SOBRE CRISTO
En los primeros siglos de la Iglesia, nadie osó pervertir el correcto mensaje del evangelio, donde contemplamos a Jesús como la tercera Persona de la Trinidad.
EL VERBO DIVINO
Jua 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Jua 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Lo primero que Juan enfatiza sobre Jesús, es su identificación con la Palabra Divina o el "Logos Eterno" o el "Verbo Eterno de Dios".
No se puede separar el Verbo de Dios en la Eternidad.
Ambos son una Unidad, por cuanto jamás se concibe un dios mudo, tal idea pertenece a la idolatría.
Sin el Verbo, Dios está mudo, por lo tanto, es impotente, y al serlo, pierde por completo su razón de existir.
No existe otro lugar en el NT, donde la ETERNIDAD DEL HIJO, sea más claramente afirmada que en el evangelio de Juan.
Esta palabra "Verbo" o "Logos", rechaza cualquier intento de reducir a Cristo a una simple criatura, como lo hacen ciertos grupos heréticos.
Esta serie de versículos:
1Jn 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
Rom 9:5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
Flp 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
Flp 2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
Col 1:15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Tit 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
Jud 1:25 al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.
Apo 1:8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Afirman que el Hijo de Dios es un ser CO-ETERNO Y CO-ESENCIAL CON EL PADRE Y EL ESPÍRITU SANTO.
Esto define, contundentemente, la Doctrina de la Trinidad, doctrina que es negada por los grupos sectarios.
En el siglo IV surgió, Arrio, que junto con sus colaboradores, negaron la doctrina de la Trinidad, argumentando que Cristo fue la primera criatura que Dios había creado, llegando al extremo de sostener que el Verbo también había sido creado por Dios.
Esto arrastra a los hipócritas a enseñar que Dios tuvo principio, y en el caso del Hijo, lo ubicaron en una categoría inferior al Padre.
De manera que Arrio enseñó que el Verbo no tenía la misma esencia del Padre y, por lo tanto, al no participar de la Eternidad del Padre, el Hijo no era Dios.
Esta teología del Arrianismo fue condenada por la Iglesia de Cristo desde el siglo IV.