Sin encuesta
Sin encuesta
Sin participar en la encuesta, intento responder a sus preguntas.
1- ¿Guerra de Dios o de fanaticos?
Todas las guerras son de Dios, porque está escrito:
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra: porque estas cosas quiero, dice Jehová. (Jer. 9)
Además, sobre “el comisionado” de guerra,
“Y salió otro caballo, bermejo, y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros, y se le dio una gran espada” (Ap.6)
Además, sobre el control de la situación,
¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. (Mt. 10)
Sin embargo, nunca, pero nunca jamás el hombre cristiano puede culpar a Dios por nuestras miserias, sino que debemos buscar en los vicios de nuestra naturaleza caída y la horrorosa corrupción que de ella proviene, y evidentemente el amor por el mundo, porque:
“¿De donde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones[b/], las cuales combaten en vuestros miembros?. Codiciáis, y no tenéis, matáis y ardéis de envidia…..¡Oh almas adulteras! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios?...” (Stg. 4)
2- ¿Una guerra mas o una guerra especial?
Una guerra especial, porque por primera vez en la historia de esta corrupta humanidad son todas las naciones de la tierra, perfectamente comunicadas unas con otras, y asociadas en la ONU, las que están de acuerdo en condenar sesgadamente a la nación de Israel. Lo cual es muy importante, porque es necesario que llegado el momento ninguna nación ni carne natural tengan excusa.
Y como está escrito:
“..Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos, todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella..” (Zac. 12, VRV)
”Convertiré a Jerusalén en una copa que embriagará a todos los pueblos vecinos. Judá será sitiada, lo mismo que Jerusalén, y todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.
En aquel día convertiré a Jerusalén en una roca inconmovible para todos los pueblos. Los que intenten moverla quedarán despedazados” (Zac. 12, NVI)
”Yo haré que Jerusalén sea para todos los pueblo un vino que hace perder los sentidos. Jerusalén en ese momento, será como una piedra que tratarán de levantar todos los pueblos, pero cuantos lo hagan quedarán desgarrados. Y la atacarán todas las naciones de la tierra.” (Zac. 12 V.Latin.)
Además, todas las guerras son especiales, porque cada una de ella acerca cada vez más a los que son de Dios, y a la vez, aleja a los que no son de Dios. A los primeros a través del clamor, la súplica y el arrepentimiento genuino, y a los últimos, a través de la soberbia y la manifestación de la maldad natural.
3-¿Señal antes del fin o señal de la locura humana?
Pues que estando, desde el principio, la humanidad caída y por tanto sumida en horrenda corrupción, la locura humana es una característica natural de esta naturaleza caída, es decir, y como nos enseña Santiago: ¡Oh almas adulteras! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios?
Ante lo cual y como es también natural, el jinete del Caballo Bermejo siempre ha sabido perfectamente como actuar, en el poder que le ha sido entregado, para quitar de la tierra la paz, no a los que de verdad tienen la Paz de Cristo que es Verdadera Paz y pudieran morir en ella, sino a los que aman el mundo y que diligentemente cooperan con él comisionado jinete, de forma que viene a ser esto permanente y reiterada señal antes del fin, porque siempre en los hechos naturales se verifica lo que está escrito de antemano, en cuanto a que no todos entenderán cuando se complete la plenitud de los gentiles y se cumpla, como está escrito, la Salvación de Israel. (Ro 11; Is. 6; Is. 59:20; Jer. 31:33-34)
4-¿Dios estará aun con Israel en la batalla fisica?
Dejemos que sea la Escritura la que responda:
“Así que en cuanto al evangelio son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, SON AMADOS por causa de los padres.
Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.
Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, así también estos han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia.”
Así de acuerdo a la Escritura, no se puede creer que Dios pudiera abandonar a los que ama por causa de los padres, mientras el jinete del cabello bermejo hace la labor que le fue encomendada. Con mayor razón aun, si nuestro Señor El Cristo que nos fue concedido por la desobediencia de ellos, clamó por ellos Al Padre diciendo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
5-¿Que tenemos que ver los cristianos en esto?
Mucho, porque nosotros siendo ricos clamamos y gemimos por el cumplimento de la Escritura, para ser “más ricos aún” con el retorno de Nuestro Señor, ya que sabemos que El Señor le encomendó al Apóstol Pablo enseñar la sujeción de la Resurrección de los gentiles ricos, a la admisión de los Judíos, de forma que seamos más ricos aun.
Veamos,
“Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿Cuánto más su plena restauración?
Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.
Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿Qué será su admisión, sino vida entre los muertos?” (Ro. 11)
Por ello clamamos por la paz de Jerusalén, pero no por la paz de los hombres que cooperan con el jinete del caballo bermejo, sino por la Paz del Señor que como está Escrito, “limpiará a Jacob de la impiedad, cuando El quite sus pecados”, de forma que estando limpios sean admitidos, se cumpla la Escritura, y se verifique la Vida entre los muertos.
En Cristo
Rogelio