Re: ¿ Fué Pedro el primer papa ?
La excavación no ha descubierto ningún indicio seguro de la existencia de una tumba debajo del edículo; ni tampoco puede haber ninguna certeza de que la comunidad cristiana recuperara de sus ejecutores el cuerpo de San Pedro para enterrarlo. Era normal que el cuerpo de un extranjero (peregrinus), y a los ojos de la ley un delincuente común, fuera arrojado al Tíber. Además, en esa fecha temprana no habría el mismo interés en conservar reliquias corporales como en tiempos posteriores, cuando se dejó de creer en la inminencia del fin del mundo y empezó a aparecer el culto a los mártires. Por lo tanto, la posibilidad de que no se recuperara el cuerpo de San Pedro para su entierro es real.” (The Shrine of St. Peter and the Vatican Excavations "el sepulcro de San Pedro y las excavaciones del Vaticano", de Jocelyn Toynbee y John Ward Perkins.)
Isaias
En 1952, la profesora Margarita Guarducci, que es la primera autoridad mundial en epigrafía griega, empieza a descifrar los grafitos que hay en uno de los muros adyacentes a esa tumba. Los grafitos son unas inscripciones hechas con punzón en el enlucido de los muros. Lo que se ve allí es una maraña, porque están unos encima de otros. Ella me dijo: «Yo he estado seis años de rodillas delante de este muro estudiando los grafitos». Ha publicado tres gruesos tomos en folio descifrando esos grafitos. Descubre unos muy interesantes.
Por ejemplo: «Pedro, ruega por los cristianos que estamos sepultados junto a tu cuerpo». Otra inscripción es el logotipo de Pedro, que era como una «p» y en el palo vertical tres rayas horizontales en forma de llave. Significa: «Pedro el de las llaves». Alude al pasaje evangélico de San Mateo, en el que Cristo entrega a Pedro las llaves del Reino de los Cielos.
Total que llega a la conclusión de que por allí está la tumba de San Pedro. Estos grafitos están en el muro «G», que es un muro blanco. Pero en el adyacente, que es un muro rojo, descifra un grafito que pone: «Pedro está aquí». Pican y descubren un nicho forrado de mármol blanco, y allí unos huesos.
Encargan al profesor Venerando Correnti, que es catedrático de Antropología de la Universidad de Palermo, que estudie esos huesos. Y el profesor Correnti llega a esta conclusión: «Aquí hay huesos humanos y huesos de ratón». Un ratón que se coló por una rendija, no pudo salir y se murió allí. Y los huesos humanos, una vez estudiados, reúnen los siguientes datos:
1.-Tienen adherida tierra. En cambio los huesos de ratón estaban limpios. Se analiza la tierra adherida a los huesos humanos y es la misma tierra de la tumba abierta y vacía, identificada como la de San Pedro, mientras que las tumbas colindantes tenían otra clase de tierra.
2.-Esos huesos están coloreados de rojo por haber estado envueltos en un paño de púrpura y oro. Hay hilos de oro y de la tela. Debían ser huesos de una persona muy venerada, pues los envolvieron en un rico paño de púrpura y oro, para guardarlos en ese nicho. Parece que estos huesos fueron retirados de la tumba de tierra y guardados en ese nicho para protegerlos de la humedad de aquel terreno. Este nicho ha permanecido intacto desde Constantino hasta hoy.
.-Los huesos humanos son de la misma persona. De sexo varón. De complexión robusta. Que murió en edad avanzada. Y vivió en el siglo I. Decidme, como dice la profesora Guarducci, si nosotros «a priori» buscamos los huesos de San Pedro, ¿qué buscaríamos? Huesos de varón. De complexión robusta: Pedro era pescador. Muerto en edad avanzada: parece que Pedro murió a los setenta y tantos años. Que vivió en el siglo I.
P. Jorge Loring, S.I. conferencia pronunciada en la Colegiata de Belmonte.