El informe
El informe
Hoy, en La Razón
La ONU concluye que Israel no cometió una matanza durante la ocupación de Jenín
El informe culpa a los combatientes de ambos bandos de «poner en peligro a los civiles»
Un informe de Naciones Unidas sobre la incursión israelí en Jenín el pasado abril culpa a palestinos e israelíes por las muertes de civiles, y no considera la acción israelí como una «matanza». El documento se preparó a petición de la Asamblea General de la ONU y se realizó sin que ningún equipo de este organismo viajara al lugar, sino sólo tomando como referencia informes de periódicos, de gobiernos interesados en el tema y de organizaciones no gubernamentales. La ONU pidió a Israel y a los palestinos que enviasen información, pero sólo respondió el Gobierno de Arafat.
Alejandro Fernández - Nueva York.-
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, fue incapaz de lograr que el Consejo de Seguridad ordenara el envío de la comisión, ya que Estados Unidos, que entrega miles de millones de dólares a Israel en ayuda militar, amenazó con vetar ese mandato. Arafat acudió entonces al socorro de la ONU, que pidió a Annan un informe «con las fuentes de información disponibles». Annan reconoce que el informe «ha sido redactado sin visitar Jenín».
El informe señala que «de particular preocupación es el hecho de que los combatientes de ambos bandos pusieron en peligro la seguridad de los civiles». Además, el documento explica que en algunas ocasiones las fuerzas armadas israelíes utilizaron armamento pesado en áreas habitadas por civiles, pero también culpa a los combatientes palestinos de mezclarse con la población civil. «Se alega también que los grupos palestinos pusieron bombas caza bobos en muchas casas habitadas por civiles, actos que ponían en peligro a los soldados israelíes, pero también a los civiles», señala.
El texto agrega que «se ha informado de que las fuerzas armadas israelíes utilizaron maquinaria pesada, bombardearon desde carros de combate y lanzaron cohetes desde helicópteros en áreas pobladas». El documento hace mención extensa a la operación hebrea «Muro de Defensa», que se inició el 29 de marzo y en la que tomó el control de varias ciudades palestinas, entre ellas el campo de refugiados de Jenín. Revela que, como consecuencia de las operaciones militares, producidas entre principios de marzo y el 7 de mayo, murieron 497 palestinos y 1.447 resultaron heridos. Asimismo, subraya que 29 soldados y 100 civiles israelíes murieron, ya sea como parte de su actividad militar o como víctimas de atentados suicidas.
El estudio señala que según «la mayoría de los informes», entre 70 y 80 palestinos murieron en la ciudad de Naplusa y unos 52 en Jenín, cifra esta última que es similar a la que maneja Israel, y de los cuales la mitad serían combatientes. «Las alegaciones de un alto funcionario de la Autoridad Palestina de que unos 500 palestinos resultaron muertos en Jenín no han sido sustentadas a la luz de las pruebas», señala el informe.
«Asesinatos ilegales»
«Hay alegaciones también por parte de la ANP y organizaciones de derechos humanos de que el Ejército israelí perpetró asesinatos ilegales, usó escudos humanos, utilizó la fuerza de forma desproporcionada, hizo arrestos arbitrarios y recurrió a la tortura, así como negó tratamiento médico», señala. El documento agrega que «los israelíes que estuvieron en Jenín alegan que no se respetó la ley humanitaria internacional por parte de los combatientes palestinos».
Israel se felicitó ayer por el informe y dijo que ayudará a poner fin a la «falsa propaganda palestina» sobre una supuesta matanza. Por su parte, la ANP desestimó las conclusiones de la ONU porque no viajó a la zona. «La ONU tendría que haber mandado un equipo de investigación pero Israel no le permitió llevar a cabo su trabajo», dijo el ministro de Gobernación Local, Saeb Erekat. Efe
El informe
Hoy, en La Razón
La ONU concluye que Israel no cometió una matanza durante la ocupación de Jenín
El informe culpa a los combatientes de ambos bandos de «poner en peligro a los civiles»
Un informe de Naciones Unidas sobre la incursión israelí en Jenín el pasado abril culpa a palestinos e israelíes por las muertes de civiles, y no considera la acción israelí como una «matanza». El documento se preparó a petición de la Asamblea General de la ONU y se realizó sin que ningún equipo de este organismo viajara al lugar, sino sólo tomando como referencia informes de periódicos, de gobiernos interesados en el tema y de organizaciones no gubernamentales. La ONU pidió a Israel y a los palestinos que enviasen información, pero sólo respondió el Gobierno de Arafat.
Alejandro Fernández - Nueva York.-
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, fue incapaz de lograr que el Consejo de Seguridad ordenara el envío de la comisión, ya que Estados Unidos, que entrega miles de millones de dólares a Israel en ayuda militar, amenazó con vetar ese mandato. Arafat acudió entonces al socorro de la ONU, que pidió a Annan un informe «con las fuentes de información disponibles». Annan reconoce que el informe «ha sido redactado sin visitar Jenín».
El informe señala que «de particular preocupación es el hecho de que los combatientes de ambos bandos pusieron en peligro la seguridad de los civiles». Además, el documento explica que en algunas ocasiones las fuerzas armadas israelíes utilizaron armamento pesado en áreas habitadas por civiles, pero también culpa a los combatientes palestinos de mezclarse con la población civil. «Se alega también que los grupos palestinos pusieron bombas caza bobos en muchas casas habitadas por civiles, actos que ponían en peligro a los soldados israelíes, pero también a los civiles», señala.
El texto agrega que «se ha informado de que las fuerzas armadas israelíes utilizaron maquinaria pesada, bombardearon desde carros de combate y lanzaron cohetes desde helicópteros en áreas pobladas». El documento hace mención extensa a la operación hebrea «Muro de Defensa», que se inició el 29 de marzo y en la que tomó el control de varias ciudades palestinas, entre ellas el campo de refugiados de Jenín. Revela que, como consecuencia de las operaciones militares, producidas entre principios de marzo y el 7 de mayo, murieron 497 palestinos y 1.447 resultaron heridos. Asimismo, subraya que 29 soldados y 100 civiles israelíes murieron, ya sea como parte de su actividad militar o como víctimas de atentados suicidas.
El estudio señala que según «la mayoría de los informes», entre 70 y 80 palestinos murieron en la ciudad de Naplusa y unos 52 en Jenín, cifra esta última que es similar a la que maneja Israel, y de los cuales la mitad serían combatientes. «Las alegaciones de un alto funcionario de la Autoridad Palestina de que unos 500 palestinos resultaron muertos en Jenín no han sido sustentadas a la luz de las pruebas», señala el informe.
«Asesinatos ilegales»
«Hay alegaciones también por parte de la ANP y organizaciones de derechos humanos de que el Ejército israelí perpetró asesinatos ilegales, usó escudos humanos, utilizó la fuerza de forma desproporcionada, hizo arrestos arbitrarios y recurrió a la tortura, así como negó tratamiento médico», señala. El documento agrega que «los israelíes que estuvieron en Jenín alegan que no se respetó la ley humanitaria internacional por parte de los combatientes palestinos».
Israel se felicitó ayer por el informe y dijo que ayudará a poner fin a la «falsa propaganda palestina» sobre una supuesta matanza. Por su parte, la ANP desestimó las conclusiones de la ONU porque no viajó a la zona. «La ONU tendría que haber mandado un equipo de investigación pero Israel no le permitió llevar a cabo su trabajo», dijo el ministro de Gobernación Local, Saeb Erekat. Efe