-¡Claro! Él ha dicho: "...me mostraré celoso por mi santo nombre" (Ezeq 39:25), "...pues El Eterno, cuyo nombre es Celoso, es un Dios celoso" (Éxo 34:14).
-Cuando Raymundo Martini acuñó el "Jehová" en el 1270 y Casiodoro de Reina lo siguió en el 1569 y Cipriano de Valera lo mantuvo en 1602 y así las diversas revisiones de la Reina-Valera hasta nuestros días, se hizo de buena fe tanto como en las versiones católicas que se decidieron por las diversas formas de Yavé. Que sepamos, no hubo juicios y castigos por haber traducido así el tetragrama en nuestras versiones españolas, como tampoco lo hubo en otras formas distintas en griego, latín, portugués, italiano, francés, inglés y alemán. Las intenciones al traducir siempre fueron buenas y temerosas de Dios y respetuosas de su santo nombre.
-Por gracia de Dios puedo leer, escribir y pronunciar el tetragrama del modo que lo haría cualquier rabino en Jerusalem. ¿Acaso crees que confundo a Dios con Zeus?
-El Señor Jesucristo ha dado a conocer Su nombre a los discípulos y aun lo sigue haciendo (Jn 17:26), no haciéndoles escribir, leer y pronunciar el tetragrama (ya lo sabían) sino al mismo Padre en la persona del Hijo, mostrado a través de la predicación del Evangelio por todo el mundo, hasta hoy en día.