LA PRIMERA MINISTRA DE LAS ISLAS BRITÁNICAS,
PARECE TENER INTERÉS EN PRECIPITAR LAS PROFECÍAS QUE TRAERÁN SU PROPIA DESTRUCCIÓN.
ESTA SEÑORA NO SABE LO QUE ES “LA MANO MUERTA“
NI LO QUE LES OCURRIRÁ.
Liz Truss dice que está lista para usar armas nucleares contra Rusia.
-La primera ministra Liz Truss da la orden de usar armas nucleares, lo que significa destrucción global. No pregunto si presionará el botón, dirá que sí. Pero ante tal tarea, me sentiría físicamente enfermo. ¿Cómo te sentirías acerca de ese pensamiento?
- Creo que este es un deber importante del primer ministro. Estoy lista para hacerlo.
Los fuertes aplausos en la sala no pueden sino causar horror ...
@IrinaMar1004_Z
t.me/IrinaMar1004_Z
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VÍDEO DENTRO
t.me
PULSA
***
«Las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra
como caen los higos verdes
en medio de un vendaval.
El cielo estrellado se fue enrollando
como un pergamino hasta desaparecer,
mientras las montañas y
las islas fueron removidas de su lugar.
Los reyes de la tierra,
los dirigentes del mundo, los ricos,
los poderosos, y la humanidad entera,
esclavos o libres, buscaban refugio en las cuevas
y entre las peñas de las montañas,
y gritaban a las montañas:
«¡Caigan sobre nosotros,
escóndannos de la mirada
del que está sentado en el trono
y de la ira del Cordero!
¡El gran día de su ira ha llegado!
¿Quién podrá sobrevivir?».»
Apocalipsis 6:13-17 NBV
«La gran ciudad de Babilonia
quedó dividida en tres partes,
y las ciudades de todo el mundo se desplomaron.
¡Los pecados de la gran Babilonia se
agolparon en la memoria de Dios
y la ciudad tuvo que sorber como castigo
el vino del ardor de su ira!
Las islas desaparecieron
y las montañas se desmoronaron,
y se desató del cielo una granizada
tan grande que cada uno de los granizos
que caía sobre la humanidad
pesaba alrededor de cuarenta kilos.
Y la humanidad maldijo a Dios
por esa terrible plaga.»
Apocalipsis 16:19-21 NBV
***
LAS ARMAS YA EXISTEN
LA MANO MUERTA
EN LA ANTIGÜEDAD NO
SE PODÍA DESTRUIR UNA
GRAN CIUDAD
EN UN INSTANTE, AHORA SÍ.
«¡Cuánta riqueza se perdió
en un instante!».
Los navíos y los capitanes
de las flotas mercantes,
sus tripulaciones y sus pasajeros
y todos los que viven del mar,
se pararán lejos, y al contemplar
el humo del incendio, dirán:
«¿Dónde vamos a encontrar
otra ciudad como esta?».
Y echándose tierra en la cabeza
en señal de duelo,
dirán ahogados por el llanto:
«¡Ay, pobre de la gran ciudad
que nos enriqueció
con su gran riqueza!
¡En sólo una hora desapareció…!»
Apocalipsis 18:17-19 NBV