juicio en el Sanedrin

7 Febrero 2012
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Muchos comentaristas jurídicos que han analizado el relato evangélico del juicio de Jesús han llegado a la conclusión de que fue toda una pantomima, pues no se hizo verdadera justicia. Taylor Innes declaró: “Un juicio que iniciara, concluyera y en el que se pronunciara formalmente la condena, entre la medianoche y el mediodía siguiente, se oponía por completo a las reglas de la ley hebrea y a los principios de justicia”. Un profesor de Derecho señaló: “Todo el proceso estuvo lleno de ilegalidades tan crasas e irregularidades tan flagrantes que el resultado puede considerarse un verdadero asesinato jurídico”.

Las leyes judías en los primeros siglos. La tradición oral judía, de gran antigüedad, se puso por escrito en los primeros siglos de nuestra era. He aquí algunas de sus reglas.
▪ En los procesos de pena capital, primero se escuchaban los argumentos de absolución
▪ Los jueces hacían todo lo posible por evitar la pena de muerte al acusado
▪ Los jueces podían pelear a favor del acusado pero no en su contra
▪ Se advertía a los testigos sobre la seriedad de su cometido
▪ No se interrogaba a un testigo ante la presencia de otro, sino por separado
▪ El testimonio tenía que concordar en todos los datos esenciales del acto imputado (fecha, lugar, hora, etc.)
▪ Los asuntos con posible pena de muerte se debían juzgar de día y concluir de día
▪ Los procesos de pena capital no podían celebrarse en la víspera de un sábado o de una fiesta
▪ Los casos que implicaban la pena capital debían comenzar y terminar el mismo día si el veredicto era a favor del acusado; pero si era en su contra, concluía al día siguiente, cuando se anunciaba el veredicto y se ejecutaba la sentencia
▪ Un mínimo de veintitrés jueces atendían estos casos
▪ Comenzando por el de menor antigüedad, los jueces votaban uno a uno por la absolución o la condena; los escribas anotaban las alegaciones tanto a favor de la absolución como a favor de la condena
▪ Se requería un voto de diferencia para absolver al acusado pero dos votos de diferencia para condenarlo; si la mayoría ganaba por un solo voto a favor de la condena, se añadían dos jueces, tantas veces como fuera necesario, hasta que se llegara a una decisión legalmente válida
▪ Si no había al menos un juez a favor del acusado, el veredicto de culpabilidad no era válido; un veredicto unánime de condena se consideraba “indicio de conspiración”
Irregularidades en el juicio de Jesús
▪ El tribunal no solicitó argumentos ni testigos a su favor
▪ Ninguno de los jueces intentó defenderlo; todos estaban en su contra
▪ Los sacerdotes buscaron testigos falsos para condenarlo a muerte
▪ El caso se atendió de noche a puertas cerradas
▪ El juicio comenzó y terminó el mismo día, en la víspera de una fiesta
▪ Antes de su arresto no existía ninguna denuncia o cargo contra él
▪ No se hicieron investigaciones sobre la acusación de blasfemia por llamarse a sí mismo Mesías
▪ Al presentar el caso ante Pilato, se cambió la acusación
▪ Los cargos eran falsos
▪ Pilato lo declaró inocente; aun así, lo mandó ejecutar

Antes de que los testigos presentaran su testimonio en los procesos con posible pena capital, los tribunales judíos les hacían la siguiente advertencia relacionada con el valor de la vida:
“¿Lo que ustedes dicen no estará basado en suposiciones, o en rumores, o en lo que les dijeron otros testigos, o en lo que les dijo una persona digna de confianza? ¿Ustedes saben que sus declaraciones las vamos a someter a investigaciones e indagaciones? Tengan en cuenta que los juicios criminales no son como los procesos por dinero. En las causas por dinero [el testigo] puede indemnizar y expiar de ese modo [el daño]; en los juicios criminales responde por la sangre [derramada], y la de sus descendientes hasta el fin del mundo.” (El Talmud de Babilonia, “Sanedrín”, 37a.)

Cuando al acusado se le declaraba culpable, los testigos tenían que participar en la ejecución (Levítico 24:14; Deuteronomio 17:6, 7).


Tomado de la Atalaya del 1/4 del 2011.

Yo no soy TJ pero esto parase ser algo interesante
Pablo dice analizadlo todo y retened lo bueno



 
Re: juicio en el Sanedrin

VEamos que dicen LOS EVANGELIOS SOBRE EL JUCIO EN EL SANEDRIN

Mateo 26
20 Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce
21 y, mientras comían, Jesús les dijo: «Les aseguro que uno de ustedes me entregará».
22 Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: «¿Seré yo, Señor?».
23 El respondió: «El que acaba de servirse de la misma fuente que yo, ese me va a entregar.
24 El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!».
25 Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: «¿Seré yo, Maestro?». «Tú lo has dicho», le respondió Jesús.
26 Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen y coman, esto es mi Cuerpo».
27 Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, diciendo: «Beban todos de ella,
28 porque esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos para la remisión de los pecados.
29 Les aseguro que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el Reino de mi Padre».
30 Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monto de los Olivos.
31 Entonces Jesús les dijo: «Esta misma noche, ustedes se van a escandalizar a causa de mí. Porque dice la Escritura: Heriré al pastor, y se dispersarán las ovejas del rebaño.
32 Pero después que yo resucite, iré antes que ustedes a Galilea».
33 Pedro, tomando la palabra, le dijo: «Aunque todos se escandalicen por tu causa, yo no me escandalizaré jamás».
34 Jesús le respondió: «Te aseguro que esta misma noche, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces».
35 Pedro le dijo: «Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré». Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
36 Cuando Jesús llegó con sus discípulos a una propiedad llamada Getsemaní, les dijo: «Quédense aquí, mientras yo voy allí a orar».
37 Y llevando con él a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse.
38 Entonces les dijo: «Mi alma siente una tristeza de muerte. Quédense aquí, velando conmigo».
39 Y adelantándose un poco, cayó con el rostro en tierra, orando así: «Padre mío, si es posible, que pase lejos de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya».
40 Después volvió junto a sus discípulos y los encontró durmiendo. Jesús dijo a Pedro: «¿Es posible que no hayan podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora?
41 Estén prevenidos y oren para no caer en tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil».
42 Se alejó por segunda vez y suplicó: «Padre mío, si no puede pasar este cáliz sin que yo lo beba, que se haga tu voluntad».
43 Al regresar los encontró otra vez durmiendo, porque sus ojos se cerraban de sueño.
44 Nuevamente se alejó de ellos y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras.
45 Luego volvió junto a sus discípulos y les dijo: «Ahora pueden dormir y descansar: ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.
46 ¡Levántense! ¡Vamos! Ya se acerca el que me va a entregar».
47 Jesús estaba hablando todavía, cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de una multitud con espadas y palos, enviada por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo.
48 El traidor les había dado la señal: «Es aquel a quien voy a besar. Deténganlo».
49 Inmediatamente se acercó a Jesús, diciéndole: «Salud, Maestro», y lo besó.
50 Jesús le dijo: «Amigo, ¡cumple tu cometido!». Entonces se abalanzaron sobre él y lo detuvieron.
51 Uno de los que estaban con Jesús sacó su espada e hirió al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja.
52 Jesús le dijo: «Guarda tu espada, porque el que a hierro mata a hierro muere.
53 ¿O piensas que no puedo recurrir a mi Padre? El pondría inmediatamente a mi disposición más de doce legiones de ángeles.
54 Pero entonces, ¿cómo se cumplirían las Escrituras, según las cuales debe suceder así?».
55 Y en ese momento dijo Jesús a la multitud: «¿Soy acaso un ladrón, para que salgan a arrestarme con espadas y palos? Todos los días me sentaba a enseñar en el Templo, y ustedes no me detuvieron».
56 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que escribieron los profetas. Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.
57 Los que habían arrestado a Jesús lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote Caifás, donde se habían reunido los escribas y los ancianos.

58 Pedro lo seguía de lejos hasta el palacio del Sumo Sacerdote; entró y se sentó con los servidores, para ver cómo terminaba todo.
59 Los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban un falso testimonio contra Jesús para poder condenarlo a muerte;
60 pero no lo encontraron, a pesar de haberse presentado numerosos testigos falsos. Finalmente, se presentaron dos
61 que declararon: «Este hombre dijo: "Yo puedo destruir el Templo de Dios y reconstruirlo en tres días"».
62 El Sumo Sacerdote, poniéndose de pie, dijo a Jesús: «¿No respondes nada? ¿Qué es lo que estos declaran contra ti?».
63 Pero Jesús callaba. El Sumo Sacerdote insistió: «Te conjuro por el Dios vivo a que me digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios».
64 Jesús le respondió: «Tú lo has dicho. Además, les aseguro que de ahora en adelante verán al hijo del hombre sentarse a la derecha del Todopoderoso y venir sobre las nubes del cielo».
65 Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: «Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Ustedes acaban de oír la blasfemia.
66 ¿Qué les parece?». Ellos respondieron: «Merece la muerte».
67 Luego lo escupieron en la cara y lo abofetearon. Otros lo golpeaban,
68 diciéndole: «Tú, que eres el Mesías, profetiza, dinos quién te golpeó».
69 Mientras tanto, Pedro estaba sentado afuera, en el patio. Una sirvienta se acercó y le dijo: «Tú también estabas con Jesús, el Galileo».
70 Pero él lo negó delante de todos, diciendo: «No sé lo que quieres decir». (negación 1)
71 Al retirarse hacia la puerta, lo vio otra sirvienta y dijo a los que estaban allí: «Este es uno de los que acompañaban a Jesús, el Nazareno».
72 Y nuevamente Pedro negó con juramento: «Yo no conozco a ese hombre».(negación 2, Aún donde Caifás)
73 Un poco más tarde, (no dice ni al dia siguiente ni días despues ni nada(los que estaban allí se acercaron a Pedro y le dijeron: «Seguro que tú también eres uno de ellos; hasta tu acento te traiciona».
74 Entonces Pedro se puso a maldecir y a jurar que no conocía a ese hombre. (negación 3)En seguida cantó el gallo,
75 y Pedro recordó las palabras que Jesús había dicho: «Antes que cante el gallo, me negarás tres veces». Y saliendo, lloró amargamente.

Todo eso "ESTA MISMA NOCHE" UNA SOLA NOCHE....


MARCOS:
17 Al atardecer, Jesús llegó con los Doce.
18 Y mientras estaban comiendo, dijo: «Les aseguro que uno de ustedes me entregará, uno que come conmigo».
19 Ellos se entristecieron y comenzaron a preguntarle, uno tras otro: «¿Seré yo?»
20 El les respondió: «Es uno de los Doce, uno que se sirve de la misma fuente que yo.
21 El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!».
22 Mientras comían, Jesús tomo el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen, esto es mi Cuerpo».
23 Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella.
24 Y les dijo: «Esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos.
25 Les aseguro que no beberá más del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios».
26 Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos.
27 Y Jesús les dijo: «Todos ustedes se van a escandalizar, porque dice la Escritura: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas.
28 Pero después que yo resucite, iré antes que ustedes a Galilea».
29 Pedro le dijo: «Aunque todos se escandalicen, o no me escandalizaré».
30 Jesús le respondió: «Te aseguro que hoy, esta misma noche, antes que cante el gallo por segunda vez, me habrás negado tres veces».
31 Pero él insistía: «Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré». Y todos decían lo mismo.
32 Llegaron a una propiedad llamada Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: «Quédense aquí, mientras yo voy a orar».
33 Después llevó con él a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir temor y a angustiarse.
34 Entonces les dijo: «Mi alma siente una tristeza de muerte. Quédense aquí velando».
35 Y adelantándose un poco, se postró en tierra y rogaba que, de ser posible, no tuviera que pasar por esa hora.
36 Y decía: «Abba –Padre– todo te es posible: aleja de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya».
37 Después volvió y encontró a sus discípulos dormidos. Y Jesús dijo a Pedro: «Simón, ¿duermes? ¿No has podido quedarte despierto ni siquiera una hora?
38 Permanezcan despiertos y oren para no caer en la tentación, porque es espíritu está dispuesto, pero la carne es débil».
39 Luego se alejó nuevamente y oró, repitiendo las mismas palabras.
40 Al regresar, los encontró otra vez dormidos, porque sus ojos se cerraban de sueño, y no sabían qué responderle.
41 Volvió por tercera vez y les dijo: «Ahora pueden dormir y descansar. Esto se acabó. Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.
42 ¡Levántense! ¡Vamos! Ya se acerca el que me va a entregar».
43 Jesús estaba hablando todavía, cuando se presentó Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, enviado por los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos.
44 El traidor les había dado esta señal: «Es aquel a quien voy a besar. Deténganlo y llévenlo bien custodiado».
45 Apenas llegó, se le acercó y le dijo: «Maestro», y lo besó.
46 Los otros se abalanzaron sobre él y lo arrestaron.
47 Uno de los que estaban allí sacó la espada e hirió al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja.
48 Jesús les dijo: «Como si fuera un bandido, han salido a arrestarme con espadas y palos.
49 Todos los días estaba entre ustedes enseñando en el Templo y no me arrestaron. Pero esto sucede para que se cumplan las Escrituras».
50 Entonces todos lo abandonaron y huyeron.
51 Lo seguía un joven, envuelto solamente con una sábana, y lo sujetaron;
52 pero él, dejando la sábana, se escapó desnudo.
53 Llevaron a Jesús ante el Sumo Sacerdote, y allí se reunieron todos los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas.
54 Pedro lo había seguido de lejos hasta el interior del palacio del Sumo Sacerdote y estaba sentado con los servidores, calentándose junto al fuego.
55 Los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban un testimonio contra Jesús, para poder condenarlo a muerte, pero no lo encontraban.
56 Porque se presentaron muchos con falsas acusaciones contra él, pero sus testimonios no concordaban.
57 Algunos declaraban falsamente contra Jesús:
58 «Nosotros lo hemos oído decir: "Yo destruiré este Templo hecho por la mano del hombre, y en tres días volveré a construir otro que no será hecho por la mano del hombre"».
59 Pero tampoco en esto concordaban sus declaraciones.
60 El Sumo Sacerdote, poniéndose de pie ante la asamblea, interrogó a Jesús: «¿No respondes nada a lo que estos atestiguan contra ti?».
61 El permanecía en silencio y no respondía nada. El Sumo Sacerdote lo interrogó nuevamente: «¿Eres el Mesías, el Hijo de Dios bendito?».
62 Jesús respondió: «Así, yo lo soy: y ustedes verán al Hijo del hombre sentarse a la derecha del Todopoderoso y venir entre las nubes del cielo».
63 Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras y exclamó: «¿Qué necesidad tenemos ya de testigos?
64 Ustedes acaban de oír la blasfemia. ¿Qué les parece?». Y todos sentenciaron que merecía la muerte.
65 Después algunos comenzaron a escupirlo y, tapándole el rostro, lo golpeaban, mientras le decían: «¡Profetiza!». Y también los servidores le daban bofetadas.
66 Mientras Pedro estaba abajo, en el patio, llegó una de las sirvientas del Sumo Sacerdote
67 y, al ver a Pedro junto al fuego, lo miró fijamente y le dijo: «Tú también estabas con Jesús, el Nazareno».
68 El lo negó, diciendo: «No sé nada; no entiendo de qué estás hablando»( negación 1). Luego salió al vestíbulo.
69 La sirvienta, al verlo, volvió a decir a los presentes: «Este es uno de ellos».
70 Pero él lo negó nuevamente (negación 2 , solo unos momentos mas tarde ). Un poco más tarde (solo un poco más tarde, ni dias), los que estaban allí dijeron a Pedro: «Seguro que eres uno de ellos, porque tú también eres galileo».
71 Entonces él se puso a maldecir y a jurar que no conocía a ese hombre del que estaban hablando.(negación 3)
72 En seguida cantó el gallo por segunda vez. Pedro recordó las palabras que Jesús le había dicho: «Antes que cante el gallo por segunda vez, tú me habrás negado tres veces». Y se puso a lorar.

Todo esto sucedió "ESTA MISMA NOCHE" .... una sola noche


Lucas 22

14 Llegada la hora (de la cena), Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo:
15 «He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión,
16 porque les aseguro que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios».
17 Y tomando una copa, dio gracias y dijo: «Tomen y compártanla entre ustedes.
18 Porque les aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios».
19 Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía».
20 Después de la cena hizo lo mismo con la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes.
21 La mano del traidor está sobre la mesa, junto a mí.
22 Porque el Hijo del hombre va por el camino que le ha sido señalado, pero ¡ay de aquel que lo va a entregar!».
23 Entonces comenzaron a preguntarse unos a otros quién de ellos sería el que iba a hacer eso.
24 Y surgió una discusión sobre quién debía ser considerado como el más grande.
25 Jesús les dijo: «Los reyes de las naciones dominan sobre ellas, y los que ejercen el poder sobre el pueblo se hacen llamar bienhechores.
26 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor.
27 Porque, ¿quién es más grande, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es acaso el que está a la mesa? Y sin embargo, yo estoy entre ustedes como el que sirve.
28 Ustedes son los que han permanecido siempre conmigo en medio de mis pruebas.
29 Por eso yo les confiero la realeza, como mi Padre me la confirió a mí,
30 Y en mi Reino, ustedes comerán y beberán en mi mesa, y se sentarán sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
31 Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido poder para zarandearlos como el trigo,
32 pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, después que hayas vuelto, confirma a tus hermanos».
33 «Señor, le dijo Pedro, estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel y a la muerte».
34 Pero Jesús replicó: «Yo te aseguro, Pedro, que hoy, antes que cante el gallo, habrás negado tres veces que me conoces».
35 Después les dijo: «Cuando los envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalias, ¿les faltó alguna cosa?».
36 «Nada», respondieron. El agregó: «Pero ahora el que tenga una bolsa, que la lleve; el que tenga una alforja, que la lleve también; y el que no tenga espada, que venda su manto para comprar una.
37 Porque les aseguro que debe cumplirse en mí esta palabra de la Escritura: Fue contado entre los malhechores. Ya llega a su fin todo lo que se refiere a mí».
38 «Señor, le dijeron, aquí hay dos espadas». El les respondió: «Basta».
39 En seguida Jesús salió y fue como de costumbre al monte de los Olivos, seguido de sus discípulos.
40 Cuando llegaron, les dijo: «Oren, para no caer en la tentación».
41 Después se alejó de ellos, más o menos a la distancia de un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba:
42 «Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya».
43 Entonces se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba.
44 En medio de la angustia, él oraba más intensamente, y su sudor era como gotas de sangre que corrían hasta el suelo.
45 Después de orar se levantó, fue hacia donde estaban sus discípulos y los encontró adormecidos por la tristeza.
46 Jesús les dijo: «¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren para no caer en la tentación».
47 Todavía estaba hablando, cuando llegó una multitud encabezada por el que se llamaba Judas, uno de los Doce. Este se acercó a Jesús para besarlo.
48 Jesús le dijo: «Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?».
49 Los que estaban con Jesús, viendo lo que iba a suceder, le preguntaron: «Señor, ¿usamos la espada?»
50 Y uno de ellos hirió con su espada al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja derecha.
51 Pero Jesús dijo: «Dejen, ya está». Y tocándole la oreja, lo curó.
52 Después dijo a los sumos sacerdotes, a los jefes de la guardia del Templo y a los ancianos que habían venido a arrestarlo: «¿Soy acaso un ladrón para que vengan con espadas y palos?
53 Todos los días estaba con ustedes en el Templo y no me arrestaron. Pero esta es la hora de ustedes y el poder de las tinieblas».
54 Después de arrestarlo, lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote. Pedro lo seguía de lejos.
55 Encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor de él y Pedro se sentó entre ellos.
56 Una sirvienta que lo vio junto al fuego, lo miró fijamente y dijo: «Este también estaba con él».
57 Pedro lo negó diciendo: «Mujer, no lo conozco». (negación 1)
58 Poco después (poco después no significa otro dia), otro lo vio y dijo: «Tú también eres uno de aquellos». Pero Pedro respondió: «No, hombre, no lo soy». (negación 2, solo "poco después")
59 Alrededor de una hora más tarde, otro insistió, diciendo: «No hay duda de que este hombre estaba con él; además, él también es galileo».
60 «Hombre, dijo Pedro, no sé lo que dices» (negación 3 . SOLO UNA HORA DESPUES DE LA NEGACION 2). En ese momento, cuando todavía estaba hablando, cantó el gallo.
61 El Señor, dándose vuelta, miró Pedro. Este recordó las palabras que el Señor le había dicho: «Hoy, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces».
62 Y saliendo afuera, lloró amargamente.

TODOS ESTAMOS DE ACUERDO QUE ESO SUCEDIÓ "HOY"....!!!!!... y HOY es un solo día......... y el que diga que eso no sucedió "HOY" HACE DE NSJ un mentiroso..... y que se atenga a las consecuencias.



Los Tres sinopticos dicen que ESTA MISMA NOCHE que transcurrió HOY , Pedro nego a Jesus TRES VECES!!!! Menos mal que TODOS ESTAMOS DE ACUERDO

Luego seguimos con Juan......
 
Re: juicio en el Sanedrin

FUERA DE TÓPICO
 
Re: juicio en el Sanedrin

Con su permiso voy a juntar estos temas que se han desperdigado demasiado.
 
Re: juicio en el Sanedrin

Muchos comentaristas jurídicos que han analizado el relato evangélico del juicio de Jesús han llegado a la conclusión de que fue toda una pantomima, pues no se hizo verdadera justicia. Taylor Innes declaró: “Un juicio que iniciara, concluyera y en el que se pronunciara formalmente la condena, entre la medianoche y el mediodía siguiente, se oponía por completo a las reglas de la ley hebrea y a los principios de justicia”. Un profesor de Derecho señaló: “Todo el proceso estuvo lleno de ilegalidades tan crasas e irregularidades tan flagrantes que el resultado puede considerarse un verdadero asesinato jurídico”.

Las leyes judías en los primeros siglos. La tradición oral judía, de gran antigüedad, se puso por escrito en los primeros siglos de nuestra era. He aquí algunas de sus reglas.
▪ En los procesos de pena capital, primero se escuchaban los argumentos de absolución
▪ Los jueces hacían todo lo posible por evitar la pena de muerte al acusado
▪ Los jueces podían pelear a favor del acusado pero no en su contra
▪ Se advertía a los testigos sobre la seriedad de su cometido
▪ No se interrogaba a un testigo ante la presencia de otro, sino por separado
▪ El testimonio tenía que concordar en todos los datos esenciales del acto imputado (fecha, lugar, hora, etc.)
▪ Los asuntos con posible pena de muerte se debían juzgar de día y concluir de día
▪ Los procesos de pena capital no podían celebrarse en la víspera de un sábado o de una fiesta
▪ Los casos que implicaban la pena capital debían comenzar y terminar el mismo día si el veredicto era a favor del acusado; pero si era en su contra, concluía al día siguiente, cuando se anunciaba el veredicto y se ejecutaba la sentencia
▪ Un mínimo de veintitrés jueces atendían estos casos
▪ Comenzando por el de menor antigüedad, los jueces votaban uno a uno por la absolución o la condena; los escribas anotaban las alegaciones tanto a favor de la absolución como a favor de la condena
▪ Se requería un voto de diferencia para absolver al acusado pero dos votos de diferencia para condenarlo; si la mayoría ganaba por un solo voto a favor de la condena, se añadían dos jueces, tantas veces como fuera necesario, hasta que se llegara a una decisión legalmente válida
▪ Si no había al menos un juez a favor del acusado, el veredicto de culpabilidad no era válido; un veredicto unánime de condena se consideraba “indicio de conspiración”
Irregularidades en el juicio de Jesús
▪ El tribunal no solicitó argumentos ni testigos a su favor
▪ Ninguno de los jueces intentó defenderlo; todos estaban en su contra
▪ Los sacerdotes buscaron testigos falsos para condenarlo a muerte
▪ El caso se atendió de noche a puertas cerradas
▪ El juicio comenzó y terminó el mismo día, en la víspera de una fiesta
▪ Antes de su arresto no existía ninguna denuncia o cargo contra él
▪ No se hicieron investigaciones sobre la acusación de blasfemia por llamarse a sí mismo Mesías
▪ Al presentar el caso ante Pilato, se cambió la acusación
▪ Los cargos eran falsos
▪ Pilato lo declaró inocente; aun así, lo mandó ejecutar

Antes de que los testigos presentaran su testimonio en los procesos con posible pena capital, los tribunales judíos les hacían la siguiente advertencia relacionada con el valor de la vida:
“¿Lo que ustedes dicen no estará basado en suposiciones, o en rumores, o en lo que les dijeron otros testigos, o en lo que les dijo una persona digna de confianza? ¿Ustedes saben que sus declaraciones las vamos a someter a investigaciones e indagaciones? Tengan en cuenta que los juicios criminales no son como los procesos por dinero. En las causas por dinero [el testigo] puede indemnizar y expiar de ese modo [el daño]; en los juicios criminales responde por la sangre [derramada], y la de sus descendientes hasta el fin del mundo.” (El Talmud de Babilonia, “Sanedrín”, 37a.)

Cuando al acusado se le declaraba culpable, los testigos tenían que participar en la ejecución (Levítico 24:14; Deuteronomio 17:6, 7).


Tomado de la Atalaya del 1/4 del 2011.

Yo no soy TJ pero esto parase ser algo interesante
Pablo dice analizadlo todo y retened lo bueno




Todo lo dicho en el mensaje es cierto: el relato del juicio de Jesús es uno increíble en todo el sentido de la palabra. Los autores de los evangelios pretendieron que sus lectores creyeran que el Sanedrín sería capaz de convocar un proceso como ese en la noche de Pascua. Eso es increíble. No hay forma de creerlo. Un sumo sacerdote jamás hubiese cometido semejante violación a las solemnidades de la fe judía. El proceso contra Jesús no pudo haber sido en la noche de Pascua. Eso no tiene sentido alguno. Los autores de los evangelios tenían una evidente agenda anti-judía cuando crearon esta historia de un juicio presidido por el sacerdote del Templo en la noche de Pascua, con el claro fin de fomenter el odio y la aversion hacia el pueblo de Ysrael.

Aún creyendo semejante disparate, tampoco hay por qué dudar de que se hizo justicia. Según los evangelios sinópticos el sacerdote le preguntó a Jesús si él pretendía ser el ungido de Di-s, y el contestó en la afirmativa. Luego incurrió en blasfemia, al afirmar que él era digno de sentarse a la diestra de Di-s. Por semejante afirmación se le condenó, por hacerse igual al Creador. En la religion judía esa es una blasfemia intolerable.
 
Re: juicio en el Sanedrin

En realidad los relatos en los evangelios relatan algo muy diferente a lo que la tradición cristiana nos enseña y repite.
El verdadero relato del juicio a Jesús se está proponiendo en
http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php/54305-%C2%BFCu%C3%A1nto-se-extendi%C3%B3-el-juicio-a-Jes%C3%BAs-del-arresto-a-la-crucifixi%C3%B3n
allí los cristianos más tradicionalistas se están oponiendo a la versión de un juicio extendido por varios días, en horas diurnas y no en sábado ni víspera de fiesta. a eso se estan oponiendo con todo lo que pueden, pero en el estado en que estamos hoy (11/05/2012) les está siendo imposible demostrar (con los mismo relatos) lo que tanto ha dicho la tradicion: que el juicio ocurrio en un solo día.

El hecho es que los evangelios no son confusos ni vagos, sino muy específicos en decir que el juicio a Jesús se extendió por varios días.
 
Re: juicio en el Sanedrin

4.Ilegalidades del juicio judío de Jesús.—Se han escrito muchos tomos sobre el juicio, así
llamado de Jesús. En esta obra solamente se puede incorporar un breve resumen de los asuntos
336principales de hecho y de ley. Para una consideración más extensa referimos al lector a los
siguientes tratados: Life and Times of Jesús the Messiah, por Edersheim; Life of our Lord, por
Andrews; Jesús before Caiaphas and Pilate, por Dupin; Criminal Jurisprudence of the Ancient
Hebrews, por Mendelsohn; Institutions of Moses, por Salvador; The Triol of Jesús Christ, por Innes;
Sanhedrin, por Maimonides; Jesús befare the Sanhedrin, por M. M. Lemann; Criminal Code of the
Jews, por Benny; The Triol of Jesús from a Lawyer's Standpoint, por Walter M. Chandler, de la Barra
de Nueva York.
Esta obra se compone de dos tomos que tratan respectivamente "El Juicio Hebreo" y
"El JUÍCÍO Romano", y contiene citas de las obras anteriores y de muchas otras
Edersheim (tomo 2, págs. 556-558) sostiene que la comparecencia nocturna de Jesús en la casa de
Caifas no constituyó un juicio ante el Sanedrín,
y llama la atención a las irregularidades e ilegalidades
del proceso
como evidencia de que el Sanedrín no pudo haber hecho lo que se llevó a cabo esa noche.
Citando extensamente a fin de corroborar los requisitos legales especificados, el autor dice: "Por otra
parte, el juicio y sentencia de Jesús en el palacio de Caifas habría violado todo principio de las leyes y
procesos criminales de los judíos.

Únicamente en la sala acostumbrada de reuniones del Sanedrín
podían juzgarse tales causas y pronunciarse la pena capital, no en el palacio del sumo sacerdote, como sucedió en este caso;
ningún proceso, mucho menos uno de esta naturaleza, podía iniciarse durante la
noche, ni aun al atardecer; pero en caso de que la discusión hubiera durado todo el día, se podía dictar la sentencia en la noche.
Además no podía haber ningún enjuiciamento en día de reposo o en un día
festivo, ni aun en vísperas de estos días, aunque no por ello se habrían abrogado los pasos dados;
por
otra parte podrá argúirse que el enjuiciamiento de uno que había incitado al pueblo debía verificarse,incluso la imposición de la sentencia, preferentemente en días de fiesta públicos, para que sirviera de advertencia a todos.
Por último, cuando se trataba de una ofensa capital, existía un sistema muy
complejo para advertir y prevenir a los testigos; pero puede afirmarse con seguridad que en un juicio oficial, los jueces judíos por predispuestos que estuviesen, no habrían actuado como los miembros del Sanedrín y Caifas lo hicieron en esta ocasión. . .
Pero aun cuando el Sanedrín no juzgó y sentenció a
Cristo en una reunión formal, no puede haber duda, desgraciadamente, de que su condenación y
muerte fueron obra, si no del Sanedrín entonces de los miembros del mismo, es decir, del cuerpo entero ('todo el concilio'), porque expresaron el criterio y propósito de todo el concilio supremo y gobernantes de Israel, salvo contadas excepciones. Tengamos presente que la resolución de sacrificar a
Cristo se había decretado desde hacía ya algún tiempo."
Citamos lo anterior para mostrar, de acuerdo con autoridades reconocidas y eminentes, algunas de
las ilegalidades del juicio nocturno de Jesús
, el cual, como se acaba de indicar—y así lo hace constarla narración bíblica—fue obra del sumo sacerdote y "el concilio" o Sanedrín, de un modo
palpablemente irregular a ilícito. Si los miembros del concilio juzgaron y condenaron, no estando en
sesión en calidad de Sanedrín, la atrocidad del acto cobra un aspecto aún más insidioso y tenebroso.

En la excelente obra de Chandler,
(tomo I, "El Juicio Hebreo") se examina minuciosamente el
expediente de los hechos relacionados con la causa así como la ley criminal hebrea correspondiente.
Sigue entonces un extenso "Memorial", en el cual se exponen por orden los siguientes puntos:
"Punto primero: El arresto de Jesús fue ilegal, porque se efectuó de noche, y por medio de a
traición de Judas, un compice. Ambos hechos estaban expresamente prohibidos en la ley judía de esa
época.
"Punto segundo: La audiencia privada de Jesús ante Anas o Caifas fue ilegal, porque: (1) Se llevó
a cabo de noche: (2) estaba expresamente prohibido el examen de cualquier causa por 'un solo juez';
(3) come lo dice Salvador: 'Uno de los principios que perpetuamente se reproducen en las escrituras
hebreas se refiere a las dos condiciones de publicidad y libertad.
"Punto tercero: La acusación presentada contra Jesús fue ilegal en cuanto a forma. 'Todo el
sistema procesal del código mosaico en materia criminal se basa en cuatro reglas: Certeza en cuanto a
la acusación; publicidad en la discusión; completa libertad concedida al acusado; y protección de todo
peligro o errores de testimonio.'—Salvador, pág. 365. 'El Sanedrín ni originaba ni podía originar los
337cargos contra una persona; solamente investigaba los que le eran presentados.'— Edersheim, tomo 1,
pág. 309
. 'La evidencia de los testigos principales constituía la acusación. No había más cargos, ni
ninguna otra denuncia formal. Hasta que éstos hablaban y hacían sus declaraciones ante la asamblea
pública, difícilmente podía formársele causa al prisionero.' —Innes, pág. 41. Los únicos acusadores
conocidos en la jurisprudencia criminal talmúdica, son los testigos del crimen. Su deber consiste en
traer el asunto al conocimiento del tribunal y dar testimonio contra el criminal. Si se trata de la pena
capital, también son los verdugos legales. En las leyes de los antiguos hebreos, en ninguna parte
hallamos indicios de un acusador o fiscal oficial.'—Mendelsohn, pág. 110.
"Punto cuarto: Los actos del Sanedrín en el asunto de Jesús fueron ilegales porque se hicieron de
noche. 'Juzgúese una ofensa capital durante el día pero suspéndase de noche.'—Misna, Sanedrín 4:1.
'Sólo durante el día pueden los varios tribunales procesar las causas criminales los Sanedrines
Menores desde la conclusión del servicio matutino hasta el mediodía, y el Gran Sanedrín hasta la
tarde.'-—Mendelsohn, pág. 112
"Punto quinto: Los actos del Sanedrín en el asunto de Jesús fueron ilegales, porque el
tribunal se reunió antes de ofrecerse ei sacrificio matutino. 'El Sanedrín permanecía en sesiones desde
la conclusión del sacrificio matutino hasta la hora de! sacrificio vespertino. —Talmud, Jer. San. 1:19.
'No podía verificarse ninguna sesión del tribunal antes de ser ofrecido el sacrificio matutino.'—MM.
Lemann, pág. 109. 'En vista de que el sacrificio matutino se ofrecía al despuntar ei día, difícilmente
era posible que el Sanedrín se reuniera sino hasta después de esa hora.'—Misna, Tamid, capítulo 3.
"Punto sexto: El enjuiciamiento de Jesús fus ilegal porque se llevó a cabo el día anterior a un día
de reposo judío; también el primer día de los panes sin levadura i¡ la víspera de la Pascua.

Nojuzgarán durante la víspera del día de reposo ni de cualquier otro día de fiesta.'—Misna, San. 4:1. 'No
se permitía que ningún tribunal de Israel estuviera en sesiones en día de reposo ni en cualquiera de los
otros siete días de fiesta bíblicos. Tratándose de crímenes capitales, no podía iniciarse ningún juicio en
viernes o en la víspera de cualquier día festivo, porque no era lícito aplazar estas causas más de una
noche ni continuarlas en día de reposo o en días festivos.'—Martyrdom of Jesús, por el rabino Wise
pág. 67.
"Panto séptimo: El juicio de Jesús fue ilegal porque se concluyó dentro del mismo día. 'Una causa
criminal que resulte en la absolución del acusado puede terminar el mismo día en que se empezó el
juicio. Pero si va a imponerse la sentencia de muerte, no puede concluir antes del día siguiente.'—
Misna, San. 4:1.
"Punto octavo: La sentencia condenatoria que el Sanedrín pronunció sobre Jesús fue ilegal
porque se fundó exclusivamente en su confesión 'Sostenemos, como principio fundamental de nuestra
jurisprudencia, eJ hecho de que nadie puede presentar una acusación contra sí mismo. Si un hombre
confesare un dejjto ante un tribunal legalmente constituido, tal confesión no ha de usarse contra él a
menos que sea debidamente confirmada por dos testigos más.'—Maimonides, 4:2. 'No sólo nunca se
arranca al procesado una condenación contra sí mismo por medio del tormento, sino que jamás se
intenta incitarlo a que se declare culpable. Además, no se admite como evidencia una confesión
voluntaria de su parte, y por lo mismo, carece de competencia para establecer la culpabilidad del
confesado, a menos que un número legal de testigos corrobore minuciosamente su autoacusación.'—
Mendelsohn, pág. 133.
"Punto noveno: La condenación de Jesús fue ilegal porque el veredicto del Sanedrín fue unánime.
'Un veredicto de culpabilidad simultáneo y unánime decretado el mismo día del juicio surte el efecto
de una absolución.'—Mendelsohn, pág. 141. 'Si ninguno de los jueces defiende al reo, es decir, si
todos lo declaran culpable, y no hay quien lo defienda ante el tribunal, el veredicto de culpabilidad
será inválido y no se podrá imponer la sentencia de muerte.'—Rabino Wise, pág. 74.
"Punto décimo: El enjuiciamiento de Jesús fue ilegal por motivo de que: (1) la sentencia de
condenación se pronunció en un sitio prohibido por ley; (2) el sumo sacerdote se desgarró la ropa;
(3) hubo irregularidad en la votación. 'Después de salir de la sala llamada Gazith, no se podrá
338imponer la sentencia de muerte a ninguno.'-—Talmud Bab. 'De la idolatría' 1:8. 'La sentencia de
muerte puede pronunciarse sólo mientras el Sanedrín efectúe sus sesiones en el lugar señalado.'—
Maimonides, 14. Véase además Lev. 21:10; también compárese con 10:6. 'Absuelvan o condenen los
jueces, cada cual por tumo.'—Misna, San. 15:5. 'Los miembros del Sanedrín se sentaban en
semicírculo, al extremo del cual se colocaba un secretario cuyo deber consistía en llevar cuenta de los
votos. Uno de estos secretarios contaba los votos a favor del acusado, el otro los votos en contra de
él.'—Misna, San. 4:3. 'En los casos ordinarios ios jueces votaban según su antigüedad, comenzando
por los mayores: en una ofensa capital, se invertía el orden.'—Benny, pág. 73.
"Punto undécimo: Los miembros del Gran Sanedrín carecían de competencia legal para juzgar a
Jesús. 'Tampoco debe haber en el asiento judicial ningún pariente, ni amigo particular, ni enemigo, del
acusado o del acusador.'—Mendelsohn, pág. 108. 'Por ninguna circunstancia se permitía que un
hombre, de quien se supiera que sentía enemistad hacia el acusado, ocupara una posición entre los
jueces.''— Benny, pág 37.
"Punto duodécimo: La condenación de Jesús fue ilegal porque no se consideraron los méritos de
la defensa. 'Tú inquirirás, y buscarás y preguntarás con diligencia.'—Deut. 13:14 'Los jueces
considerarán el asunto con sinceridad de conciencia.'—Misna, San. 4:5. 'El principal objeto del
sistema judicial hebreo consistía en impedir que una persona inocente fuese declarada culpable. Toda
la ingeniosidad de los legistas judíos tenía como fin la consecución de este propósito.'Benny, pág. 56."
Se recomiendan al investigador las eruditas declaraciones de los hechos y argumentos de Chandler
sobre cada uno de los puntos anteriores. El autor de referencia declara sucintamente: "No hallamos en
las páginas de la historia humana un ejemplo más palpable de asesinato judicial que el juicio y
crucifixión de Jesús de Nazaret, por la sencilla razón de que se violó todo procedimiento legal y fue
hollado bajo los pies en el enjuiciamiento que se instituyó contra El."
(pág. 216)

Arriba dice
así lo hace constarla narración bíblica eso es falso. Lo ilegal del juicio a Jesús es la interpretación que se lee, no la descripción que está escrita.
 
Re: juicio en el Sanedrin

¿Y tomado algo de la atalaya es VERDADERO?
 
Re: juicio en el Sanedrin

El Atalaya es propaganda que predica un buen número de mentiras. Su mejor estrategia es mezclar esas mentiras entre verdades. Cizaña entre trigo; para que se nos haga difícil discernir qué cortar y echar al fuego. Pero como dice Pedro, debemos analizarlo todo y retener lo bueno.
 
Re: juicio en el Sanedrin

Eres testigo de jehova ¿y niegas tu propios materiales de estudios?
 
Re: juicio en el Sanedrin

El juicio más infame de la historia


ENTRE los casos judiciales de la antigüedad, pocos han llegado a ser tan famosos. Existen cuatro relatos bíblicos, conocidos como Evangelios, que describen la forma en que Jesús fue arrestado, enjuiciado y ejecutado. Pero ¿por qué debería importarnos el juicio que acabó con su vida? Primero, porque él mandó a sus seguidores que conmemoraran su muerte; segundo, porque hemos de saber la verdad sobre los cargos en su contra, y tercero, porque el hecho de que Jesús haya ofrecido su vida como sacrificio repercute significativamente en nuestro futuro (Lucas 22:19; Juan 6:40).


En aquella época, Palestina estaba bajo el dominio del Imperio romano, el cual concedía a las autoridades religiosas judías el derecho de administrar justicia entre el pueblo según sus propias leyes, pero al parecer no les confería el derecho legal para ejecutar a los delincuentes. Por eso los romanos le dieron muerte a Jesús, aunque fueron los líderes religiosos judíos quienes lo arrestaron. A estos últimos les incomodaba tanto la predicación de él, que decidieron matarlo. No obstante, trataron de dar una apariencia legal a su ejecución. Un profesor de Derecho que analizó este caso lo describió como “el peor delito del que se tiene constancia en la historia de la jurisprudencia”.


Un atropello tras otro

La Ley que Moisés dio al pueblo de Israel ha llegado a conocerse como “el mayor y más avanzado sistema de jurisprudencia nunca antes promulgado”. Sin embargo, para el tiempo de Jesús los rabinos legalistas le habían añadido un sinnúmero de reglas orales, muchas de las cuales se pusieron por escrito más tarde en el Talmud (véase el recuadro “Las leyes judías en los primeros siglos”, en la página 20). ¿Hasta qué grado tuvo el juicio de Jesús fundamentos bíblicos y extrabíblicos?


Concentrémonos primero en su arresto. Para que este fuera legal, tenían que presentarse dos testigos ante el tribunal acusándolo de un delito específico. En la Palestina del primer siglo, quien creyera que se había violado una ley tenía que formular los cargos ante un tribunal en sus sesiones regulares. Los tribunales no actuaban de fiscales, sino que se limitaban a investigar las acusaciones. Los únicos fiscales eran los testigos del supuesto delito. El proceso se abría solo cuando concordaban las declaraciones de un mínimo de dos testigos, cuyo testimonio constituía el cargo y conducía al arresto (Deuteronomio 19:15). Ahora bien, en el caso de Jesús, las autoridades judías sencillamente “busca[ron] de qué manera les sería eficaz deshacerse de él”. Así pues, pensaron que “una buena oportunidad” para arrestarlo “sin que estuviera presente una muchedumbre” sería de noche (Lucas 22:2, 5, 6, 53).


Cuando arrestaron a Jesús, nadie había imputado cargos en su contra. No fue sino hasta que lo detuvieron que los sacerdotes y el Sanedrín —el tribunal supremo judío— se pusieron a buscar testigos, pero ni siquiera hallaron dos que concordaran en su testimonio (Mateo 26:59). Fuera como fuera, no le correspondía al tribunal buscar testigos. El jurista y escritor A. Taylor Innes comentó: “Celebrar un juicio capital sin especificar con antelación el delito que se le imputa al acusado es una verdadera atrocidad”.


La turba que arrestó a Jesús lo llevó a la casa de Anás, quien había sido sumo sacerdote. Anás comenzó a interrogarlo (Lucas 22:54; Juan 18:12, 13). Lo que hizo violaba la ley, pues las acusaciones de un delito castigado con la pena de muerte no debían atenderse de noche, sino de día. Además, cualquier investigación tenía que hacerse en audiencia pública, no a puertas cerradas. Consciente de que tal interrogatorio era ilegal, Jesús respondió a Anás: “¿Por qué me interrogas? Interroga a los que han oído lo que les hablé. ¡Mira! Estos saben lo que dije” (Juan 18:21). Y es que eran los testigos —no el acusado— quienes se suponía que declararan. Con las palabras de Jesús, un juez honrado habría entendido que debía seguir el procedimiento correcto, pero esa no era la intención de Anás.


La respuesta de Jesús solo logró que uno de los oficiales le diera una bofetada, una de tantas agresiones que tuvo que soportar aquella noche (Lucas 22:63; Juan 18:22). La ley sobre las ciudades de refugio —registrada en el capítulo 35 del libro bíblico de Números— señala que el acusado tenía derecho a ser protegido mientras no se le declarara culpable. Jesús merecía tal protección.


Luego, sus captores lo condujeron a la casa del sumo sacerdote Caifás, donde el juicio ilegal continuó durante la noche (Lucas 22:54; Juan 18:24). Allí, por encima de los principios de justicia, los sacerdotes “busca[ron] testimonio falso contra Jesús a fin de darle muerte”, aunque ninguno de los testigos concordó en cuanto a lo que Jesús había dicho (Mateo 26:59; Marcos 14:56-59). De modo que Caifás lo instigó a hacer algo que lo inculpara preguntándole: “¿No respondes nada? ¿Qué es lo que estos testifican contra ti?” (Marcos 14:60). ¡Qué táctica tan sucia! Taylor Innes, antes citado, afirmó: “Plantearle preguntas al acusado y condenarlo en función de su respuesta constituyó [una] violación de la justicia formal”.


Finalmente, el sumo sacerdote le preguntó: “¿Eres tú el Cristo el Hijo del Bendito?”. A lo que Jesús contestó: “Lo soy; y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder y viniendo con las nubes del cielo”. Los sacerdotes interpretaron esta respuesta como una blasfemia, y “todos ellos lo condenaron, declarándolo expuesto a muerte” (Marcos 14:61-64).


De acuerdo con la Ley mosaica, los juicios se debían realizar en público (Deuteronomio 16:18; Rut 4:1). Pero el de Jesús se celebró en secreto. A nadie se le permitió siquiera intentar decir algo a su favor. Tampoco se comprobó si era el Mesías, como afirmaba ser, ni se le dio la oportunidad de presentar testigos en su defensa. Además, el jurado nunca emitió un veredicto oficial.


Ante Pilato

Como se dijo antes, parece que los judíos no tenían autoridad para ejecutar a Jesús. Por tanto, lo llevaron ante el gobernador romano Poncio Pilato, quien les preguntó: “¿Qué acusación traen contra este hombre?”. Sabiendo que la blasfemia no era un delito en Roma, trataron de que lo condenara sin presentar pruebas. “Si este hombre no fuera delincuente, no te lo habríamos entregado”, replicaron (Juan 18:29, 30). Pilato rechazó tal argumento, lo cual los obligó a fabricar el siguiente cargo: “A este hombre lo hallamos subvirtiendo a nuestra nación, y prohibiendo pagar impuestos a César, y diciendo que él mismo es Cristo, un rey” (Lucas 23:2). De modo que cambiaron astutamente la falsa acusación de blasfemia por la de traición.


Jesús jamás prohibió pagar impuestos, y los judíos lo sabían. De hecho, él había enseñado lo contrario (Mateo 22:15-22). Ahora bien, ¿cómo reaccionó Pilato ante la acusación de que Jesús se había hecho rey a sí mismo? Era tan obvio que el acusado no suponía ninguna amenaza para Roma, que declaró: “Yo no hallo en él ninguna falta” (Juan 18:38). Pilato sostuvo esa misma postura durante todo el juicio.


Este gobernante romano trató de liberar a Jesús valiéndose de la costumbre de soltar a un preso con motivo de la Pascua. No obstante, terminó liberando a Barrabás, quien era culpable de sedición y asesinato (Lucas 23:18, 19; Juan 18:39, 40).


En un nuevo intento de liberar a Jesús, Pilato ofreció una solución intermedia: mandó que lo sometieran a la flagelación romana y dejó que lo ataviaran de púrpura, le pusieran una corona de espinas, lo golpearan y se mofaran de él. Entonces volvió a declararlo inocente. Fue como si les hubiera dicho a los sacerdotes: “Ya estarán satisfechos, ¿verdad?”. Quizás pensó que si veían a Jesús flagelado se compadecerían un poco o saciarían su sed de venganza (Lucas 23:22). Sin embargo, no fue así.


“Pilato siguió buscando cómo ponerlo en libertad. Pero los judíos gritaron, diciendo: ‘Si pones en libertad a este, no eres amigo de César. Todo el que se hace rey habla contra César’.” (Juan 19:12.) Tiberio, el emperador romano de aquel tiempo, tenía la fama de asesinar a todo el que considerara infiel, aun si se trataba de un oficial de alto rango. Como Pilato ya había provocado la ira de los judíos, no podía arriesgarse a empeorar las cosas, y mucho menos a que lo acusaran de traidor. Los gritos de la muchedumbre suponían una amenaza indirecta para Pilato, un chantaje que le infundió miedo. De modo que cedió a la presión e hizo que Jesús, un hombre inocente, fuera fijado en un madero (Juan 19:16).


El recuento de los hechos

Muchos comentaristas jurídicos que han analizado el relato evangélico del juicio de Jesús han llegado a la conclusión de que fue toda una pantomima, pues no se hizo verdadera justicia. Taylor Innes declaró: “Un juicio que iniciara, concluyera y en el que se pronunciara formalmente la condena, entre la medianoche y el mediodía siguiente, se oponía por completo a las reglas de la ley hebrea y a los principios de justicia”. Un profesor de Derecho señaló: “Todo el proceso estuvo lleno de ilegalidades tan crasas e irregularidades tan flagrantes que el resultado puede considerarse un verdadero asesinato jurídico”.

Jesús era inocente. Con todo, sabía que la salvación de la humanidad obediente dependía de que diera su vida (Mateo 20:28). Tanto fue su amor por la justicia que se sometió a la injusticia más atroz nunca antes perpetrada. Sí, Cristo murió por los pecadores, entre los cuales nos contamos nosotros. ¿Verdad que es algo que jamás debemos olvidar?


[Notas]
Las iglesias de la cristiandad han utilizado el relato bíblico sobre la muerte de Jesús para generar aversión contra los judíos. Sin embargo, los escritores de los Evangelios, que por cierto eran judíos, jamás tuvieron dicha intención.
La blasfemia consistía en usar de forma impía el nombre divino o en usurpar el poder o la autoridad que le pertenece solo a Dios. Los acusadores de Jesús no aportaron ninguna prueba de que él hubiera blasfemado.

[Ilustración y recuadro de la página 20]

Las leyes judías en los primeros siglos
La tradición oral judía, de gran antigüedad, se puso por escrito en los primeros siglos de nuestra era. He aquí algunas de sus reglas.
▪ En los procesos de pena capital, primero se escuchaban los argumentos de absolución
▪ Los jueces hacían todo lo posible por evitar la pena de muerte al acusado
▪ Los jueces podían pelear a favor del acusado pero no en su contra
▪ Se advertía a los testigos sobre la seriedad de su cometido
▪ No se interrogaba a un testigo ante la presencia de otro, sino por separado
▪ El testimonio tenía que concordar en todos los datos esenciales del acto imputado (fecha, lugar, hora, etc.)
▪ Los asuntos con posible pena de muerte se debían juzgar de día y concluir de día
▪ Los procesos de pena capital no podían celebrarse en la víspera de un sábado o de una fiesta
▪ Los casos que implicaban la pena capital debían comenzar y terminar el mismo día si el veredicto era a favor del acusado; pero si era en su contra, concluía al día siguiente, cuando se anunciaba el veredicto y se ejecutaba la sentencia
▪ Un mínimo de veintitrés jueces atendían estos casos
▪ Comenzando por el de menor antigüedad, los jueces votaban uno a uno por la absolución o la condena; los escribas anotaban las alegaciones tanto a favor de la absolución como a favor de la condena
▪ Se requería un voto de diferencia para absolver al acusado pero dos votos de diferencia para condenarlo; si la mayoría ganaba por un solo voto a favor de la condena, se añadían dos jueces, tantas veces como fuera necesario, hasta que se llegara a una decisión legalmente válida
▪ Si no había al menos un juez a favor del acusado, el veredicto de culpabilidad no era válido; un veredicto unánime de condena se consideraba “indicio de conspiración”
Irregularidades en el juicio de Jesús
▪ El tribunal no solicitó argumentos ni testigos a su favor
▪ Ninguno de los jueces intentó defenderlo; todos estaban en su contra
▪ Los sacerdotes buscaron testigos falsos para condenarlo a muerte
▪ El caso se atendió de noche a puertas cerradas
▪ El juicio comenzó y terminó el mismo día, en la víspera de una fiesta
▪ Antes de su arresto no existía ninguna denuncia o cargo contra él
▪ No se hicieron investigaciones sobre la acusación de blasfemia por llamarse a sí mismo Mesías
▪ Al presentar el caso ante Pilato, se cambió la acusación
▪ Los cargos eran falsos
▪ Pilato lo declaró inocente; aun así, lo mandó ejecutar

[Recuadro de la página 22]

Una gran carga de responsabilidad
Antes de que los testigos presentaran su testimonio en los procesos con posible pena capital, los tribunales judíos les hacían la siguiente advertencia relacionada con el valor de la vida:
“¿Lo que ustedes dicen no estará basado en suposiciones, o en rumores, o en lo que les dijeron otros testigos, o en lo que les dijo una persona digna de confianza? ¿Ustedes saben que sus declaraciones las vamos a someter a investigaciones e indagaciones? Tengan en cuenta que los juicios criminales no son como los procesos por dinero. En las causas por dinero [el testigo] puede indemnizar y expiar de ese modo [el daño]; en los juicios criminales responde por la sangre [derramada], y la de sus descendientes hasta el fin del mundo.” (El Talmud de Babilonia, “Sanedrín”, 37a.)
Cuando al acusado se le declaraba culpable, los testigos tenían que participar en la ejecución (Levítico 24:14; Deuteronomio 17:6, 7).

Tomado de la Atalaya del 1/4 del 2011.
 
Re: juicio en el Sanedrin

"Punto primero: El arresto de Jesús fue ilegal, porque se efectuó de noche, y por medio de la traición de Judas, un complice. Ambos hechos estaban expresamente prohibidos en la ley judía de esa época.

Obligados a acomodar el arresto de Jesús, su juicio ante Anás, su juicio ante Caifás, su juicio ante Pilato, su juicio ante Herodes, su nuevo juicio ante Pilato, sus castigos y su crucifixión, todo antes de las 0900, obligan a imaginar el arresto de Jesús en horas de la noche. Pero ¡qué evidencias ha presentado ese GRAN teólogo de que fue así? Este GRAN teólogo saca concluciones de la tradición y no de los relatos bíblicos.

Notemos que cuando Judas y la compañía de judíos y soldados parten de la Ciudad, lo hacen portando antorchas; pero para cuando llegan a donde estaba Jesús, ya no portaban esas antorchas. ¿Sería de noche o ya sería de día? Cuando Jesús está orando, él les reprocha a los discípulos que no habían sido capaces de orar siquiera una hora. Las horas se cuentan solamente durante la parte diurna del día, no en la parte nocturna. Existen más evidencias acerca de un arresto durante el día que durante la noche.

Respecto de Judas. Los sacerdotes veían a Jesús como un criminal digno de muerte. Los discípulos y Judas eran cómplices de ese criminal buscado. Eventualmente Judas - desde el punto de vista de los sacerdotes - se arrepiente y ayuda a la ley a prenderlo al criminal. El catalogar a Judas de traidor es un punto de vista cristiano. Y llamarlo cómplice, implica ser cómplice de los sacerdotes, con lo cual se hace necesario que ellos fuesen criminales. Desde el punto de vista de estos, ellos no eran criminales y no veían en Judas un cómplice de ellos.
 
Re: juicio en el Sanedrin

"Punto segundo: La audiencia privada de Jesús ante Anas o Caifas fue ilegal, porque:
(1) Se llevó
a cabo de noche:
(2) estaba expresamente prohibido el examen de cualquier causa por 'un solo juez';

(3) come lo dice Salvador: 'Uno de los principios que perpetuamente se reproducen en las escrituras hebreas se refiere a las dos condiciones de publicidad y libertad.

Las audiencias ante Anás (especialmente esta) y Caifás fueron solamente audiencias. La de Anás se realizó de día, salvo la obliguemos para acomodar todo antes de las 0900. Pero de todos modos, no fue un juicio propiamente dicho sino una audiencia previa, ya que Anás ni siquiera era sacerdote en actividad. En el caso de Caifás es verdad que se hubiesen reunido otros sacerdotes, pero un análisis cuidadoso revela que no fue un juicio.
 
Re: juicio en el Sanedrin

"Punto tercero: La acusación presentada contra Jesús fue ilegal en cuanto a forma. 'Todo el sistema procesal del código mosaico en materia criminal se basa en cuatro reglas:
Certeza en cuanto a
la acusación;
publicidad en la discusión;
completa libertad concedida al acusado;
y protección de todo
peligro o errores de testimonio.'—
Salvador, pág. 365.

'El Sanedrín ni originaba ni podía originar los
cargos contra una persona; solamente investigaba los que le eran presentados.' Edersheim, tomo 1, pág. 309. 'La evidencia de los testigos principales constituía la acusación. No había más cargos, ni ninguna otra denuncia formal. Hasta que éstos hablaban y hacían sus declaraciones ante la asamblea pública, difícilmente podía formársele causa al prisionero.'
Innes, pág. 41.

Los únicos acusadores
conocidos en la jurisprudencia criminal talmúdica, son los testigos del crimen. Su deber consiste en traer el asunto al conocimiento del tribunal y dar testimonio contra el criminal. Si se trata de la pena capital, también son los verdugos legales. En las leyes de los antiguos hebreos, en ninguna parte hallamos indicios de un acusador o fiscal oficial.'—
Mendelsohn, pág. 110.

Jesús sabía de qué se le acusaba
La discusión fue ampliamente pública. No hay signos de que fuese secreta o confidencial.
La falta de libertad a Jesús se limitó a estar preso; pero se le dio amplia libertad de presentar una defensa que no realizó.
De los muchos testimonios que se presentaron no se aceptó ninguno, y solo fue hallado culpable ante confesión.

 
Re: juicio en el Sanedrin

"Punto cuarto: Los actos del Sanedrín en el asunto de Jesús fueron ilegales porque se hicieron de
noche.

'Juzgúese una ofensa capital durante el día pero suspéndase de noche.'—
Misna, Sanedrín 4:1.


'Sólo durante el día pueden los varios tribunales procesar las causas criminales los Sanedrines

Menores desde la conclusión del servicio matutino hasta el mediodía, y el Gran Sanedrín hasta la
tarde.'-—
Mendelsohn, pág. 112

.

Ya he explicado que los relatos en los evangelios describen un juicio en el Sanedrin (no tanto el de Anás y el de Caifás) ocurrió de día. Los evangelios son explícitos al decir que el Sanedrin se reunió cuando se hizo de día. Todo lo que se diga en contrario proviene de la necesidad de la tradición en apretar todo en pocas horas.

Los relatos dicen que al amanecer Jesús fue llevado al Pretorio ante Pilato. Esto deja la falsa impresión de que todo lo anterior fue antes del amanecer. No es así, fue después del amanecer, y ante Pilato fue otro amanecer de otro día.

El Juicio a Jesús no fue apenas un día como ya se ha probado.
 
Re: juicio en el Sanedrin

"Punto quinto: Los actos del Sanedrín en el asunto de Jesús fueron ilegales, porque el tribunal se reunió antes de ofrecerse ei sacrificio matutino.

'El Sanedrín permanecía en sesiones desde
la conclusión del sacrificio matutino hasta la hora de! sacrificio vespertino. —
Talmud, Jer. San. 1:19.


'No podía verificarse ninguna sesión del tribunal antes de ser ofrecido el sacrificio matutino.'—
MM.
Lemann, pág. 109.

'En vista de que el sacrificio matutino se ofrecía al despuntar ei día, difícilmente
era posible que el Sanedrín se reuniera sino hasta después de esa hora.'
—Misna, Tamid, capítulo 3.

Esto sería impensable; jamás podría haber ocurrido... y no ocurrió. Esto solo comprueba y reafirma lo errónea que es la tradición al forzar todos los hechos a pocas horas.
 
Re: juicio en el Sanedrin

"Panto séptimo: El juicio de Jesús fue ilegal porque se concluyó dentro del mismo día.

'Una causa
criminal que resulte en la absolución del acusado puede terminar el mismo día en que se empezó el juicio. Pero si va a imponerse la sentencia de muerte, no puede concluir antes del día siguiente.'—
Misna, San. 4:1.

Ya se ha comprobado aquí mismo que el juicio no fue de un solo día
 
Re: juicio en el Sanedrin

"Punto octavo: La sentencia condenatoria que el Sanedrín pronunció sobre Jesús fue ilegalporque se fundó exclusivamente en su confesión

'Sostenemos, como principio fundamental de nuestra
jurisprudencia, el hecho de que nadie puede presentar una acusación contra sí mismo. Si un hombre
confesare un dejjto ante un tribunal legalmente constituido, tal confesión no ha de usarse contra él amenos que sea debidamente confirmada por dos testigos más.'—
Maimonides, 4:2.

'No sólo nunca se
arranca al procesado una condenación contra sí mismo por medio del tormento, sino que jamás se intenta incitarlo a que se declare culpable. Además, no se admite como evidencia una confesión voluntaria de su parte, y por lo mismo, carece de competencia para establecer la culpabilidad del confesado, a menos que un número legal de testigos corrobore minuciosamente su autoacusación.'—
Mendelsohn, pág. 133.

En realidad Jesús no confesó haber blasfemado, lo que él hizo fue blasfemar. La declaración de Jesús no fue blasfemia porque era verdad, él era de hecho igual a Dios, era Dios; pero ante la ley, Jesús era un hombre cometiendo blasfemia frente a todos los jueces. Caifás no tomó esto como confesión, sino que llamó como testigos a todos los sacerdotes que acababan de oír la blasfemia.

 
Re: juicio en el Sanedrin

"Punto noveno: La condenación de Jesús fue ilegal porque el veredicto del Sanedrín fue unánime.

'Un veredicto de culpabilidad simultáneo y unánime decretado el mismo día del juicio surte el efecto
de una absolución.'—
Mendelsohn, pág. 141.

'Si ninguno de los jueces defiende al reo, es decir, si
todos lo declaran culpable, y no hay quien lo defienda ante el tribunal, el veredicto de culpabilidad
será inválido y no se podrá imponer la sentencia de muerte.'—
Rabino Wise, pág. 74.

Jesús fue sometido a un juicio prolongado, en el cual se presentaron muchos testigos. El juicio no fue simultaneo, es decir, la sentencia no fue inmediata sino que llegó después de un largo debate en el cual evidentemente había una parte que traía los testigos y otra parte que los rechazaba.