Es innegable que Hebreos 1 usa ciertas profecías o prefiguraciones prestadas del Antiguo Testamento y las aplica a la persona de Jesucristo DESPUÉS de venir al mundo.
Por ejemplo, en la primera parte de Hebreos 1:5 se cumple lo concerniente a la relación filial mencionada en Salmos 2:7:
Hebreos 1:5
Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: “Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy”?
Salmo 2:7
Ciertamente anunciaré el decreto de YHWH que me dijo: “Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.”
Así como también la segunda parte de Hebreos 1:5 se cumple lo prefigurado en 1 Crónicas 17:13:
Hebreos 1:5
y otra vez: “Yo seré Padre para Él, y Él será Hijo para mí.”
1 Crónicas 17:13
Yo seré padre para él y él será hijo para mí; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que estaba antes de ti.
También Hebreos 1:6 ilustra el cumplimiento de la adoración del Hijo por parte de los ángeles predicha o prefigurada en Salmos 97:6-7:
Hebreos 1:6
Y de nuevo, cuando trae al Primogénito al mundo, dice: “Y adoradle todos los ángeles de Dios.”
Salmos 97:6-7
Los cielos proclaman su justicia, y todos los pueblos han visto su gloria. Sean avergonzados todos los que sirven a imágenes talladas, los que se glorían en los ídolos; adoradle todos los dioses.
En Hebreos 1:8-9 se confirma la Deidad del Hijo, por los siglos de los siglos, prefigurada en Salmos 45:6-7:
Hebreos 1:8-9
Pero del Hijo dice: “Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos, y cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por lo cual Dios, tu Dios, te ha ungido con oleo de alegría más que a tus compañeros.”
Salmos 45:6-7
Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;
cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por tanto Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.
En Hebreos 1:10-12 al Hijo se le reconoce como Señor creador de los cielos y de la tierra prefigurado en Salmos 102:24-27:
Hebreos 1:10-12
Y: “Tú, Señor, en el principio pusiste los cimientos de la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se envejecerán, y como un manto los enrollarás; como una vestidura serán mudados. Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.”
Salmos 102:24-27
Dije: “Dios mío, no me lleves en la mitad de mis días tus años son por todas las generaciones. Desde la antigüedad tú fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se desgastarán, como vestido los mudarás, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo y tus años no tendrán fin.”
Así como Hebreos 1:13 confirma la exaltación del Hijo a la derecha del Padre mencionada en Salmos 110:1 después de ascender al cielo:
Hebreos 1:13
Pero, ¿a cuál de los ángeles ha dicho jamás:
“Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”?
Salmos 110:1
Dice el SEÑOR a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.”