Mateo 16
17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro,[
a] y sobre esta roca[
b] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos
Veamos, Jesús bautiza a Simón como Pedro, piedra, y en ese mismo momento habla de edificar la Iglesia sobre esa piedra.
Por si fuera poco le dijo A TI PERSONALMENTE TE DARE LAS LLAVES DEL REINO Y LO QUE ATARES EN LA TIERRA QUEDA ATADO EN EL CIELO.
No estaba Pablo ahí, ni Juan ni ninguno de los otros discípulos como destinatarios de eaa autoridad, sino Simón con su nuevo y flamante título: Pedro.
Y lo reitero, Pedro no era su nombre sino Simón, Pedro es un título que le puso Jesús.
Usted puede divagar lo que quiera pero esta cita es irrefutable y desde siempre un dolor de cabeza para los protestantes.