Así como las flores anhelan los cálidos rayos del sol, nuestra alma tiene hambre por la presencia amorosa de Jesús. Sin embargo, a diferencia de las flores, podemos encontrar al Hijo aun en los días nublados de desesperación.
Para aquellos que quieren llegar a Dios através de sus obras quiero recordarles este versiculo y que lo mastiquen. "Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra." Romanos 11:6
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
Fue Cristo y Su Gracia quien me buscó, me encontró, me salvó, me justificó, me santificó y me hará perseverar hasta el fin, porque yo no tengo fuerzas, y no puedo.
El único sermón que de verdad llega y transforma una vida, es aquel en el que el Espíritu de Dios ministra, y lo hace porque ha hallado un hombre o una mujer que ha comprendido que sin santidad, no se puede agradar a Dios.
Me gusta reflejar lo sencillo y lo cotidiano visto desde un prisma diferente, sonsacándole belleza a las cosas que aparecen ante nuestros ojos y que por desidia dejamos de contemplar con el interés que debiéramos.
Hay que buscar de Dios con tanta pasión, con tanto empeño, que consigamos sentir su caricia en nuestra piel, su amor en nuestro corazón y su presencia en todo nuestro ser.
Hay que buscar de Dios con tanta pasión, con tanto empeño, que consigamos sentir su caricia en nuestra piel, su amor en nuestro corazón y su presencia en todo nuestro ser.
Cuando niego tu nombre, niego haberte conocido.
Niego que hayas tenido un trato personal conmigo.
Niego tus milagros, tu poder, niego tus favores, tu amistad.
Cada vez que cierro mis labios y omito una alabanza hacia ti, estoy rechazando tu nombre, sin pretenderlo me convierto en Pedro que queriendo mirar hacia otro lado no pudo evitar oír el canto del gallo.