El libre albedrío es la misma imagen de Dios. Si el hombre no tiene libre albedrio, tampoco Dios tiene libre albedrio. Fuimos creados a Su imagen. Hasta los ángeles tienen libre albredrío, y algunos pecaron (Judas 6)
El conocimiento del bien y del mal es el resultado del libre albedrío. Aún el hombre más vil es capaz de hacer grandes obras de caridad y compasión. Puede construir un hospital para niños mientras está fornicando con varias mujers. Cada ser humano es capaz de elegir entre el bien y el mal, aún siendo por naturaleza un pecador.
Si el conocimiento del bien y del mal es el libre albedrío, entonces quien es realmente el que promuebe el libre albedrío...veamos:
sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Aquí es la serpiente vendiendo lo mismo que ella compró para si misma en el cielo cuando se reveló contra Dios, dándose una libertad que nadie le había concedido.
Pero veamos que dice Dios respecto de que el hombre tenga conocimiento del bien y del mal y por tanto el libre albedrío:
"Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre."
¿estuvo Dios de acuerdo en que el hombre conociera el bien y el mal y por tanto tuviera libre albedrío? Según esta palabra, a Dios no le agradó para nada.
Dios saca de Eden, donde la comunión del hombre con Dios lo convertía en el mismo paraiso de Dios, por haber caido en la trampa del diablo de saber el bien y el mal, o sea haberse dado libre albedrío, mismo que se dio satanás y sus demonios por lo cual tuvieron que salir de la presencia de Dios al igual que ahora el hombre.
Dios exhortó a Israel de elegir entre la vida y la muerte. Los 10 mandamientos revelan la capacidad de obedecer o desobedecer. Eso se llama 'libre albedrío.' Las bendiciones y maldiciones de Deut. 28 se refieren al 'libre albedrío.' Todo el evangelio se basa y la capacidad del hombre de 'oír y creer' la Palabra de Dios. La parábola del sembrador revela los corazones diferentes y como responden a la Palabra de Dios. La parábola de los dos hombres, dos casas, dos cimientos y la tormenta revela el libre albedrío. Toda la Bíblia revela el libre albedrío del hombre y revela que el hombre aún perdido es capaz de resopnder a la Palabra de Dios.
Todo lo que el hombre demuestra con su libertad de escogencia en el mundo fue lo que le dio el diablo en el Eden, no Dios, Dios estaba totalmente opuesto a que el hombre pudiera decidir entre el bien y el mal, o sea a tener libre albedrío. Es por eso que Dios, una vez que el hombre le cree al diablo su mentira, Dios lo sujeta a desobediencia y éste sigue actuando desde ese punto de vista del diablo en todo lo que hace.
Pero aún la escogencia del bien en el mundo no está bien para Dios pues la justicia del hombre no es como la justicia de Dios, así el hombre sin Dios cree que sus caminos son justos y sus desiciones también, pero no es así, así que el mismo bien que el hombre dice escoger, no es justo, por lo que Dios mismo debe sujetarlo a servir a la justicia, al justificarlo mediante el sacrificio de Cristo, para que venga a ser justo. Ni aún bajo la ley, el hombre pudo justificar sus acciones, por eso aparte de la ley, Dios hiso ver su misericordia para con los hombres, al cual habia sujetado en desobediencia, para ahora tener misericordia de todos.
Negar el libre albedrío es negar a Dios mismo.
Dios condenó el libre albedrío en el diablo y también condenó el libre albedrío en Adan y Eva, sacándolos de su presencia y poniendo enemistad entre su habitación y la habitación del hombre.
La única manera que Dios tiene para influir al hombre es por medio de Su Palabra y sus pactos. Aquellos que le escuchan y le obedecen pueden ser instrumentos de Dios en el mundo. Aquellos que le rechazan se endurecen a sí mismos y sus destinos ya son ciertos.
Dios influye en el hombre espiritualmente, y ha dejado sus decretos estatutos leyes y toda su palabra, para que el hombre conozca al mismo Dios que le sacó del paraiso, sin embargo, la única forma que Dios tiene de atraer al hombre hacia sí, es por medio de la justificación y esta justificación jamás será lograda por el hombre mismo, por sus mismos medios o por escogencia, pues si Dios no trae al hombre a Cristo este jamás le conocerá. Así que para pasar de la desobediencia a la que fuimos sujetos, solamente aquel que nos sujetó también en esperanza, puede atraernos hacia sí para ser justificados.
Dios no nos controla, ni es responsable por la condición del mundo. Dios dio el domino al hombre, y el hombre lo perdió al diablo. Por eso la redención fue necesaria, para legalmente quitar del diablo su dominio, quitar del mundo el pecado, vencer la muerte, y entregar al hombre otra vez su dominio por medio de fe en Su sangre.
Así vemos la soberanía de Dios.
Dios jamás dio el domino del mundo al hombre. Todo lo contrario, Dios le dio el dominio del mundo a satanás, este es el más interesado en demostrarle al hombre de que es libre, sin embargo el mismo satanás, sabe que toda la creación está sujeta a desobediencia por parte de Dios y como el es el primer desobediente, el primero que se dio la libertad de querer ser como Dios sabiendo el bien y el mal, entonces a el le dieron la responsabilidad de gobernar el mundo, pero esto hasta la redensión gloriosa de los hijos de Dios. Por lo que aún el príncipe de este mundo tiene sobre él a un Rey que fue puesto, por sobre toda potestad y principado incluyendo el principado de satanás aquí en la tierra.
En Eden el diablo le ofreció al hombre el libre albedrío, saber el bien y el mal- Una vez el hombre cayó en su trampa, ya no podía ofrecerle esto a Dios mismo en la persona de Cristo, el segundo Adan, entonces en el desierto donde el Espíritu de Dios llevó a Cristo para ser tentado, ya el diablo no le ofrece lo que le ofreció al primer Adan, sino que le ofrece lo que el hombre con la libertad que el diablo mintiéndole le ha dicho que tiene, ha logrado y esto fue Todos los reinos de la tierra. Al Cristo rechazar todos los reinos de la tierra, que es lo que el hombre ha logrado en este mundo, nos enseña el rechazo por estos reinos que los que éramos esclavos del pecado habíamos logrado y añor´bamos irracionalmente, por lo que los que hemos hecho siervos de la justicia debemos añorar y es tener de nuevo la relación que tuvimos con Dios, antes de caer en la trampa de la libertad que el diablo nos ofreció en Eden.
Dios le bendice!
Greivin.