Yo vengo de una iglesia bautista trinitaria. Asistí a élla desde que de niño me llevaron. Durante unos veinti pocos de años, seguidos.
Yo te hablo desde España. Aquí la "religión popular" (catolicismo), es la que tiene mayor influencia en la sociedad, en cuanto a temas religiosos se refiere
(en mi iglesia éramos, por decir mucho, unos 50 miembros). Éramos, y aunque no siga asistiendo, la única iglesia bautista en mi localidad.
Creo que desde que tengo uso de razón, jamás me cuadró esa idea del "Dios compuesto".
Pude aceptar más o menos sin dificultad, toda otra doctrina que me enseñaron. Menos ésta. Siempre le ofrecí resistencia. Pero en privado, no en público.
Recuerdo en una ocasión, cuando era ya adolescente, estabámos en la "escuela dominical" junto a otros... la que nos impartía clase en ése momento,
una señora de buenos modales y buen trato, mencionó un par de veces el asunto de "Cristo, nuestro Dios"...
Para decir la verdad, no recuerdo exactamente en qué términos estaba hablando... Lo que sí estoy completamente seguro es que estaba haciendo referencia a que Jesús era Dios... En ése momento, y ante la sorpresa de todos, no me pude contener y espeté: "Jesucristo NO es DIOS"...
Toda la clase quedó en silencio. Hasta mi mejor amigo por aquél entonces, de nombre David, me pegó un codazo, diciéndome: "¿Cómo que Jesús no es Dios?...¡Claro que es Dios!"...
No recuerdo ya la reacción de la profesora de la escuelita dominical... creo que no me dijo nada; más allá de la estupefacción que vi en ella y en los demás cuando lo declaré...
Luego, ya unos años más tarde, pedí una cita con el pastor de mi congregación. Quería decirle de manera clara (y conversar en torno a éllo) que no creía en eso que ellos llamaban como "trinidad". Yo, antes de pedirle tal cosa, estuve mucho tiempo preparándome, leyendo algún que otro comentaro bíblico (como el de Matthew Henry) donde en una de sus páginas creo hacía alusión al famoso versículo añadido y espureo de 1 Juan 5:7 "y éstos 3 son uno"...
Sabía que la Biblia decía que Cristo TENÍA UN DIOS SOBRE SÍ (Juan 20:17-Apoc 3:12) y que había sido engendrado (antes de dársele su forma humana) por Dios, en Salmos 2:7...
Llegó el día. El pastor me estaba esperando en su despacho. No había más personas ese día en la iglesia. La abrió especialmente para mí, sabiendo que era yo miembro de hace tantos años, y que el tema era importante.
Mientras charlábamos, él apenas me permitió esgrimir mis argumentos bíblicos del porqué no creía en la trinidad... más que una charla, era como una forma de convencerme, de que el dogma trinitario ERA UNA CUESTIÓN DE SALVACIÓN Y DE FÉ; que era una doctrina esencial, en definitiva, para el cristianismo.
Me empezó a hablar de muchos sucesos históricos que ya ni recuerdo, de cómo los cristianos de siglos anteriores todos fueron trinitarios y que ésto era lo establecido por Dios... a mí no me importaba tanto ésto, sino lo que la palabra de Dios DECIA... mientras proseguía con su "clase", detrás de él tenía todo tipo de tomos, libros escritos por hombres... me mostró alguno, para dar apoyo y veracidad a sus palabras... mira todos estos hombres... no pudieron haberse equivocado,,,
El encuentro se saldó con el resultado inicial: él siguió creyendo en su doctrina, y yo más convencido y fortalecido de que lo que yo creía era lo correcto... aunque triste.
Triste, porque justo antes del momento de despedirme de él (y fué un momento clave para separarme de la iglesia), le pregunté:
-¿Es que sino creo en la doctrina de la Trinidad, no soy salvo?
A lo que me respondió, con un lacónico:
-Así es.
A partir de ese día, yo entendí que no merecía la pena asistir a una iglesia donde para los presentes, "yo ya no soy más su hermano".