Y la resurrección es en la segunda venida de Jesús, que viene a salvar a los que le esperan
Hebreos 9:28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
Esto es muy distinto a su venida profetizada con poder y gloria, donde sus pies se posan en el monte de los Olivos (Zac.14:4) mata al anticristo con el resplandor de su venida, juzga las naciones y establece su reino milenial.
Esta venida sin relación con el pecado pertenece a la IGLESIA (1Ts.1:10) y nuestro encuentro con él será en el aire (1Ts.4:17).
En la segunda venida del Señor a Israel y las naciones todo ojo le verá y los judíos harán lamentación por el que traspasaron.
Apo 1:7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá,
y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
Apo 1:8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
LA IGLESIA AMA Y ESPERA AL QUE TRASPASARON AQUÍ EN LA TIERRA.
No hay lamentación, hay gozo, hay recompensas, seremos examinados en el Tribunal de Cristo, no para condenación ni nada parecido, sino para recibir recompensas o pérdida de ellas.
No debemos confundir los propósitos de Cristo con su Iglesia, los cuales no aparecen registrados en la profecía, por cuanto son revelaciones del Nuevo Testamento asociadas a su Iglesia como ciudadanos celestiales que somos. Y mucho menos relacionarlos con los propósitos terrenales ya establecidos con Israel y los gentiles, por cuanto Cristo sale deshonrado.
Cada cosa en su debido lugar.
Cada grupo en su debido contexto histórico.
Los judíos y gentiles, dentro de los moradores de la tierra.
La Iglesia de Cristo dentro de su contexto celestial.