Al menos reconoces una de las verdades fundamentales del cristianismo: Jesús no es el mismo que se sienta en el “Trono”. Está a la diestra, en un “Trono” similar al de su Padre pero no utiliza el mismo Trono. La simple lectura de la Revelación indica eso y claro. Si la “Cabeza de Cristo es Dios” ¿A cuál Dios se refiere Pablo si Cristo también es Dios? ¿Qué indica la Revelación: pues que Jesucristo en un DIOS HIJO DE DIOS. Así de sencillo.
El “Anciano de días” es el Creador de los hombres, no Cristo. Cristo es el “Medio que usó el “Anciano de Días” para crear a los hombres, no es el Creador. Cristo es el “Medio”, no la “Fuente”. ¿Acaso no entiendes lo que lees?
Toda la creación de Dios merece honra y gloria por ser obra de Dios. La honra de Cristo es la honra del Padre y la del Padre es la del Hijo. Elemental. Sin embargo “honra” es una cosa y es compartida; “adoración” es otra cosa y no es compartida, es exclusiva de la Deidad Suprema. La adoración es solamente a Dios Padre y Cristo lo dijo claro a la samaritana junto al Pozo en Jerusalén; a satán en una de las tentaciones y así la enseñó a sus discípulos quienes divulgaron esta elemental enseñanza del cristianismo primitivo.
La “Palabra” de Dios no es Dios. Es el Mesías. El Hijo no es el Padre. Por lo tanto, el Hijo no es Dios porque el único Dios es el Padre y así lo enseñó Jesús.
El “Nombre sobre todo otro nombre” no incluye ni abarca, jamás, el Nombre del Padre. Esto no es enseñanza bíblica. El “Nombre sobre todo otro nombre” no incluye al Nombre de Aquél que le dio tal reconocimiento. Jehová nunca ha renunciado a ser DIOS, el ÚNICO Y VERDADERO (Juan 17:3: Ap. 3:12).
Alguien que es “engendrado” jamás puede ser el que engendra, a no ser que dicho poder le sea otorgado como le fue otorgado a la descendencia de Adán. Todos nosotros fuimos engendrados y a la vez podemos engendrar. Aquí se rompe la regla a medias. Podemos engendrar no porque seamos “DIOS”, sino porque el poder para hacerlo lo recibimos de Él. Esto no lo has refutado; sólo lo alteras. Juan 1:18 dice que “El Dios Unigénito (Jesús) es el que ha explicado al DIOS VERDADERO. Más claro no se puede. Es el Todopoderoso quien engendra y crea. Ninguna criatura tiene este poder a no ser que el Padre así lo disponga.
Aquí tampoco refutas nada. Cristo es el primogénito de los “herederos” y representó “la primicia” de toda la siega. Fue el que es primero en todo. Y si fue primero en TODO (como ustedes lo entienden) abarca a su propia creación como HIJO en relación a un PADRE.
Tampoco refutas, sólo tergiversas. Todos los “cuerpos celestes” difieren de gloria entre sí. De hecho, “estrella difiere de estrella en gloria”. La “gloria de unos es diferente a la gloria de otros”. Cada quien en su debido lugar. La Gloria del Padre es Única. La Gloria del Hijo es única también porque la recibió del Padre como FUENTE DE LA GLORIA ABSOLUTA, pero respecto a los reyes de la Tierra y a los ángeles. El Hijo heredó la GLORIA del Padre por su obediencia y por las cosas que sufrió para merecerla. El que confiere la GLORIA es MÁS GLORIOSO que el que la recibe. Si Cristo la recibió del Padre, recibió una HONRA Y UN NOMBRE, apenas, SUPERIOR AL DE LOS ÁNGELES de DIOS. Si Cristo fuera Dios, jamás se le hubiera conferido, apenas, un NOMBRE SUPERIOR AL DE CRIATURAS ANGÉLICAS. Esto en sí es ¡Elemental! (Hebreos 1:4)
Sigues sin refutar nada. Todos los siervos de Dios, aunque seamos “esclavos” de Él, nos sometemos a su amoroso cuidado y es porque lo amamos por habernos dado el don maravilloso de la vida. Sin embargo, ese “servicio sagrado y adoración exclusiva” que le damos a Dios Padre también es “voluntario”. Nadie es obligado a servir a Dios. Tampoco el hecho de someternos voluntariamente a hacer Su Voluntad anula nuestra condición de ser Sus criaturas. Cristo no fue la excepción. No al menos el Cristo bíblico. El que ustedes se han inventado, ese sí lo creo. Por lo tanto, el hecho que alegas de que “se humilló a sí mismo de manera voluntaria” no anula el que fuera el Hijo obediente a conciencia aceptando, en honor a la verdad que le caracterizaba, que su “alimento” era hacer la Voluntad del Padre. Si Cristo vivía por “alimentarse constantemente” del Padre, ni más ni menos, es porque dependía del Padre para vivir y, cualquier ser que necesite de otro para vivir, es criatura de ese Ser, no su igual ni su equivalente.
Error de nuevo. Abraham fue llamado también “Padre de multitudes” y por su “fe” se bendijo a las naciones. Abraham era criatura y murió al igual que lo hizo Cristo, la “descendencia prometida”. El título “padre eterno” fue dado al Unigénito de Dios por cuanto él entregó su preciosa viva a cambio de nuestras “almas”. Dos cosas por el precio de una: 1) Nos compró y nos liberó de la muerte y 2) Al pagar el “precio” por nuestra vida se convirtió en ese “Padre Eterno” por mérito propio para prepararnos y purificarnos y, al final, presentarnos de nuevo al Padre para que Dios vuelva entonces a ser como era al principio: “Dios sobre todos y en todo”.
Y sigues en el error. Cristo te contradice y te refuta. “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Tres aspectos elementales: 1) Cristo es el camino para llegar a Dios. 2) Cristo es la verdad de Dios y por su boca nos instruye acerca de la participación de su Hijo en su propósito, y 3) Cristo es la vida porque al aceptarlo como el Mediador, estamos aceptando la Voluntad de Dios, y si aceptamos la Voluntad de Dios con respecto a Cristo, heredamos, si nos sometemos a Su voluntad, la vida que es viable, únicamente, por Su Medio. No sé por qué se complican al no entender el verdadero evangelio del Señor. Por lo tanto, como correctamente lo traduce la VNM, Cristo es el “AGENTE PRINCIPAL DE LA VIDA, de conformidad con la definición de “MENSAJERO” y “MEDIADOR” del Nuevo Pacto. En otras palabras: CRISTO es el único AGENTE que “vende” por un precio (la obediencia) el “tiquete premiado” que nos dará la entrada a su Reino. Al ser el único que dispone de estos “tiquetes” pues en este sentido es el ÚNICO QUE NOS SALVA y se convierte en “PADRE ETERNO” por cuanto, por su medio, heredamos la vida eterna, de conformidad con la Voluntad de quien le otorgó el derecho de los vender esos “tiquetes”.
De nuevo no refutas nada. Cristo nunca aceptó la adoración de las criaturas de Dios. Cristo defendió con su vida la Soberanía y el Poder de su Padre como el ÚNICO DIOS VERDADERO. En los textos que citas no dice eso que tú crees que dicen. Eso es una infame tergiversación de lo que de hecho, entiendes al revés de lo que dicen. Allí se habla de “honra, gloria, y servicio sagrado”, no se habla de ADORACIÓN. Ve al diccionario y entérate de la diferencia abismal entre estos términos. No solamente tienes deficiencia de hermenéutica bíblica, sino clara deficiencia de las definiciones etimológicas de los términos empleados y sus respectivos significados.
Error. ¿El Autor de la vida muere? ¡No te lo creo! Aprende a establecer las diferencias entre lo gordo y lo hinchado mi estimado. Cristo es el “agente principal de salvación”. Siendo el “medio” que Dios utiliza para otorgar la vida, no es el “Autor” de ella en el sentido que lo enseñas. La Fuente de la Vida es JEHOVA DIOS, el Padre de Jesús, de quien el Hijo también se alimenta. Jesús es el “Autor” de la vida en el sentido de ser el conducto o medio o el “Nombre” mediante el cual y el ÚNICO, que Dios acepta para que se transmita la vida a la persona que lo ACEPTA como el HIJO DE DIOS, no COMO DIOS. (Juan 20:31).
Una cosa es que sirvamos a Jesús como “esclavos” por habernos comprado y otra, muy diferente, es que le rindamos “adoración”. Entre “hermanos” en la congregación, cada uno de nosotros nos debemos a nuestro hermano y debemos servirle sin excepción, honrándoles en todo momento (Rom 13:7). Sin embargo, tiene sus límites. El servicio y la obediencia a Cristo es incuestionable y a otro nivel mucho más elevado; a su vez, nuestro servicio y adoración al Padre está por encima de todo lo demás. Pablo aclaró la relación en cada nivel de la manera más sencilla que al parecer los atraganta, dijo: “Pero quiero que sepan que la cabeza de todo varón es el Cristo; (esto no lo cuestionan) a su vez, la cabeza de la mujer es el varón; (esto tampoco lo cuestionan) a su vez, la cabeza del Cristo es Dios”. (Esto no sólo lo cuestionan sino que los indigesta). Y, por supuesto, la cabeza de estos “tres” eslabones de la balanza cristiana, de manera superlativa ¡es Dios el Padre, el Único Dios Verdadero! Si Dios es la “cabeza” (mayor autoridad) en esta escala que nos plantea Pablo es con respecto a criaturas. Nadie, que no sea criatura, tiene una “cabeza” o una autoridad mayor sobre sí. Si la tiene es porque tiene un Dios que obedecer y adorar y, si lo adora y le obedece, la conclusión es que es una criatura que depende de Dios para vivir, al igual que todos los demás seres inteligentes del universo. Esto fue lo que nos enseñó Jesucristo.