Recuerda que la prueba viene sobre el mundo, no sobre la Iglesia, la iglesia no es el mundo.
Cuando leemos
"...Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación..." Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Ap 13:7,8.
Debe entenderse sobre el contexto de que ya no estaremos aquí, por tanto esos "santos" son..los mismos santos de siempre, judíos convertidos conforme a profecía Bíblica que es incuestionable.
Los judíos se convertirán al Señor Jesús, tal y como ocurrió al principio de la iglesia, se convertirán les será quitado el velo y entonces verán a Aquel que traspasaron.
Pues bien, a esto santos recién convertidos son en quienes se cumplirá la profecía de Israel como la luz del mundo y predicarán el evangelio eterno como testimonio al mundo, y hablarán con denuedo en las sinagogas donde serán entregados, pero los vencerá el Anticristo, morirán como mártires de Jesús, morirán decapitados y entonces y solo entonces tendrán derecho a lavar sus ropas en la sangre del Cordero, tu no, tu no vas a lavar tu ropa, ya alguien la lavó por ti, tu ya fuiste bautizado, regenerado, y lavado, de hecho estas muerto...pues así el resto de la iglesia ¿como crees que deberemos pagar el precio de nuestras salvación de ese modo, muriendo una vez más, si ya estamos muertos? No tiene ningún sentido.
El otro gran protagonista es el mundo, ellos se dividirán en dos: aquellos que adoren a la bestia y lo que no. Los últimos son la gran muchedumbre que salió victoriosa.
Pues bien todos ellos tanto judíos convertidos (estos servirán en el templo) como gentiles que no se dejaron marcar, vivirán en la tierra mil años y vendrán a Jerusalen a adorar al Rey de reyes, pero al final se revelarán contra Dios, nosotros no, pues Cristo estará con nosotros hasta el fin del mundo. Nosotros estaremos con Cristo siempre, por la eternidad, no mil años.
