Este varón sigue aumentando ascuas de fuego sobre su cabeza.
En la iglesia primitiva, el retorno del Señor, su inminencia, en cualquier momento, es una esperanza que palpita en el corazón de cada asamblea, en cada creyente.
En Jerusalén, luego del descenso del Espíritu Santo, a morar en la Iglesia de Cristo; la multitud reunida por el asombro de contemplar a un hombre, cojo de nacimiento, conocido por todos, saltando y acompañado de Pedro y Juan, escuchó de nuevo, que su arrepentimiento nacional, daría como fruto, el retorno del Señor ANTES DE TIEMPO.
Leamos:
Hechos 3:19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
20 y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;
21 a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.
Ciudadano Marcelino:
La expresión en letras grandes y subrayadas en negro, esta asociada a los tratos de Dios con la raza humana, que la misma biblia identifica con el nombre de DISPENSACIONES, como está escrito:
Efesios 1:10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
A esta dispensación se refiere Pedro en Hechos 3:21, dándole a entender a la multitud, que está escrito su retorno en Juicio, con poder y gloria, tal como anuncian los profetas (Jer.30:7;Zac.14:4-5), pero que si se arrepienten, el Señor regresa inmediatamente, para rescatarlos de la ira venidera.
Pero ellos no se arrepintieron y más bien, el libro de los hechos constituye el testimonio de la apostasía de Israel, que finaliza llevando este mensaje (Hch.20:24) de liberación a los gentiles, leemos:
Hechos 28:28 Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán.
29 Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí.
Y no fue Pedro el encargado de enseñar, el arrebatamiento escuchado por ellos en Juan 14:1-3.
Al endemoniado gadereno el Señor lo transformó en un misionero enviado a Decápolis.
A Saulo de Tarso, otro endemoniado, y asesino, Cristo mismo desciende de la Casa de su Padre y en su camino a Damasco lo evangeliza y lo transforma, no en un misionero local, sino a todas las naciones, revelando con detalles, el arrebatamiento de la Iglesia antes de la ira venidera, tiempos de refrigerio que rechazó Israel, leemos:
Efesios 3:9 y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas;
10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,
El misterio escondido del arrebatamiento, antes de la ira venidera (1Ts.1:10; 5:9) nunca fue propiedad de los profetas antiguos, ni le pertenece a Lacunza o a Darby.
Le pertenece a la genuina Iglesia de Cristo.
Los judíos rechazaron arrepentirse hasta el día de hoy.
La religión, cuando se divorcia de la vida espiritual, parece tener un misterioso poder para cerrar, endurecer y corromper el corazón humano.
Nosotros amamos a Jesús, rechazado por su pueblo, y amamos su retorno antes de la ira venidera, y Dios nos recompensa con una corona, lea:
Santa Biblia Reina Valera 1960 - 2 Timoteo 4
8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Forista Marcelino, hay una corona esperando por ti, no dejes a Jesús esperando, por recibir primero al anticristo en la Gran Tribulación que se avecina sobre todos los moradores de la tierra.
Mucha verborrea, maquillada con textos bíblicos, pero sin nada que sostenga que el Señor arrebatará a su iglesia varios años antes de su segunda venida.