, consistente en dos movimientos: dar la espalda a lo malo y volverse a Dios. Nadie puede hacerlo en lugar de otro. No consiste en seguir la corriente, ni en ajustare a lo que otros hacen, ni en dejarse llevar por la mayoría; se trata de un acto personal y profundo, intransferible, en el que la vida entera de la persona da un giro de ciento ochenta grados.

 

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La necesidad absoluta de la conversión a Dios.

Nada puede sustituir a la conversión, que es algo personal y profundo, consistente en dos movimientos: dar la espalda a lo malo y volverse a Dios. Nadie puede hacerlo en lugar de otro. No consiste en seguir la corriente, ni en ajustare a lo que otros hacen, ni en dejarse llevar por la mayoría; se trata de un acto personal y profundo, intransferible, en el que la vida entera de la persona da un giro de ciento ochenta grados.

Así es el Amor transformador de Dios.

 

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Pro 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.

¿Acaso ha sido algún texto de las Escrituras más directo en una cuestión de vida o muerte?

 

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Rut, la compasión y el amor.​

Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos. Rut 1: 16-17

Noemí deja de insistir; entiende que, con firme determinación, Rut ha decidido quedarse con ella para siempre.

 

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Los grupos religiosos aberrantes oscurecen la claridad de la Palabra de Dios y llevan el caos al alma.

 

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A veces los problemas son tantos que sentimos que no hay escapada, pero Dios ha prometido que:

Yo soy tu refugio y tu fuerza, soy tu poderoso defensor en el peligro. Por eso no temas aunque tiemble la tierra y los montes se desplomen en el mar. Salmo 45

 

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Los grupos religiosos aberrantes oscurecen la claridad de la Palabra de Dios y llevan el caos al alma.

Dios es Dios grande y sublime. Nada lo detiene. Nada lo limita. No lo podemos encerrar en una estructura religiosa, no se pliega a los requerimientos humanos.

 

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La cruz nos muestra la suficiencia de Dios y la insuficiencia del hombre.
La cruz es el mayor altar y sacrificio de todos los tiempos por el mayor de los problemas del hombre: su pecado.

 

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La cruz nos muestra la suficiencia de Dios y la insuficiencia del hombre.
La cruz es el mayor altar y sacrificio de todos los tiempos por el mayor de los problemas del hombre: su pecado.

El problema principal del hombre no son sus problemas sino que está muerto y separado de Dios.
El objetivo central y último de Dios en la encarnación era el de vencer a la muerte (separación de Dios) para reconciliar al hombre consigo mismo por medio de la crucifixión y resurrección de Cristo.

 

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El problema principal del hombre no son sus problemas sino que está muerto y separado de Dios.
El objetivo central y último de Dios en la encarnación era el de vencer a la muerte (separación de Dios) para reconciliar al hombre consigo mismo por medio de la crucifixión y resurrección de Cristo.

El hombre que no ve su pecado no puede ver la cruz para salvación.
El hombre que no ve su condición de muerto no puede ver la resurrección de Cristo para vida eterna.

 

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La falta de temor a Dios, la falta de inclinación a la santidad practicando una religiosidad superficial y sin frutos; pero con la expectativa de recibir la ayuda divina, es parte normal de la vida de los inconversos, pero no debería serlo en aquellos que hemos conocido al Dios vivo.

 

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La falta de temor a Dios, la falta de inclinación a la santidad practicando una religiosidad superficial y sin frutos; pero con la expectativa de recibir la ayuda divina, es parte normal de la vida de los inconversos, pero no debería serlo en aquellos que hemos conocido al Dios vivo.

No deberíamos olvidar que el Señor conoce los pensamientos y las intenciones del corazón, él sabe cuando sus hijos le honran de labios pero sus corazones están lejos de él, él sabe de los muchos que solo tienen apariencia de piedad.

 

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Es cierto que la vida en ocasiones nos golpea, pero por duros que sean los golpes que esta nos da, el amor de Dios los suaviza y logra curarlos.

 

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Siempre me emociona nuestro Señor Jesús cuando leo el trato que tiene con las mujeres . Es encantador, enternecedor y respetuoso... el caso de la viuda de Naín, hace parar el féretro, resucita a su hijo y le dice lleno de ternura: ¡mujer, no llores más !
En casa de sus amigos de Betania, defiende a María porque escoge estar sentada a los pies del maestro, empapándose de sus enseñanzas.

¡¡Maravilloso Jesús.!!

 

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La pecaminosidad de la humanidad.

En Romanos 3:10-18 Pablo incluye pasajes de los Salmos e Isaías en un debate sobre la ley. Para ello, utiliza las Escrituras para concluir con confianza que toda persona ha pecado (Romanos 3:23). Por lo tanto, toda persona necesita un remedio. No podemos deshacernos de nuestro pecado de la misma manera que un leopardo puede cambiar sus manchas (Jeremías 13:23). "No hay ningún justo, ni siquiera uno" (Romanos 3:10)

 

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Dios dice, con toda certeza, que todo el mundo es pecador, incluso los que no creen serlo (ver 1 Juan 1:8). Esto significa que todo el mundo necesita un Salvador, incluso los que no creen que lo necesitan.