Probablemente los siguientes textos no le harán emerger del oscuro invento arriano, pero es la verdad que Dios nos reveló en su Santa Palabra. Ojala le abran la mente las siguientes palabras de Dios porque usted denigra al Hijo. Hacer oídos sordos a estas palabras sí es culpa suya, porque están expuestas claramente en la Biblia; por lo que no tiene excusa.
Jesucristo es EL VERDADERO DIOS. "Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna." (1 Jn 5:20). Viendo que Juan dice que el Hijo de Dios nos ha dado entendimiento, que es el verdadero Dios y la vida eterna, quedan muy en claro las palabras de Jesús: "Yo soy el camino, la VERDAD, y la VIDA." (Jn 14:6).
Cristo es Dios bendito para siempre. "de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo[a], el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos." (Rom. 9:5).
Cristo es Dios, porque El es el Creador de todas las cosas. "Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho." (Jn. 1:3). Si Cristo fué creado según los "testigos" lo afirman al decir que él fué la primera criatura creada, entonces sucede que Cristo se hizo a si mismo, porque el texto dice que ni una sola cosa de lo que ha sido hecha fué hecha, sin él. Esto es muy claro, y quiere decir que todas las cosas que han tenido origen, fueron hechas por Cristo. Entonces si él es el originador de todas las cosas que tienen origen, el no tuvo ningún principio. Y como dice la Biblia: él es desde los días de la eternidad.
Jesucristo es DIOS, porque él fué ADORADO. Y según la Palabra de Dios, él es el único Dios que debe ser ADORADO. "Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es" (Exodo 34:14). "Al Señor tu Dios adoraras, y a él solamente servirás" (Luc.4 :8). Pero los siguientes textos prueban, concluyentemente, que Cristo fué adorado, y siendo asi, naturalmente que esto prueba fuera de toda duda que el Cristo es Dios: Mateo 8:2; 14 :33; 15 :25; 28 :9. Y aun hasta los mismos ángeles deben de ADORAR al Hijo de Dios: "Y cuando otra vez vuelve a traer al Primogénito al mundo, dice : y adórenle lodos los ángeles de Dios" (Heb. 1 :6). Así que estos textos bastan, y sólo citaremos unos dos o tres más para probar que los hombres santos como también los ángeles han rehusado la adoración: Apoc. 19:10; 22:8, 9; Hechos 10:25. Así que si Cristo permitió ser adorado no siendo él Dios, entonces cometió pecado y ya no es el "hombre perfecto" que los russelistas dicen que fué.
“Ciertamente les aseguro que, antes de que Abraham naciera, ¡yo soy!” (Juan 8:58)
Jesús afirmó su existencia eterna. Además, usó el título de YO SOY (ego eimi), ¡el nombre sagrado de Dios para SI mismo! Estos expertos religiosos sabían lo que las escrituras decían en Isaías:
Antes de mí no hubo ningún otro dios, ni habrá ninguno después de mí. Yo, yo soy el Señor, fuera de mí no hay ningún otro salvador. (Isaías 43:10—11 NVI)
Como la pena por blasfemia era la muerte a pedradas, los líderes judíos recogieron piedras para matar a Jesús ya que se estaba llamando a si mismo Dios. En ese punto Jesús podría haberse retractado. Pero no alteró su declaración, aún al riesgo de ser matado.
Lo que Jesús dijo es ‘Yo soy engendrado del único Dios, antes de que Abraham fuera, Yo soy,’ y las palabras ‘Yo soy’ en hebreo eran el nombre de Dios, el cual no debe ser pronunciado por ningún ser humano, el nombre que era muerte al pronunciar.”
Algunos pueden argumentar que se trataba de un caso insólito. Pero Jesús también uso “YO SOY” para si mismo en otras varias ocasiones. Veamos algunas de ellas, tratando de imaginar nuestra reacción al oír las afirmaciones radicales de Jesús:
“Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12)
“Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6)
“Yo soy el único camino al Padre” (Juan 14:6)
“Yo soy la resurrección y la vida” (Juan 11:25)
“Yo soy el Buen Pastor” (Juan 10:11)
“Yo soy la puerta” (Juan 10:9)
“Yo soy el pan vivo” (Juan 6:51)
“Yo soy la vid verdadera” (Juan 15:1)
“Yo soy el Alfa y el Omega” (Apoc 1:7-8)
Si estas afirmaciones no hubieran sido hechas por Dios mismo, Jesús hubiera sido estimado un loco. Pero lo que hizo a Jesús creíble para aquellos que le escuchaban fueron los milagros creativos que realizó, y su sabia autoridad enseñando.
"Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre." (Heb 13:8)
La afirmación de que "Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre" habla de su divinidad al destacar dos de sus atributos: la inmutabilidad y la eternidad. Solo Dios es inmutable y eterno. Si Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre, significa que Él también es Dios.
"Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad." (Miq 5:2)
Miqueas muestra la preexistencia de Cristo que alcanza hasta la eternidad en el pasado. "En el principio era el Verbo"(Jn 1:1-3). Desde la eternidad Jesucristo es uno con el Padre.
Jesús posee los atributos de Dios:
omnipresencia (Mt. 18:20),
omnisciencia (Jn. 2:24-25; 11:11-14; Mr. 11:6-8),
omnipotencia (Mt. 28:18; Lc. 7:14; Jn. 5:21-23),
eternidad (Jn. 8:58; 17:5);
santidad (Jn. 8:46),
gracia salvadora (Mr. 2:5-7; Lc. 7:48-49).
Jesucristo es el TODOPODEROSO. "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso." (Ap 1:8).
Aquí nos habla la Palabra de Dios con tal claridad que casi no es ni necesario comentar. El Alfa y la Omega son son la primera y última letra del alfabeto griego. Y no se pueden referir a otro, sino a Jesucristo, porque El es el verbo, o sea la PALABRA. Como las palabras que expresan el pensamiento consisten de letras, así el VERBO es el que expresa todo lo que se sabe acerca de Dios (Juan 1:18). Ademas, la expresión "el que es y que era y que ha de venir" necesariamente tienen que referirse al Señor Jesús, porque él es él que ha de venir. (Comparar con Ap 1:17-18; 22:12-13).
Jesucristo es el que ha de venir, y él mismo indica que él es el Alfa y el Omega:
He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. (Ap 22:12-13).
"mientras llega el feliz cumplimiento de nuestra esperanza: el regreso glorioso de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo."(Tito 2:13)
Pablo testifica de la deidad de Jesucristo, identificándolo como nuestro gran Dios y Salvador.
Cristo es Dios
En el principio era el Verbo, y
el Verbo estaba con Dios, y el
Verbo era Dios (Jn. 1:1, 14).
Mas del Hijo dice: Tu trono,
oh Dios, por el siglo del siglo
(He. 1:8).
Igual al Padre
Cristo Jesús, el cual, siendo en
forma de Dios, no consideró el ser
igual a Dios como cosa a que aferrarse
(Flp. 2:5, 6).
Según Cristo. Porque en él habita
corporalmente toda la plenitud
de la Deidad (Col. 2:8, 9).
Uno con el Padre .
Yo y el padre somos uno (Juan 10:30).
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." (Juan 1:1)
Este versículo y su gramática detallada testifica claramente que Jesús, el Verbo, es plenamente Dios.
Saludos.