Re: ¿JESUS DIJO QUE ERA DIOS?
Mundo hispano
El nombre y la naturaleza de Dios, vv. 2, 3. Se conoce a Dios por medio de su nombre y de sus hechos; consecuentemente, este pasaje juega un papel importante en el estudio de la doctrina de Dios. Por primera vez desde la introducción del nombre Jehová (3:15), aparece el uso del vocablo Dios (‘elohim H430): Además, Dios dijo a Moisés: “Yo soy Jehová “ (v. 2). El texto implica que hay etapas en la revelación de Dios a Israel. Yo me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Todopoderoso [‘elshaddai H7706]; pero con mi nombre Jehová [YHWH o JHVH H3068] no me di a conocer a ellos (v. 3). Primeramente se le conocía con el nombre Dios (‘elohim H430); después se le conocía como Dios Todopoderoso (‘elshaddai H7706 ver Gen_17:1; Gen_35:11; Gen_48:3), y finalmente, como Jehová (YHWH, o JHVH H3068)
Profesores de Salamanca
De nuevo nos encontramos con la manifestación solemne de Yahvé de que es el mismo Dios de los patriarcas (v.2), pero con la expresa distinción de que éstos no le conocieron con el nombre de Yahvé: Yo me mostré a Abraham, a Isaac y a Jacob como El-Sadday, pero no les manifesté a ellos mi nombre de Yahvé (v.3). Discuten los comentaristas el sentido preciso de El-Sadday, de etimología incierta. Los LXX traducen παντοκράτωρ, que es el Omnipotens de la Vulgata. Recientemente los lexicólogos lo han querido relacionar con el asirio sadu, que significa montaña, y así se le relaciona con la raíz de sadah, “ser elevado,” vinculándole de este modo con la idea de grandeza, elevación, ser superior1. En el texto Dios primero es designado con el nombre de Elohim, después con el de El-Sadday. En la revelación hecha a Moisés, Dios escoge un nombre misterioso, con el que definitivamente quiere ser designado por su pueblo: Yo soy Yahvé, con todo lo que este nombre implica de trascendencia y de protección al mismo en su vida azarosa como colectividad nacional. Es un paso más en la revelación progresiva de la naturaleza de Dios hasta llegar en el Nuevo Testamento a la revelación de Dios uno y trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo2.
Veamos
y la TNM
Quién es el Shadday ?
Mundo hispano
El nombre y la naturaleza de Dios, vv. 2, 3. Se conoce a Dios por medio de su nombre y de sus hechos; consecuentemente, este pasaje juega un papel importante en el estudio de la doctrina de Dios. Por primera vez desde la introducción del nombre Jehová (3:15), aparece el uso del vocablo Dios (‘elohim H430): Además, Dios dijo a Moisés: “Yo soy Jehová “ (v. 2). El texto implica que hay etapas en la revelación de Dios a Israel. Yo me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Todopoderoso [‘elshaddai H7706]; pero con mi nombre Jehová [YHWH o JHVH H3068] no me di a conocer a ellos (v. 3). Primeramente se le conocía con el nombre Dios (‘elohim H430); después se le conocía como Dios Todopoderoso (‘elshaddai H7706 ver Gen_17:1; Gen_35:11; Gen_48:3), y finalmente, como Jehová (YHWH, o JHVH H3068)
Profesores de Salamanca
De nuevo nos encontramos con la manifestación solemne de Yahvé de que es el mismo Dios de los patriarcas (v.2), pero con la expresa distinción de que éstos no le conocieron con el nombre de Yahvé: Yo me mostré a Abraham, a Isaac y a Jacob como El-Sadday, pero no les manifesté a ellos mi nombre de Yahvé (v.3). Discuten los comentaristas el sentido preciso de El-Sadday, de etimología incierta. Los LXX traducen παντοκράτωρ, que es el Omnipotens de la Vulgata. Recientemente los lexicólogos lo han querido relacionar con el asirio sadu, que significa montaña, y así se le relaciona con la raíz de sadah, “ser elevado,” vinculándole de este modo con la idea de grandeza, elevación, ser superior1. En el texto Dios primero es designado con el nombre de Elohim, después con el de El-Sadday. En la revelación hecha a Moisés, Dios escoge un nombre misterioso, con el que definitivamente quiere ser designado por su pueblo: Yo soy Yahvé, con todo lo que este nombre implica de trascendencia y de protección al mismo en su vida azarosa como colectividad nacional. Es un paso más en la revelación progresiva de la naturaleza de Dios hasta llegar en el Nuevo Testamento a la revelación de Dios uno y trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo2.