Re: La doctrina del santuario
Estimado Ernesto Gil. Saludos cordiales.
El propio
Nehemías Gordon declara que
“en tiempos de Basquiatchi [siglo XV] los caraítas de la Dispersión seguían el ciclo rabínico de 19 años mientras los que estaban en Israel seguían la aparición real del Abib, y esto a veces causaba una diferencia de un mes en el calendario” (Gordon, Nehemías, “Yom Kippur 1844”. Carta dirigida a Robert Sanders en relación con los caraítas en 1844. 27 de noviembre de 1998,
http://www.truthorfables.com/Day_of_Atonement_of_the_Karaite.htm).
Al contrario de lo que tú pretendes,
sí hay evidencias de que el Yom Kippur cayó el 22 de octubre de 1844 según el sistema caraíta.
Los caraítas aparecieron hacia el siglo VIII de nuestra era en el Cairo. Decidieron que, en lugar de basar su fe en el Talmud y la Biblia, como hacían los judíos rabínicos, ellos se quedarían solo con la Biblia. Esto implicó que se tomaran algunos ajustes en el calendario rabínico, y por eso empezaron a celebrar sus fiestas en momentos diferentes.
La Biblia especifica que la Pascua debe celebrarse durante el primer mes (Lev. 23:5).
También especifica que al día siguiente después del sábado posterior a la Pascua (diferentes interpretaciones identifican esto como un domingo o como el 16 de Nisán),
sería mecido un haz de cebada madura delante el Señor (Lev. 23:10-12).
Hasta el siglo II DC el judaísmo rabínico agregó meses a su calendario para que coincidiera con el año astronómico, de tal una manera que la cebada siempre estaba madura para la Pascua.
En los siglos posteriores decidieron confiar solamente en cálculos matemáticos relacionados con el equinoccio, y se despreocuparon totalmente de si la cebada estaba madura o no. Así, se alejaban de lo que durante milenios venían observando los judíos desde los tiempos bíblicos.
Hacia el siglo VIII los caraítas decidieron que el calendario no se debía seguir observando de esa manera, y reclamaron que debía volverse al método lunar que se usaba en la Biblia, lo cual hicieron con el transcurso de los siglos. El website caraíta The Karaite Corner nos informa:
A lo largo de la Edad Media se hizo un gran esfuerzo en enviar mensajeros a Palestina para revisar el estado de la cosecha de cebada, y no era raro que los caraítas celebraran las fiestas un mes después que los rabínicos. De un peregrino caraíta de Crimea se sabe que incluso en 1641 los caraítas del Medio Oriente todavía seguían el calendario bíblico y que en ese año celebraron las fiestas un mes después que los rabínicos (“Biblical Holidays 1999”, The Karaite Corner,
http://www.karaite-korner.org/holidays_1999.shtml).
Sin embargo, en el siglo XIX los caraítas dediden abandonar su calendario. De acuerdo con el siguiente dato publicado en 1860, se sabe que para ese año el calendario caraíta ya había sido abandonado completamente:
Y por algún tiempo la cuestión de Abib se ha abandonado aun en la tierra de Israel y ellos intercalan años usando el sistema que se mencionó arriba [es decir, el año rabínico] tal como hacemos nosotros fuera de Israel, [esto va] contra la decisión legal del Rav [abreviatura para Basquiatchi] y el Hachamim, tal vez para unir todas las comunidades y así no haber desacuerdo entre ellas y nosotros en fijar el año (Tomado de “Gefen Ha’Aderet”, Shlomoh ben Afedah Hacohen, Israel 1987, pp.22-23 (escrito en 1860) [traducción del hebreo al inglés por el líder caraíta Nehemías Gordon. Corchetes añadidos por el traductor para mayor claridad] (Robert Sanders, Day of Atonement of the Karaite Jews in 1844,
http://www.truthorfables.com/Day_of_Atonement_of_the_Karaite.htm).
Como puede observarse,
es un hecho que los caraítas habían abandonado su calendario fiel a la Biblia para el año de 1860. Pero,
¿se había abandonado ya en 1844?
Es interesante que los críticos actuales del adventismo hagan tanta alharaca porque los caraítas observaran o no observaran el Día de la Expiación el 22 de octubre de 1844. Lo que realmente nos debe interesar es, no cómo actuaron los judíos, sino cuál es exactamente el Día de la Expiación según lo que enseña la Biblia, independientemente de lo que los judíos rabínicios y caraítas hayan hecho.
La siguiente cita tomada de la publicación millerita
Signs of the Times revela que los adventistas en 1843
estaban informados acerca de la controversia interna del judaísmo en relación con el calendario que debía observarse:
Hay una disputa entre los judíos rabínicos y caraítas en relación con el momento en que debe comenzar el año… los judíos caraítas, por el contrario, todavía se adhieren a la letra de la ley Mosaica, y comienzan con la luna nueva más próxima a la cosecha de la cebada en Judea; lo cual ocurre un mes más tarde que el calendario rabínico. Por lo tanto el año judío de 1843, tal como lo reconocen los caraítas de acuerdo con la ley Mosaica, comenzó este año con la luna nueva el 29 de abril, y el año judío de 1844, comenzará con la luna nueva de abril próximo, cuando culminarán el año 1843 y los 2300 días, de acuerdo con su cómputo (Signs of the Times; 21 de junio de 1843; p. 123).
El inicio del año es fundamental para la determinación del Día de la Expiación, ya que esta fiesta debía celebrarse el día 10 del séptimo mes (Lev. 16:28).
Es obvio que, si el año se iniciaba con un mes de antelación, todas las fiestas quedaban también adelantadas.
El calendario rabínico estaba adelantado por un mes en relación con el caraíta. Esto quiere decir que las fiestas anuales se adelantaban por un mes, y por eso los caraítas exigían que fueran ubicadas en el momento exacto en que estipula la Biblia.
Es evidente, entonces, que los adventistas estaban al tanto del calendario basado en las Escrituras, y eso explica por qué sus contrincantes no los corrigieran en este sentido. Sólo si fuera erróneo el calendario asumido por los adventistas podían sus adversarios criticar algo al respecto. Pero ellos nunca comentaron nada. Además, si el año judío de 1844 comenzaba con la luna nueva en Abib, el décimo día del séptimo mes estaríamos en el 22 de octubre, y no en el 23 de septiembre.
La Revista Adventist Herald apunta la siguiente observación el 20 de marzo de 1844:
La siguiente es una comunicación del
Sr. Calman, escrita en 1836… (American Biblical Repository, abril de 1840, p. 398):
Este Sr. Calman era un rabino judío converso que para el momento cuando escribe estaba por regresar a Jerusalén desde Beirut, donde estaba recuperando la salud. Antes de ir a Beirut:
“Habiendo salido de Inglaterra, bajo la protección de unos pocos individuos privados, como misionero para los judíos en el este, primero había ido a Bagdad y luego a Jerusalén…” (p. 400). El artículo de Calman critica un libro escrito por un tal Ridley Herschell, con el cual difiere en algunos puntos. “No debéis ni por un momento suponer que pretendo culpar al Sr. H. de falsedad. Lejos de eso; porque reconozco que antes de que yo me enterara de los judíos del este, o más bien, antes de que hubiera conocido a fondo el estado de la religión y la moral entre ellos, en consecuencia de mi trabajo aquí en beneficio de sus almas, mis propias opiniones son casi las mismas del Sr. H” (p. 410).
Este contacto directo de Calman con los judíos de la época le permitieron familiarizarse con la vida cotidiana y las costumbres de Judea. ¿Qué aportes ofrece Calman para el tema que nos ocupa?
Comenzaré resaltando un hecho de gran importancia, que yo ignoraba totalmente antes de llegar a este país,
y que probará que las estaciones y festividades señaladas por Dios a la nación Judía, han sido anuladas y sustituidas por la ley oral de los Escribas y Fariseos, que es ahora el ritual de los Judíos (p. 411).
¿De qué manera quedaba afectada la celebración de las fiestas con las innovaciones rabínicas? Calman nos lo explica:
Pero hasta el presente, los judíos de Tierra Santa no tienen el menor interés en esta estación señalada y definida por Jehová, sino que siguen las normas prescritas por la ley oral,
es decir, añadiendo un mes a cada segundo o tercer año, haciendo así que el año lunar corresponda con el solar. Y cuando llega el 15º día de ניסן [nisan], de acuerdo con su cómputo, comienzan a celebrar todas las fiestas mencionadas arriba, aunque el בחדשׁ האביב [qodesh abib] puede haber pasado ya, o aun no haya llegado. En general la estación exacta ocurre después que ellos ya la han celebrado un mes antes, que es exactamente lo contrario al mandamiento de la ley, que establece que el בחדשׁ האביב [qodesh abib] preceda a la fiesta, y no la fiesta al בחדשׁ האביב [qodesh abib]. No he visto nada de espigas de trigo verde alrededor de Jerusalén en la celebración de esta fiesta (pp. 411, 412).
El avispado Sr. Calman observa a su alrededor,
ve lo que hacen los judíos, está atento a la estación,[COLOR="blue"]
consulta lo que ordena la Escritura, y se da cuenta del error.[/COLOR] Así nos informa este testigo, que nada tenía que ver con los adventistas,
que en el año 1836 los judíos de Jerusalén estaban guardando sus fiestas un mes antes de lo que la Biblia indicaba.
Por tanto, esta declaración es un punto a favor del argumento adventista, pues si los judíos celebraban el Yom Kippur el 23 de septiembre, “un mes antes”, está claro que la fecha correcta cae un mes después, esto es, el 22 de octubre.
Y esto es así sin importar que los caraítas hayan decidido plegarse a la costumbre generalizada para unificar las celebraciones. En otras palabras, poco importa que los caraítas hayan continuado o no con el método bíblico: lo que realmente importa es que dicho método es el correcto para señalar las fiestas y, como nos atestigua Calman, el calendario rabínico estaba adelanto con respecto al calendario bíblico.
En definitiva, si las fechas rabínicas “en general” estaban adelantadas “un mes”, eso quiere decir, nada más y nada menos, que el Yom Kippur celebrado por los judíos caraítas y rabínicos el 23 de septiembre de 1844, en realidad debía ser celebrado el 22 de octubre, de acuerdo con el cómputo bíblico.
Pero, ¿qué nos informa Calman acerca de los caraítas? Veamos:
Los Judíos Caraítas lo observan más tarde, porque se guían por el Abib, האביב, y culpan a aquellos de comer pan leudado durante la fiesta. Yo mismo pienso que esta acusación está fundamentada. Si esta fiesta del pan sin levadura no debe celebrarse en esta estación, cada fiesta sucesiva está desubicada de su periodo exacto, puesto que el mes de Abib האביב, está establecido en la ley de Dios como la época a la que deben seguir todas las otras (p. 412).
Como se ve, para el año de 1836 los caraítas seguían guardando el calendario según la Biblia, y contra la corriente generalizada, según lo atestigua un rabino no caraíta que estuvo en Jerusalén en ese año.
En Signs of the Times leemos el siguiente comentario en el marco de una discusión acerca de las 70 semanas de Daniel 9:
“En un «Calendario Económico» de Palestina, que ha sido preparado con el mayor cuidado, aparece la siguiente observación bajo el mes que comienza en la luna nueva de Abril. «Trigo, zea o espelta y cebada maduros»” (Signs of the Times; 5 de diciembre, 1843; p. 134).
Otra revista adventista que trató el tema del calendario caraíta fue The Midnight Cry, en donde aparece un artículo relacionado con el año judío:
El cálculo rabínico señala el primer día de Nisán con la primera luna nueva más próxima al día en que entra el sol en Aries, en el equinoccio vernal. Debe observarse, sin embargo, que los judíos caraítas sostienen que los rabinos han cambiado el Calendario, de tal modo que los primeros frutos del 16 de Nisán serían imposibles si el tiempo se calcula de acuerdo con los cálculos rabínicos, porque la cebada todavía no está en espiga en Jerusalén sino hasta un mes más tarde. Los relatos de muchos viajeros confirman la posición de los caraítas. (The Midnight Cry; 11 de octubre de 1844; p. 117. Énfasis añadido).
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.