El testimonio de Judas es consistente con respecto al Señor Jesucristo, quien es el Señor que destruyó:
(v. 5) A los que no creyeron.
(v. 6) A los ángeles caídos.
(v. 7) Así también Sodoma y Gomorra.
Judas 1
5 Ahora quiero recordaros, aunque ya definitivamente lo sepáis todo, que el Señor, habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que no creyeron.
6 Y a los ángeles que no conservaron su señorío original, sino que abandonaron su morada legítima, los ha guardado en prisiones eternas, bajo tinieblas para el juicio del gran día.
7 Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, a semejanza de aquellos, puesto que ellas se corrompieron y siguieron carne extraña, son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del fuego eterno.