MARCELINO Daniel no pudo ver a la Iglesia entre la semana 69 y la 70, por esta sencilla razón:
"Era un misterio"
Si dejas la acostumbrada fidelidad a Elena de White y te pones a estudiar la Escritura por ti mismo, con la ayuda del Espíritu Santo podrás reconocer varios misterios que han sido revelados en el NT, como por ejemplo:
El misterio de iniquidad, que culmina con la revelación del inicuo.
2 Tesalonicenses 2:7-8.
El misterio de que, a la venida del Señor, algunos de Su pueblo pasarán al cielo como lo hizo Elías: «sin probar la muerte ni conocer el sepulcro»
1 Corintios 15:51
El misterio de que en la presente dispensación los creyentes son unidos a Cristo en una relación especial como miembros de un cuerpo del que Él mismo es la cabeza.
Efesios 3:4-6; 5:30-32; 1 Corintios 12:12-13
Aquí, pues, tenemos unos «misterios» específicos respecto a los cuales las Escrituras anteriores callaban; y se puede añadir que, aunque están ahora revelados, siguen siendo desconocidos por la mayoría de los foristas enemigos de la gloria de Cristo como nuestro Libertador de la ira venidera sobre la tierra (1Ts.1:10).
Así como la doctrina de la justificación por la Fe, estando escrita en la Biblia, fue enfatizada por Lutero, quien basado en este pasaje:
Hab_2:4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.
Entendió que el pago de las indulgencias por perdón de pecados era un fraude del catolicismo romano, de la misma manera la doctrina de la reconciliación, para todo aquel que crea en Cristo, solo puede darse en este tiempo de la edad de la Iglesia.
Estas son verdades esencialmente para el creyente, entender que es en este período de gracia, que el Señor otorga perdón de pecados por medio de la Fe en su Hijo.
Y esto solo ocurre entre la semana 69 y la 70 de la profecía de Daniel, algo que el profeta jamás le fue mostrado y murió sin saber, que no era para ellos la gracia de esta salvación, sino para nosotros.
Cosas en las cuales anhelan saber los ángeles.
Así que debes de sentirte privilegiado de ser arrebatado al cielo antes del juicio de Dios sobre los moradores de la tierra, como lo fue Enoc antes del diluvio.
Siéntase mejor.
