Me parece que no has entendido que sin Cristo no hay salvación.
Esos “muertos”, que serán juzgados delante del Gran Trono blanco, muertos son. No tuvieron parte en la primera resurrección, no fueron hallados sus nombres en el libro de la vida. Van al Lago de fuego.
Tu frase “sin Cristo no hay salvación” significa “Cuando se rechaza a Cristo no hay salvación”
Solo se puede estar sin Cristo cuando, sabiendo que toca a la puerta, no se le abre.
No se puede rechazar a Cristo en la ignorancia. De ahí que Jesús en la cruz pidió a su Padre: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”. El significado de esta escena, que Dios quiso preservar en el evangelio, es profundo: Cristo intercede eficazmente por los que no saben.
Por lo demás, todos somos todos juzgados de acuerdo a nuestras obras, tanto los que heredaremos vida eterna como los que serán castigados. No solo los de la segunda resurrección.
Te invito, querido OSO, a leer este pasaje con detenimiento:
“Por tanto tú, que juzgas a otros, no tienes excusa, no importa quién seas, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, porque haces las mismas cosas que hacen ellos. 2 Todos sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas se ciñe a la verdad. 3 Y tú, que juzgas a los demás pero practicas las mismas cosas que ellos, ¿piensas que escaparás del juicio de Dios? 4 ¿No te das cuenta de que menosprecias la benignidad, la tolerancia y la paciencia de Dios, y que ignoras que su benignidad busca llevarte al arrepentimiento? 5 Pero por la obstinación y dureza de tu corazón, vas acumulando ira contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio, 6 en el cual pagará a cada uno CONFORME A SUS OBRAS . 7 Dios dará VIDA ETERNA a los que, perseverando en HACER EL BIEN, buscan gloria, honra e inmortalidad; 8 pero CASTIGARÁ CON IRA a los que por egoísmo se rebelan y no obedecen a la verdad, sino a la injusticia. 9 Habrá sufrimiento y angustia para todos los que HACEN LO MALO, en primer lugar para los judíos, pero también para los que no lo son. 10 En cambio, habrá gloria, honra y paz para todos los que HACEN LO BUENO, en primer lugar para los judíos, pero también para los que no lo son; 11 porque ante Dios todas las personas son iguales.”
Romanos 2:1-11, RVC.