La clase de religion que Ud. profesa es la siguiente:
No somos religiosos.
Empiezas mal tu mensaje.
Con frecuencia se nos hace la pregunta:
¿Cómo se llaman ustedes?
¿Qué nombre tenemos?
Generalmente, quienes nos hacen estas preguntas son creyentes que se congregan en otros lugares identificados con un "nombre", sea de orientación pentecostal, o bautista, o metodista, o romanista.
Y se les hace difícil entender por qué nosotros no tenemos nombre.
Pero una verdad de la Iglesia de Dios sobre la tierra, una asamblea congregada en el nombre del Señor, no tiene nombre.
En primer lugar cuando el Señor mencionó por primera vez una asamblea congregada alrededor de su Persona, dijo:
"Por qué dónde están dos o tres congregados en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos"
Y esa enseñanza, salida de los mismos labios de Aquél, que ha sido dado, por sobre todas las cosas, como Cabeza de su Cuerpo que es la Iglesia, no se identifica con ningún nombre, con ningún título, sino con él mismo.
Y esto nos hace entender que el Señor mismo es el que preside, el que tiene un orden a seguir dentro del culto, sea de oración, sea de estudio de su Palabra, o de Ministerio, en en la Cena del Señor.
¿Y cómo lo hace?
Nos ha dejado al Espíritu Santo, quien toma de lo de Cristo y nos lo comunica, nos lo hace saber.
Esto explica por qué es tan necesario ser llenos del Espíritu Santo, para poder entender, que todo en Cristo es completamente nuevo.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y es útil para enseñar, pero en este tesoro, hay cosas viejas y cosas nuevas, hay cosas que me es imposible aplicar a la Iglesia.
Por ejemplo las promesas terrenales, las tales fueron dadas a un pueblo terrenal, a Israel.
Tampoco puedo dividir a la Iglesia en 12 tribus.
Y mucho menos enseñar que Cristo viene por su Iglesia como Rey de reyes.
Tal retorno no es así, nosotros amamos al Señor y amamos su venida, pero el no viene como Rey en relación con el pecado, a juzgar a las naciones, y a apartar a los cabritos de las ovejas para darles entrada al Reino Milenial.
Tal retorno no tiene nada que ver con la Iglesia.
El viene por nosotros, en sentido figurado, a librarnos de la ira venidera.
¿Por qué?
Porque somos el objeto del amor del Hijo, estamos en su corazón, somos el fruto de la aflicción de su alma.
Y en sus promesas, el dijo que vendrá otra vez y nos tomará a sí mismo, porque quiere que dónde el está ahora, nosotros también estemos.
Y el apóstol Pablo nos dice por el Espíritu Santo lo siguiente:
2Co 11:2 Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.
¿Que significan estas palabras?
Que la Iglesia es la Esposa del Cordero.
Él Señor no viene en Juicio, el viene lleno de amor por su Esposa, y nosotros lo amamos a él y amamos su venida.
¿Si entiende por qué no somos religiosos?
Ahora que ocurre con ustedes, Antisistema, Miniyo, Marcelino y Patricio Céspedes.
La respuesta la da la misma Escritura, si necesidad de este servidor descalificarlos, es la misma Escritura que los discierne y los ubica en esta categoría, del versículo siguiente:
ADVERTENCIA APOSTÓLICA
2Co 11:3 Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.
2Co 11:4 Porque si viene alguno predicando a
otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís
otro espíritu que el que habéis recibido, u
otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;
Entonces todos los mensajes de ustedes, se caracterizan por estos tres ingredientes:
Otro Jesús, otro espíritu, y otro evangelio.
ASÍ SON USTEDES, PARA NO MÁNDARLO A DECIR CON NADIE.