Re: ¿JESUS DIJO QUE ERA DIOS?
¡Vaya si eres bocón y manipulador de las masas como buen parlanchín acostumbrado a lavar cerebros frente a su feligresía domesticada por el histrionismo propio de las demagógicas intervenciones como si fueran políticos inescrupulosos! Con esas afirmaciones lo que estás logrando, lejos de la apacibilidad y la educación cristiana de quienes te leen, al menos en este foro, es enardecer los ánimos y fomentar la rabia de los fanáticos cristianitos de a mentirillas que pululan por doquier y que pertenecen al mundo gobernado por el "dios" del presente sistema de cosas. Destilas veneno mortífero y ni siquiera te das cuenta. No te cansas de lanzar improperios contra los únicos que andan haciendo el trabajo que ustedes, por obligación y responsabilidad cristiana, se abstienen de andar compartiendo todas las cosas que el Señor enseñaba, a la gente de todas las naciones.
¡Hablan de cobardía! Pero ustedes se ganan el premio mayor del concurso con tal de no enfrentarse "cara a cara" con la gente en sus propios hogares, como debe ser la mejor y más efectiva forma de llegar a las personas hasta la parte más lejana de la tierra. Alegan todo tipo de pretextos y rebuscan cuantas citas bíblicas se acomoden como anillo al dedo a sus más exiguas interpretaciones para darle respaldo bíblico a los textos que manosean con increíble habilidad para deducir el error, y todo con tal de no enfrentarse con el toro en el redondel.
Pero sí son muy valientes cuando lo enfrentan desde la barrera o desde el púlpito. Ustedes son los verdaderos culpables del derramamiento de sangre como parte de la cristiandad apóstata que ha honrado a su Señor con sus labios, pero su corazón está cada vez más lejos y lo demuestran con este tipo de foros en donde se dan cuatro gustos escupiéndonos todo tipo de improperios, so pretexto de hacerlo en defensa de esa niñez cuyas acciones “diz que en contra de su integridad”, han elevado a la décima potencia para destruir nuestra reputación y hacernos parecer como “monstruos” al servicio de satanás. Ustedes han desvirtuado la verdad que Dios manifiesta en su Palabra; han pretendiendo enfocar el asunto por el lado de que nuestra "maloliente secta” se ha ensañado con los pequeñuelos de nuestras familias como si no los quisiéramos y preferimos "asesinarlos" por seguir lo que a su criterio son dogmas de interpretación humana de un "líder demoníaco".
¡Cuánto me recuerda este personaje a los protagonistas activos de “santas cruzadas” que el catolicismo romano dirigió contra todo aquél que no aceptaba la interpretación que le daba a las doctrinas bíblicas como verdaderas, y se hundió hasta la coronilla, en derramar sangre inocente, so pretexto de estar de parte del “Príncipe de Paz” y que en su nombre, asesinaban a sangre fría alegando todo tipo de argucias y justificaciones, tales como las que ustedes alegan hoy en día, que van en contra de la integridad de las personas al no querer suministrarles sangre a quienes la necesitan, aunque ello implique infringir una clara ley de Dios establecida desde siempre en acato de un claro mandato del Señor, que ustedes la interpretan a su manera, bajo su óptica, como si fuera una revelación directa del espíritu de Dios.
Ese veneno mortífero que corre por tus venas ni siquiera lo disimulas. Es la misma rabia que manifestaron los fariseos del Sanedrín judío en Jerusalén en el primer siglo cuando se abalanzaron contra Esteban cuando les gritó las verdades en su mismísima cara y lo sacaron fuera hasta darle muerte a pedradas. Ustedes, literalmente, cuelan el mosquito y se tragan camellos gigantescos al ser responsables directos o indirectos del derramamiento de sangre inocente que tienen sobre sus espaldas.
Y si no han sido protagonistas en algún hecho sangriento de la historia o no hayan librado guerras egoístas para proteger el injusto nacionalismo de los pueblos, su pasividad impávida e indolente postura de justificación en respaldo absurdo a la obediencia de eso que llaman “patria”, los señala como culpables ante esas injusticias de la historia cuando se hacen de la vista gorda y justifican el asesinato de millones de inocentes, entre ellos muchachos de muy corta edad que, con la bendición de sus respectivas iglesias del Príncipe de Paz, daban “permiso” para que fueran a masacrar o ser masacrados, por la intolerancia de un clero corrupto, so pretexto de estar “defendiendo” la integridad de quienes, es cierto, han sido vejados y humillados, por las infames dictaduras de genocidas de la historia. Pero en este caso en particular se callan y no dicen nada; no dicen nada de la matanza de los más de 50 millones de civiles que murieron, en tan solo en la segunda guerra mundial, entre ellos miles de niños, por los ataques a discreción y locos de jóvenes enardecidos por el veneno mortífero del nacionalismo que como “sangre” circulaba por sus venas. ¡Ah, pero allí sí se justificaba la matanza, a vista y paciencia de la humanidad, y nada decía nada, engañando a sus propias feligresías haciéndoles creer que era por la causa noble del “Señor” de la paz.
Y si no están estafando con el diezmo a cuantos incautos los visitan en sus iglesias (más de 10.000 de ellas más disueltas que sal en el agua en el mundo entero) listas para trasquilar a quienes entren por algún tipo de ayuda espiritual, les acribillan con todo tipo de argumentos “convincentes” para desplumarlos y hacerles creer que con ellos encontrarán verdadera paz y seguridad espiritual en el falso reino del “Cristo” que ustedes les ofrecen.
A LOS LECTORES CRISTIANOS
En nuestras asambleas congregadas al nombre del Señor Jesucristo...cada primer día de la semana (Hch.20:7) conforme a la Escritura, nos reunimos para adorar al Señor Jesucristo a través de los símbolos del pan y de la copa con su contenido de vino.
LA CENA DEL SEÑOR
11:23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;
11:24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
11:25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
11:26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
11:27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
Se canta un himno relacionado con el objeto de la reunión, en el día de hoy fue el número 250 de nuestro himnario, donde encontramos esta solemne estrofa:
¡Digno, digno, digno!
Un cántico celeste todos los salvados darán a una voz:
"Inmolado fuiste, y nos has redimido de los pueblos todos y lenguas para Dios"
Un hermano se levanta a adorar:
"Padre, te damos las gracias por este privilegio de poder expresar nuestra gratitud hacia Aquel que es tres veces digno...como también es tres veces Santo.
Gracias porque entendemos las glorias magníficas que El Señor dejó para buscarnos a nosotros. Dejó su Honor increado, Su Trono al lado de Su Padre Dios, Su Gloria, Su Hogar. Descendió del cielo para salvarnos y darnos la vida eterna.
Dejó la adoración Celestial y se hizo hombre como uno de nosotros pero sin pecado.
Como el Cordero de Dios le contemplamos delante de Juan el Bautista y a este rechazando bautizar al Señor...escuchamos las palabras del Creador...deja...porque es necesario que cumplamos toda Justicia.
El no se excluyó..era un bautismo de arrepentimiento que no era para El...pero lo hizo por nosotros.
Alabemos la grandeza del Señor.
Nuestro corazón se constriñe cuando le contemplamos creando los cielos y todas las cosas que en ellos hay...y aquí en la tierra lavando los pies de sus criaturas.
A través de los símbolos del pan entendemos que su cuerpo fue molido por nuestros pecados...y a través de su preciosa sangre hemos sido lavados de nuestros pecados, los cuales fueron puestos sobre su santo cuerpo en el madero de la cruz.
El Señor ha sido izado entre en cielo y la tierra...y se encuentra solo y abandonado por Dios...como el búho de las soledades, como el pelícano en el desierto...solo...
¿Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
Pensamos en su sufrimiento...
"Mi corazón fue como cera derritiéndose en medio de mis entrañas... Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies.
Pensamos en ese momento cuando el fuego de la ira tuya, Oh Dios, descendió sobre el inocente Cordero y consumió el Holocausto.
Muy limpio eres de ojos Oh Dios para ver el pecado...Al que no conoció pecado lo hiciste pecado...para fuésemos Justicia tuya en tu Hijo..y el cielo respondió con un manto de tinieblas durante tres horas....
Todos nuestros pecados fueron reducidos a cenizas..
Padre...bendice a un pueblo que adora a tu Hijo Santísimo...como si te adorará a Ti...
Su cuerpo no quedó allí en la tumba....resucitó victorioso y le contemplamos rumbo al Trono de Luz inaccesible....a Tu Diestra....sentado junto contigo....escuchando la adoración celestial:
Señor, DIGNO ERES DE recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas....y cantaban un nuevo cántico, diciendo: DIGNO ERES DE tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
Padre...recibe la adoración de tu pueblo....que te la tributamos en el nombre precioso de tu amado Hijo...nuestro Señor Jesucristo...Amén....
Natanael1
NOTA: Este sencillo privilegio de adoración es desconocido en el mundo denominacional.