Tu argumento carece de base escritural sólida. Jesús mismo clarificó su relación con el Padre: "Esto significa vida eterna, que vengan a conocer a ti, el único Dios verdadero, y a quien tú enviaste, Jesucristo" (Juan 17:3). Aquí, él distingue entre el "único Dios verdadero" y su papel como enviado. Además, 1 Corintios 8:6 afirma: "Para nosotros hay un solo Dios, el Padre y un solo Señor, Jesucristo". Esta clara separación de roles refuta la idea de una igualdad ontológica.
Cuando el joven le llamó "bueno", Jesús corrigió: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino uno, Dios" (Marcos 10:18). Su corrección confirma que no buscó ser equiparado con el Padre. Colosenses 1:15 lo identifica como "primogénito de toda la creación", lo que corrobora su origen como criatura celestial, no como Dios eterno. En Apocalipsis 3:14, él mismo declara ser "el principio de la creación de Dios".
Quienes insisten en igualarlo al Padre ignoran sus propias palabras: "El Padre es mayor que yo" (Juan 14:28). La verdadera fe se basa en las Escrituras, no en dogmas humanos que contradicen la clara enseñanza de Cristo.