¿Cómo puede alguien saber cuál religión es la verdadera?
1) ¿En qué se basan sus enseñanzas? ¿Provienen de Dios, o son mayormente de los hombres? (2 Tim. 3:16; Mar. 7:7.) Pregunte, por ejemplo: ¿Dónde en la Biblia se enseña que Dios sea una Trinidad? ¿Dónde dice que el alma humana sea inmortal?
2) Considere si está dando a conocer el nombre de Dios. Jesús dijo en oración a Dios: “He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo” (Juan 17:6). Declaró: “Es a Jehová tu Dios que tienes que adorar, y es a él solo que tienes que rendir servicio sagrado” (Mat. 4:10). ¿Le ha enseñado a uno su religión que ‘es a Jehová a quien se tiene que adorar’? ¿Ha llegado uno a conocer a la Persona a quien se identifica con ese nombre —sus propósitos, sus actividades, sus cualidades— de modo que sienta que puede acercarse a él?
3) ¿Se está demostrando verdadera fe en Jesucristo? Esto envuelve comprensión y aprecio del valor del sacrificio de la vida humana de Jesús y de su puesto de Rey celestial hoy día (Juan 3:36; Sal. 2:6-8). Tal aprecio se muestra mediante obedecer a Jesús... participando personal y celosamente en la obra que él ha asignado a sus seguidores. La religión verdadera tiene tal fe acompañada por obras. (Sant. 2:26.)
4) ¿Es mayormente ritualista, un formalismo, o es un modo de vivir? Dios desaprueba enfáticamente la religión que es meramente un formalismo (Isa. 1:15-17). La religión verdadera sostiene las normas de la Biblia sobre la moralidad y el habla limpia, en vez de desplegar debilidad y dejarse llevar por las tendencias populares (1 Cor. 5:9-13; Efe. 5:3-5). Sus miembros manifiestan en su vida los frutos del espíritu de Dios (Gál. 5:22, 23). Así, los que se adhieren a la adoración verdadera pueden ser identificados por el esfuerzo sincero que hacen por poner en práctica en su vida las normas de la Biblia, no solo en sus lugares de reunión, sino en su vida familiar, en su empleo, en la escuela y en sus períodos de entretenimiento.
5) ¿Verdaderamente se aman unos a otros sus miembros? Jesús dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos” (Juan 13:35). Dicho amor rebasa las fronteras raciales, sociales y nacionales y une a las personas en una verdadera hermandad. Este amor es tan fuerte que los distingue como verdaderamente diferentes. Cuando las naciones van a la guerra, ¿quiénes les tienen suficiente amor a sus hermanos cristianos de otros países como para negarse a empuñar las armas para matarlos? Esa clase de amor manifestaban los cristianos primitivos.
6) ¿Está en verdad separada del mundo? Jesús dijo que sus seguidores verdaderos ‘no serían parte del mundo’ (Juan 15:19). Para adorar a Dios de la manera que él aprueba es preciso mantenernos “sin mancha del mundo” (Sant. 1:27). ¿Se puede decir eso de las religiones en las que los clérigos y otros miembros se envuelven en la política, o cuya vida gira mayormente en torno a deseos materialistas y carnales? (1 Juan 2:15-17.)
7) ¿Son sus miembros testigos activos a favor del Reino de Dios? Jesús predijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mat. 24:14). ¿Qué religión está en realidad proclamando el Reino de Dios como la esperanza para la humanidad en lugar de estar animando a la gente a recurrir a gobernaciones humanas para resolver sus problemas? ¿Le ha equipado su religión para participar en esta actividad, y para hacerlo de casa en casa, como Jesús enseñó a sus apóstoles a hacerlo? (Mat. 10:7, 11-13; Hech.