Si en aquella oportunidad no la expuse se debió a muchos factores, la mayoría de ellos, en primer lugar, que no les importa en lo absoluto más que sus creencias trinitarias que defienden a "capa y espada". En segundo lugar, ustedes nunca "aterrizan" (al menos algunos) y "brincan" como resortes de un tema a otro y al final es tanto lo que se ha tocado que terminan diciendo que a nada hemos respondido. Yo he sido uno, que contrario a mis hermanos, me extiendo mucho en dar explicaciones con todo lujo de detalles, textos bíblicos y razonamientos a partir de las Escrituras pero lo mismo les da "chana que juana". Ya tienen el sello distintivo y la marca que los identifica plenamente con la impresionante forma del enredo que se manejan y por tal motivo no tienen "qué decir" ni "qué hablar" cuando de predicar a las personas se trata. Si ustedes mismos no se entienden entre sí ¿Cómo pretenden ir a predicar a las personas "de puerta en puerta, de ciudad en ciudad y de aldea en aldea? Para eso se necesita, primero que nada, el ESPÍRITU SANTO, segundo, CONOCIMIENTO DE QUIÉN ES DIOS Y SU HIJO y tercero, PREPARACIÓN para no hacer el ridículo cuando enfrentamos verdaderos "lobos voraces" que lo único que saben es destruir en vez de edificar.
Aquí y ahora, mi estimado forista Marcelinoc no ha podido "explicar su parábola" del carpintero porque no sabría qué decir ni cómo justificar la aceptación que estableció, con su propio ejemplo, aceptando (entre dientes y sin darse cuenta) que Jesucristo es uno de esos "carpinteros" por medio del cual se llevó a cabo la ORDEN DEL JEFE para que pudiera servir como "obrero maestro" en la fábrica del dueño de la "carpintería" y ha salido con cuanta excusa se le ocurrió, hasta mencionarme lo de mis "vacaciones" y el por qué razón, motivos y circunstancias, "había vuelto" si se suponía que no iba a aparecer hasta después de "navidad".
Saludos.