Esten siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes.Pero háganlo con gentileza y respeto...
Pedro.
Pedro.
Originalmente enviado por: lamisionband
Esten siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes.Pero háganlo con gentileza y respeto...
Pedro.
Originalmente enviado por: Juan Angel
Querida Mari Paz,
Lee, por favor, mi mensaje de nuevo.
Entiendo que tu única objeción al mismo es lo que digo respecto del ecumenismo. Me reafirmo, aunque he de decir que no recuerdo haber hablado de unificar la iglesia bajo ningún líder, ni ponernos bajo la jurisdicción de Roma. Muchos católicos no están de acuerdo con la línea "oficial" que considera el ecumenismo un medio para que las "ovejas vuelvan al redil", sino que desean de verdad una unidad cristiana en el Espíritu, quien no es patrimonio de ninguna denominación. Hay algo que creo que es importante. Hemos de tener cuidado con no hacer de la ortodoxia el fin último del cristianismo. Dios no nos va a pedir cuentas sobre cuán exactamente hemos podido definirle, sino sobre qué hemos hecho con nuestra vida. Quizá sea esta la sutil arma del enemigo de la que hablas: Confundir las cosas, hacer equivalente la defensa de un credo con la fidelidad a Dios. La fidelidad a Dios exige, en muchas personas, libertad para pensar, y quien piensa con libertad de seguro se equivocará, pero sus aciertos serán, en cierto modo, más "auténticos", son propios, no prestados. Alguien me "discipuló" en un tiempo y me decía: "Si consigues que alguien piense exactamente igual que tú, has conseguido que no piense". No me entiendas mal, creo que la ortodoxia es buena, positiva, pero es incompatible con el dogmatismo y nunca puede ser un fin, sino un medio.
Juan 3:8 .- "el espíritu sopla de donde quiere"
No conozco una sola palabra de Dios (en la Biblia) que no sea también palabra de hombres, que Dios hablaba a través de aquellos hombres fue algo que no resultó sencillo de descubrir a los que escuchaban...
Originalmente enviado por: LeViTa
A los que se sienten incómodos con otras posturas no Evangélicas:
Primeramente quiero dar por sentado que soy un Cristiano Evangélico por casi 23 años. Mi cumpleaños en Cristo es Febrero 15. Pero me incomoda la agresividad y falta de cortesía con que “algunos” tratan a los no evangélicos. Mirando la encuesta, veo que no es la opinión de una persona solamente y está bastante pareja la opinión.
Me gusta ser franco y deseo indicar que si alguno se ofende conmigo, le pido perdón y tendrá que reconciliarse, siendo que si no amamos a nuestros hermanos a los cuales vemos, no podemos decir que amamos a nuestro Señor. Por lo tanto, lo que digo, lo digo a los de la casa en esperanza que podamos crecer en Cristo. Tampoco estoy buscando una contestación ni entrar en debate con los de la casa en este asunto. Ya hay suficiente epígrafes en el cual podemos debatir al respecto.
Quisiera comenzar diciendo, que si alguno reclama andar en la verdad, tiene que VIVIR en la verdad. La verdad, no es nuestra opinión, sino la VIDA del Evangelio de Cristo ENTERO que vivamos. El Evangelio de Aquel que vertió su Sangre por la HUMANIDAD (no solamente por nosotros). ¿Tan hipócritas vamos a ser, que nos vamos a enaltecer de algo, cuando de lo único que tenemos en que gloriar es en el hecho de que Cristo nos miró? Nos miró aún cuando solo éramos dignos de muerte y ni siquiera dignos de ser vistos. ¿Qué gloria vamos a tomar aquí que sobrepase la Sangre Preciosa del Cordero Inmolado? ¿Qué vamos a decir ahora? ¿Gracias a Dios que no soy como ese publicano? Que nos libre Dios.
"Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !!Cuán HERMOSOS son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Pero digo: ¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, Y hasta los fines de la tierra sus palabras. También digo: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; Con pueblo insensato os provocaré a ira. E Isaías dice resueltamente: Fui hallado de los que no me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por mí. Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor. Romanos 10
¿Dónde está nuestra paz? ¿Dónde está nuestro amor? Si reclamamos tener la Buenas Nuevas, tenemos que proclamar LAS BUENAS nuevas. ¿A qué temen? ¿Ahora diremos que no podemos compartir, porque no podemos participar de la copa de los demonios? Así también hablaron de Jesús:
Marcos 2:16
Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?
¿Cambiaremos el Evangelio de paz a fin de justificar nuestra jactancia, absolutismo y orgullo religioso? ¡Que el Señor reprenda al diablo y todo orgullo! No seamos sepulcros blanqueados.
Ciertamente, si proclamamos la verdad, tenemos que exponerla y esto puede que cause enojo, en algún otro. Pero para poder hablar la verdad, tenemos que ANDAR en la verdad. Pablo, fue mucho más sabio y en el Areópago en Atenas (Hch 17). No los insultó, les dijo la verdad sin compromiso, pero en el amor de aquel que rescató a un perseguidor que no merecía perdón. Claro que se levantaron, muchos se burlaban y muchos no creyeron. “Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos.” Yo fui uno de esos atenienses, lo cual vino un Pablo que no insultó mis creencias, sino que con el amor de Cristo, me enseñó por la Palabra, el verdadero servicio a Dios. No a bofetadas, no llamándome demonio. Sino mostrándome el Evangelio por su vida. Doy gracias a Dios que usó a ese Pablo. Verdaderamente, NUNCA merecí ni merezco la misericordia de mi Dios.
Claro está que este es un foro de “debate.” Pero es un foro de debate Evangélico. En este lugar, si un “evangélico” no está dispuesto a sentir el calentón, mejor es salirse de la cocina. Pero eso no nos exime a ser amorosos con aquellos que no son de la casa. Particularmente si reclamamos el amor de Cristo. Es también claro que algunos no Evangélicos, son indecorosos de vez en cuando y es necesaria la disciplina y aún la expulsión (Dios bendiga al Webmaster lo cual tiene que bregar con estos asuntos). No estoy hablando de estos, estoy hablando de los que sí son amables y pacientes con nosotros.
Entonces algunos lo comparan con una asociación dañina o pecaminosa, como hacían los fariseos y los escribas porque Jesús andaba con los pecadores, las prostitutas y los publicanos. ¿Acaso no reclamamos vivir en la verdad?
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:35-39
ESO es el Evangelio de Cristo. “!!Cuán HERMOSOS son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” ... “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”
Jesús cansado del camino, acercandose al pozo, le dijo a la mujer Samaritana, "Dame de beber." "La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí. Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva." Cristo no miró las barreras raciales, él no miró que era varón judío al dirigirse a una mujer samaritana... tampoco se ofendió cuando la mujer le acordó que tenían diferencias. Cristo, le dió las buenas nuevas y la salvación vino a esta mujer.
Dios les bendiga...