Y NO LAS PUEDE ENTENDER PORQUE SE HAN DE DISCERNIR ESPIRITUALMENTE
El arrebatamiento es un asunto de Fe.
Si leo que esta promesa del mismo Señor:
"Vendré otra vez y os tomaré a mí mismo"
Para trasladarnos a la Casa de su Padre en el cielo (Jn.14:1-3),
No solo es repetida por el apóstol a los gentiles, cuando afirma que su verdadera Iglesia será arrebatada antes de la Gran Tribulación:
"Esperando de los cielos a Jesús, quien nos libra de la ira venidera" (1Ts.1:10)
Y más adelante, en esta misma carta (1Ts.4:13-18) contemplo cómo es la venida del Señor, el cual no desciende a la tierra, sino como fruto de su crucifixión entre el cielo y la tierra afirma:
Jua_12:32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.
Señala que su poder será como un imán gigantesco, el cual no atraerá partículas de Heno, madera, y hojarasca, sino puro Hierro de la superficie de la tierra, sean vivos o muertos resucitados, para encontrarnos con él en el aire, tengo, necesariamente que reconocer, con tristeza profunda, que los materiales espirituales con los cuales están hechos Marcelino, Antisistema, Miniyo, y otros apóstatas como ellos, no los capacita para ser arrebatados, sino que Dios les ha enviado un poder engañoso para crean la mentira y sean incluidos dentro de los que serán sellados en la frente y en las manos por el anticristo, luego que su Iglesia haya sido arrebatada.
Ellos han rechazado la verdad para ser salvos y se complacieron en la mentira de un "cristo cruel" que entrega su Iglesia en manos del anticristo.
Amaron más las tinieblas que la luz, por cuanto sus obras eran malas.
Nacieron para perdición, siendo manipulados por el diablo para presentar un falso cristo traidor a su Iglesia, la cual ha venido sufriendo a lo largo de todos estos 20 siglos de persecución y martirio, y ya en la Gran Tribulación, en lugar de glorificar a Cristo como nuestro Libertador de la ira venidera, lo que hacen es presentarlo como cómplice del anticristo.
Más les valiera no haber nacido, que habiendo ocurrido, sean presa del engaño del mismo diablo.
Todo por haber endurecido su corazón a la promesa del Señor:
" Vendré otra vez y os tomaré a mí mismo"
¿Cuándo Señor?
"Antes de la Gran Tribulación (1Ts.1:10)."