No tengo ningún temor. Yo no tengo temor de usted (¿debería?) ni temor por la creencia pentecostal ...
TAMPOCO me he burlado de nadie al contar mi experiencia.
Como dato adicional, puedo contar este otro episodio:
Resulta ser, que mi ex suegra (era la "matriarca" del hogar, no había padre) una vez, dijo:
"Vamos, todo el mundo a empacar toditas las cosas de la casa. Que nos vamos".
A lo que las hijas le respondieron: "¿Pero a dónde, mamá"? (La casa ciertamente tenía unas condiciones algo precarias, el lugar tampoco era agradable, y tenían tiempo queriendo vender la casa para mudarse, pero sin éxito).
La mamá respondió lo siguiente:
"Acabo de tener una "revelación de Dios" (vale decir que ella, junto a un hermano en la fe, se dedicaban a orar y clamar fuertemente a Dios, con música de Marco Barrientos a todo volumen., y esto por varias horas, dos veces al día) y : "Dios me ha dicho de que nos vamos. Que empaquemos todas las cosas porque nos vamos a una nueva casa".
Bueno. Nadie me puede acusar de mentiroso porque yo fui TESTIGO de todo lo que estoy contando.
No miento ni hay interés ninguno en mí por mentir al contar estas cosas.
Resulta que las hijas empacaron todas las cosas (menos lo esencial, la mesa del comedor, la televisión, las camas, los muebles etc) prácticamente todo lo que se podía empacar, lo empacaron en grandes cajas.
Las apilaron en el comedor.
Pero los días pasaron. Los meses pasaron. La pobre mujer cayó en una especie de depresión, lloraba ante Dios porque "no se iba" como "Él le había prometido mediante una revelación" . El final de la historia: la pobre mujer nunca pudo ver su deseo cumplido. Al cabo de unos años, murió.
Tengo muy buenos recuerdos de Ana. Se portó estupendamente conmigo.
Yo lloré junto a su cama orando por ella al despedirme.
Pero esto no quita, que todo lo que estoy contando, sea verdad.
Yo viví esta triste historia, lamentablemente.
Saludos.