PABLO LO DIJO:
NO VENDRÁ SIN QUE ANTES SE MANIFIESTE EL HOMBRE DE PECADO
ESTAS EQUIVOCADO, LO QUE SE ESTÁ NEGANDO ES QUE EL DÍA DEL SEÑOR ESTÉ CERCA.
¿Qué es lo que no vendrá? Lee y aplica:
Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,
Este primer versículo, cuando habla de
"nuestra reunión con Él", con Jesús en el aire, fuera de la tierra, está expresamente ligado al versículo 17 del capítulo 4 de su carta anterior a esta, leemos:
1Ts 4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
2Ts 2:2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra,
en el sentido de que el día del Señor está cerca.
Habiendo dejado claro que el arrebatamiento de la Iglesia es previo, es anterior, es un evento que ocurre ANTES DEL DÍA DEL SEÑOR.
¿QUÉ ES EL DÍA DEL SEÑOR?
Es un período profético que aparece asociado al Día de Jehová en el AT, caracterizado por los juicios de Dios sobre los moradores de la tierra al pueblo de Daniel, Israel, y a la ciudad santa de Daniel, Jerusalén.
Algunos ejemplos bastarán:
Isa 34:2 Porque Jehová está airado contra todas las naciones, e indignado contra todo el ejército de ellas; las destruirá y las entregará al matadero.
Jer 30:7 ¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.
Y AQUÍ ESTÁ LA ADVERTENCIA:
2Ts 2:3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
CONCLUSIÓN:
La siguiente cita:
Apo 13:7 Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
Apo_13:7 explica claramente que todos los que están incluidos en la Gran Tribulación estarán sujetos a la bestia, y por medio de ella a Satanás, quien le da a la bestia el poder.
Si la Iglesia estuviera en este período, estaría sujeta a Satanás, y Cristo perdería su lugar como Cabeza, o El mismo, debido a la unión con la Iglesia, estaría sujeto a la autoridad de Satanás.
Tal cosa no se puede ni pensar.
Por tanto, se concluye que la naturaleza celestial y su promesa de ser librada de la ira venidera (1Ts.1:10), le impiden estar dentro de la Gran Tribulación, que corresponde a la semana 70 de la profecía de Daniel.