No es que haya otro evangelio, sino que hay algunos que los perturban y quieren reformar el Evangelio de Jesucristo. Pero aún cuando nosotros mismos o un ángel del cielo les anunciara un evangelio distinto del que les hemos anunciado, que sea maldito (Gal 1,7-8).
El Espíritu nos dice claramente que en los últimos tiempos algunos abandonarán la fe, por hacer caso de inspiraciones falsas y enseñanzas de demonios, de impostores hipócritas, insensibles de conciencia. Tú en cambio evita todos estos cuentos de vieja*, más bien ejercítate en la piedad (1Tim 4,1-2.7).
Yo, por mi parte, declaro a todo el que escuche las palabras proféticas de este libro: a quien se atreve a añadirle algo, Dios añadirá sobre él todas las palabras descritas en este libro. A quien quite algo, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la Ciudad Santa, descritos en este libro (Ap 22,18-19).
Así que no hay que añadir ni quitar nada de lo que Dios ha revelado en Cristo y los apóstoles han trasmitido a nosotros.
1Ti 6:20 Timoteo, guarda el depósito. Evita las palabrerías profanas, y también las objeciones de la falsa ciencia;
1Ti 6:21 algunos que la profesaban se han apartado de la fe. La gracia sea con vosotros.