Re: ¿JESUS DIJO QUE ERA DIOS?
En breve, me referiré al anterior ejemplo que presentan como “base” para creer que “La Palabra de Dios” es “Dios”, así como que “la palabra de Wilson es Wilson”. En primer lugar, lo que ofrecen es una sola alternativa como posible, tratando de encausar la definición de esta “Palabra de Dios” únicamente por una vía; no tomando otra también como razonable posibilidad y que puede ser aplicada no solamente al “nombre” empleado para referirse a “algo” que es de “Dios” (como una característica de su personalidad) o bien, a algún personaje denominado o llamado “La Palabra de Dios” como una entidad separada, distinta y destacada por la Deidad Suprema, como su portavoz “oficial” para divulgar esta “Palabra de Dios” como nunca nadie jamás lo hizo.
De hecho, el siguiente análisis pudiera ser de suma importancia para llegar a identificar quién o qué es realmente “La Palabra de Dios” desde la perspectiva de la enseñanza bíblica, no de los credos personales ni de filosofías que alteran el orden natural de la razón:
1. Jehová Dios, como el Todopoderoso Creador del Universo, OBVIAMENTE debe tener la capacidad del “habla” para pronunciar, cuando lo estime conveniente, palabras llenas de sabiduría y de verdad y puede hacerse oír por cuanta criatura decida, debe escucharla.
2. Si aceptamos el punto 1 como “lógico”, pues deberíamos aceptar también el hecho indiscutible que esa “característica” para darse a entender de parte del “Eterno” denominada “capacidad del habla” o “poder de comunicación audible o no” con respecto a sus criaturas, la podremos identificar como “La Palabra de Dios” por cuanto proviene de Él en todo sentido según su beneplácito y propósito para lo cual se ha enviado, sea por sus “propias palabras” o bien, por medio de otros medios angélicos y humanos como “portavoces” de sus designios.
3. De acuerdo a los dos puntos anteriores, tú coliges sin ninguna duda, que esta “Palabra de Dios”, desde todo punto de vista, pues ¡Es Dios también por cuanto es “Dios” quien la proclama y sale de su propia esencia del Ser que la representa, dejando por fuera, totalmente, la posibilidad de que esta “Palabra de Dios” no se refiere a un “portavoz independiente”; un Ser Divino también que “nació” de Dios y es producto de Dios.
4. Pero resulta que desde otro punto de vista ¿Podríamos aceptar entonces que la capacidad inherente a su naturaleza para “proferir palabras en cualquier lenguaje que desee, puede significar que dicha “capacidad de hablar” pueda, a su vez, ser considerada DIOS MISMO, por cuanto estaríamos haciendo división de sus propias características, separando su propia esencia; esa unidad de múltiples atributos que es el CONJUNTO de lo que Él ES en todos los sentidos posibles?
Ejemplo: cuando un “Rey” habla, podemos decir con toda propiedad que el “Rey habló” o el “Rey ha hablado”, pero no podemos decir, dentro de una buena semántica, que lo que dijo (su palabra) es “El Rey”; será “la palabra del Rey”, pero no “El Rey”, así como no podríamos concluir que todo lo que Dios ha creado, es también Dios porque “salió de Él” y Él fue el creador. Si aceptamos esto en el amplio sentido excediendo los límites de la lógica establecidos, la humanidad no hubiera podido siquiera alimentarse de lo que produce la tierra, por cuanto “todo” lo que produce, por provenir de Dios, debe ser considerado como Él mismo y, a su vez, intocable por cuanto si comemos algún fruto, es como si nos estuviéramos comiendo a “Dios” también. Además, todas las criaturas inteligentes del Cielo y de la Tierra seríamos ¿Dioses también? ¡Claro, lo somos en un sentido! En el mismo sentido en que Jesús lo explicó ¿Sería esto lo que el apóstol Pablo tenía en mente cuando puso en alerta a los Corintios acerca de la existencia de “muchos dioses” y “muchos señores” en el Cielo y en la Tierra?
5. El enfoque de que “La Palabra de Dios” es “Dios” desde la perspectiva de Eduardo, no debe contradecir en lo absoluto, el hecho que esa “Palabra”, al ser proferida por Dios, significa a la vez, la característica indiscutible del “habla” (sonido) que obviamente identifica a Dios con una personalidad Única que transmitió dicha habilidad a todas las criaturas inteligentes que creó con la finalidad de disfrutar de este maravilloso regalo que se llama “vida”. Pero, desde la perspectiva de Juan 1:1-18, según la presentación que hace el apóstol de esta “Palabra de Dios”, no pareciera ser , para nada, como si fuera DIOS MISMO y no otro SER, aparte de DIOS, cuya característica sobresaliente era y es: DAR TESTIMONIO DE LA VERDAD que oyó de PARTE DEL SER QUE LO ENVIÓ a la Tierra.
Por lo tanto,
A. “La Palabra de Dios” se puede referir a la “acción” de comunicar, mediante “algún medio audible o no” por parte de la Deidad Suprema del universo cuando desea expresar su propósito y disposiciones reglamentarias.
B. “La Palabra de Dios” también se puede referir a un “Ser” independiente que recibió esta “distinción especial” por ser el “Portavoz Oficial” del Altísimo en el sentido más amplio del término.
C. El siguiente pasaje de la Reina Valera Contemporánea de Juan 1:1,2 ¿A quién realmente aplica y cuándo? Podríamos empezar por ubicar ¿Qué principio indica Juan cuando nos revela a “algo” que ya estaba en ese principio con Dios, llamado: “La Palabra”? (obviamente de Dios).
“En el principio ya existía la Palabra.
La Palabra estaba con Dios,
y Dios mismo era la Palabra.
La Palabra estaba en el principio con Dios.”
¿De qué “principio” en Juan 1:1,2 estamos hablando?
1. ¿Del PRINCIPIO de la creación del universo?
2. ¿Del PRINCIPIO de la creación del planeta Tierra?
3. ¿Del PRINCIPIO de los caminos de Dios?