Hubo un momento en la historia bíblica donde Israel tomo bando y desecho la oportunidad de redención.
Ese momento fue este:
"Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado."
Ese pueblo lo fue Israel en aquel momento:
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.