saray2014;n3194733 dijo:A mi tampoco me hacían feliz las religiones llamadas "cristianas", al menos, una felicidad real y llena de paz. Te recomiendo que leas "El Poder del Ahora" "Practicando el poder del Ahora" etc.....de Eckhart Tolle. Te dejo links con algunas de sus conferencias.
https://www.youtube.com/watch?v=kpWoQVoRfdU
https://www.youtube.com/watch?v=GV4k...HQ2f8EAzmXc-pb
Hay un monton de videos suyos en la red, y todos sus libros están en pdf gratis.
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Eckhart Tolle
Eckhart Tolle es un tipo particular con un pasado lleno de problemas mentales. De mente brillante y atormentada, tuvo una experiencia de carácter espiritual. Alguien le ayudó cuando estaba en un pozo de esquizofrenia y autodestrucción (con tendencias suicidas) y salió adelante. Esa experiencia transformó cuanto menos su manera de ver la vida. Yo creo que le rescató un ángel de luz, aunque su doctrina contenga luces y sombras.
Cuando oyes hablar a Tolle, estás oyendo a un hombre complejo y confuso lleno de mucha filosofía pero con una verdadera experiencia espiritual en la que alguien le sacó a flote, y esto es lo que llena de sabor su doctrina y la hace tan atrayente. Esa combinación ha dado como resultado una especie de "maestro místico moderno". Dada su formación académica, es un hombre ecléctico. Para él Jesús o Buda son igualmente "maestros respetables", y toma de aquí y de allá enseñanzas para respaldar su "neo-misticismo oriental para occidentales atormentados". Su éxito social le ha convertido en el adalid y pionero de lo que él viene a denominar "una nueva etapa de la evolución humana" (sic)... que sólo él y sus discípulos avanzados saben en qué consiste. Pero la gran sombra de su doctrina yo la focalizaría en que no encontramos a la "Persona" que le rescató. Es evidente que sus estudios filosóficos no le rescataron del pozo. En realidad fue una Persona.... pero en su vida no hay mención alguna a ese "alguien" que le rescató: sólo ha quedado un poso de eclecticismo filosófico. No hay un Salvador en su vida... sólo un "flotador", una "sensación", una "idea".
Tiene muchos patinazos de irrealidad, es decir, propios de una "sujeto fantasioso" que se ha "creado a sí mismo". No es un hombre "real" en el sentido cristiano de la palabra, que es esa realidad en la que aterrizas cuando Cristo te llama. Esta irrealidad se puede ver en las muchas incongruencias y falsedades de su doctrina (este vídeo es un ejemplo de su caos mental). Ejemplos prácticos. En un momento dado puede decir «las circunstancias no nos hacen daño, nos daña nuestra reacción a ellas». Esto es una verdad a medias, y es una mala interpretación de algo que el cristianismo lleva diciendo durante siglos. La realidad es que las circunstancias nos hieren y decir lo contrario es típico del que vive en la irrealidad. Es cierto que la reacción a ellas también nos daña y es el trabajo más importante que hay que hacer tras recibir el daño, pero las circunstancias producen heridas reales en el alma, espíritu y/o cuerpo de una persona. Otro ejemplo: "el ego es parte del proceso de la evolución, al principio es necesario para completar las primeras etapas pero luego ya no; sólo algunos maestros ocasionales veían que el ego era perjudicial". Esto es obviar 2000 años de cristianismo y miles de años de historia humana. Desde los albores del tiempo, nunca el ego ha destacado como una virtud encomiable y este conocimiento no estaba reservado a unos pocos iluminados pues el ser humano siempre ha sabido distinguir entre la humildad y el orgullo del ego. El ego tampoco ha sido "necesario" para ninguna "evolución". El ego, de hecho, ha sido una involución desde el principio, porque el "ego" es la condición del corazón del hombre lleno del orgullo y rebelión contra Dios.
Nadie niega que la experiencia que tuvo le transformó, porque esto es algo obvio. Transformó su "conciencia" (su cosmovisión)... pero no su corazón. Es decir, que su experiencia encendió un interruptor en su cabeza y tuvo un "despertar" que le ayudó a darse cuenta de muchas cosas que eran vanidad en su vida, pero después convirtió la experiencia misma en un "modo de vida" en vez de buscar a la "Persona" que le rescató. Ha construido una doctrina a raíz de una experiencia personal. Hay muchísima "fantasía" añadida que se mezcla con sus conocimientos filosóficos y religiosos, así que pongo en duda que su experiencia y la filosofía que ha creado en torno a ella puedan rescatar a esta generación de los problemas mentales y espirituales que la aquejan. Puede "hechizar", pero no "rescatar". De hecho, creo que es perjudicial para muchas personas ponerse a los pies de su filosofía (que por otro lado no es nueva) sin la madurez necesaria para cribar el grano de la paja. En su filosofía hay cosas útiles (la gran mayoría, enseñanzas cristianas y también del misticismo oriental), pero también hay muchísimas cosas que son propias de la idiosincrasia de este hombre. Dicen algunos de sus discípulos más fieles que tardaron "10 años" en entender su libro "El poder del ahora". Yo entendí a los 10 minutos a este señor y todo lo que pudiera decir. Pero no por ser más listo, sino porque la Luz del Señor me ilumina y lo que otros ven como "espiritual" yo lo juzgo a la Luz del Señor.
Eckhart es un filósofo ecléctico que comparte una solución que alguien le ha dado a él personalmente, fue un "click" que se hizo en su particular persona y cabeza. Pero por la naturaleza de su "despertar" (que como veis, jamás he puesto en duda), lo que él tiene es una solución intransferible. Irónicamente, por la naturaleza de su "despertar", su "despertar" no es extensible a otros. Así que al final del día, la filosofía de Tolle queda en un agujero negro en todo lo que no converja a la Persona de Jesucristo. ¿Se da cuenta él mismo de esta paradoja? Hasta el día de hoy, habla de cómo él vive (de cómo el percibe la vida tras su experiencia), pero por desgracia no está la "Persona"... no hay remisión de pecados, no hay verdadera transformación del corazón. El tipo en cuestión es muy fantasioso y es obvio que con el tiempo ha formado un "personaje" alrededor de sí mismo. Le encanta desempeñar el papel de "maestro mísitico" moderno y codearse con el Dalai Lama.
Como luces, es un hombre afable y un gran comunicador capaz de transmitir la paz que su experiencia le proporcionó. Es buen orador, inteligente y tiene un magnífico sentido del humor. Se ha dado cuenta de que el "ego" no tiene lugar en "el nuevo orden". Cita a Jesús y le da a la Sabiduría Eterna de Dios una validez en su "esquema filosófico-místico universal". Y esto último es precisamente lo que más agradecemos. Quizás alguno, al oír de Cristo —aunque sea de perfil—, le busque y le encuentre.
A un rescatado por el Amor de Cristo, Eckhart Tolle no le sirve ni de mondadientes, y a un cristiano maduro no pasa del entretenimiento. Pero se puede orar por él para que conozca el amor de Dios en Cristo Jesús y llegue al pleno conocimiento de la Verdad conociendo a la Persona que un día le ayudó y a Quien a día de hoy desconoce.
Con amor para Eckhart Tolle,
Ibero
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