Claro que ese delito de orar a otros dioses, sobre todo a la reina del cielo, es denunciado por el profeta Jeremías, para que nosotros entendamos que ese mismo pecado lo sigue cometiendo de manera cobarde y engañosa, el Catolicismo Romano, leemos:
Jer_44:17 sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno.
Ellos, los judíos, se comprometieron con Satanás y no lo sabían, esto es revelado en el NT por el apóstol en una situación similar ocurrida en Corinto, leemos
A este culto de distintas deidades paganas, el apóstol tajantemente declara la naturaleza espiritual de los mismos, leemos:
1Co_10:20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
Cuando un católico se arrodilla, le reza, la invoca, le pide, a una imagen o estatua de la reina del cielo, está rindiendo culto a Satanás.
Jer_44:18 Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos.
Israel se está quejando, atribuyendo sus males al cese del culto a la reina del cielo.
Jer_44:19 Y cuando ofrecimos incienso a la reina del cielo, y le derramamos libaciones, ¿acaso le hicimos nosotras tortas para tributarle culto, y le derramamos libaciones, sin consentimiento de nuestros maridos?
De manera descarada estas mujeres revelan que sus maridos estaban de acuerdo con este culto a Satanás.
De manera que cuando ingenuamente el católico Jorge Enrique dice:
NO SOLAMENTE EL SEÑOR SINO TAMBIÉN NOSOTROS POR LA BOCA DE JEREMÍAS Y EL APÓSTOL PABLO, SABEMOS QUE ESTÁN ADORANDO A SATANÁS:
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