REFLEXIÓN DE NATANAEL
Siempre existirán los que aman al Señor Jesucristo y siempre existirán los hipócritas (Jn.8:44), aquellos hombres que nunca le creyeron sus afirmaciones, y miraron al suelo, hallaron piedras, las agarraron y lo enfrentaron con intenciones homicidas.
Podrán escribirse miles de páginas, y siempre habrá esa división.
Pero una cosa es cierta.
1Co_16:22 El que no amare, al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene.
Estos anatemas del foro, estarán de pie, delante de Aquel, a quien blasfemaron, dándole una "honra" devaluada, completamente inferior a la honra que, dicen ellos, le dan al Padre.
Sal_2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían.
Jua_5:23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
1. En este texto, la primera parte del versículo respecto a la honra debida al Hijo, esta expresión:
"COMO HONRAN AL PADRE"
No admite, absolutamente, ningún cuestionamiento, pues su sentido es:
"UNA HONRA IGUAL"
2. En la segunda parte del versículo, se halla escrito, la sentencia para los anatemas del foro, leemos:
"EL QUE NO HONRA AL HIJO"
En la primera parte, respecto a esta "honra" aprendimos que la igualdad en la adoración, está cimentada en la expresión "COMO HONRAN AL PADRE".
El más mínimo descuido; la más vil intención, en pretender ubicar al Hijo por debajo del Padre, usando el patrón humano, ese descuido imperdonable, esa vil intención, genera la destrucción de la honra debida a ambos, leemos:
"NO HONRA AL PADRE QUE LE ENVIÓ"
Ante esta blasfema conducta, propia de los anatemas del foro, se hace patente la advertencia anunciada siglos antes, de Dios manifestarse en carne, aquí en la tierra, leemos:
Pues se inflama de pronto su ira.
Atesorar ira, para el día de la ira del Cordero, amontonar ascuas de fuego, sobre la cabeza de estos anatemas del foro, será la porción debida a su extravío, en el Gran Trono Blanco.
Pero la buena noticia, la hallamos al final del Salmo 2:12, leemos:
Bienaventurados todos los que en él confían.
Esta confianza en el Hijo, como igual al Padre, nos conduce al discernimiento de sus palabras ante la incredulidad homicida de los líderes anatemas de su tiempo, quienes habían hecho del "día de reposo" un motivo de adoración, por encima del Hijo de Dios, como Señor del Día de reposo.
Y el Señor, del día de reposo, había sanado a un ciego de nacimiento, en ese día.
El hombre ciego de nacimiento era un mendigo (Juan 9:8).
Los mendigos esperaban en las puertas del Templo por las donaciones que les daban los adoradores. Por lo tanto, este hecho fue notorio a todos, lo cual desató una implacable persecución sobre el AUTOR del crimen de haber violado, según ellos, el día de reposo, lo buscaron para matarlo.
En sus registros, se hallaba la historia de un hombre que había salido al campo a recoger leña en día de reposo y fue muerto, leemos:
Núm 15:35 Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente, muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento.
Núm 15:36 Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés.
DIOS ES SOBERANO
Quién había sanado al ciego de nacimiento es el Señor del día de reposo, leemos:
Mat 12:6 Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí.
Mat 12:8 porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.
Moisés, a la verdad, fue fiel en toda la Casa de Dios COMO SIERVO.
Heb 3:6, pero Cristo, COMO HIJO SOBRE SU CASA, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.
Pero antes que sus perseguidores, los anatemas de su época, lo confrontaran, el Señor buscó al que había sido ciego, y le preguntó:
Jua 9:35 Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?
Jua 9:36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?
Jua 9:37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.
Jua 9:38 Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.
Un anatema muere ciego espiritualmente.
Jua 9:39 Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.
ESTOS ANATEMAS DEL FORO, SE RESISTEN A ADORAR AL HIJO, HONRÁNDOLE COMO IGUAL CON EL PADRE.
Ellos leen:
Jua 10:30 Yo y el Padre uno somos.
Y no entienden, su ceguera espiritual, los secuestra y los conduce a darle una interpretación ajena al sentido de IGUALDAD CON EL PADRE, que posee esta expresión.
Porque son ciegos de nacimiento, nacieron para morir ciegos.
Está el Señor en medio de nosotros, para que los que no ven, vean y estos anatemas del foro, se aferran a su ceguera, y mueren ciegos.
No hay peor ciego que el que no quiere ver.
¿Ver qué?
Jesús es Dios todopoderoso, manifestado en carne.
Es Emanuel, es el Jehová del AT, todo lo que tiene el Padre es del Hijo.
Pero son ciegos y mueren ciegos.