Eso de los 3 trillones es argumento de quienes conocen del tema, a mi no me consta, como tampoco me consta que los presupuestos de la NASA sea lo que dicen que son. Es evidente que estoy hablando de temas “Above Top-Secret”, porque, como dije, hace tiempo estudiaba ufología, y por ello conozco esos temas. La ufología parte del hecho de que hay un encubrimiento a nivel gubernamental-militar, así que es una tanto ridículo esperar que estas informaciones sean oficiales o de libre divulgación por parte del estado o algún sistema suscrito al stablishment corporativo-bancario. Si te interesa profundizar en el tema, te recomiendo el libro del ex oficial de Inteligencia Naval 'Milton William Cooper', llamado 'Behold A Pale Horse', y hasta te sobrecogería saber de dónde salen esos 3 trillones de dólares.
Personalmente no creo en la NASA respecto de este tipo de materia. No considero que ellos tengan la autoridad para dar determinada información. De hecho, recuerdo que en una ocasión una amiga me comentó que en una conversación con sus tíos (que trabajan en el Astrofísico de Canarias) y de un documento de la CIA y el Observatorio de Canarias que tenían - algo así, no recuerdo ahora, ya que fue hace muchos años - ellos le hicieron entender que ningún organismo tiene poder para poder liberar esa información o decir la verdad sobre lo que saben, que está sujetos al permiso del bureau internacional, y pueden perder su carrera, trabajo y oportunidades profesionales si dan a conocer lo que saben sobre el asunto. Tampoco es que sea algo nuevo, ya lo había oído infinitas veces, pero fue curioso escucharlo de alguien cercano.
Es interesante lo de las Pléyades, sí, tiendes razón. Creo que el libro de Job es de por allá del 1.900 a. C., como mucho, posiblemente posterior a Jacob, ya que fragmentos de Qumran dejan claro que Job era del linaje de Esaú. Las Pléyades no vienen de la mitología griega. Más bien ya se conocían en todas las culturas, solo que en determinado momento se les relacionó con las 7 hijas de Atlas y Pleione (Pléyone). El mito dice que ella y sus hijas fueron perseguidas por Orión durante unos años y finalmente Zeus las convirtió en lo que son en la constelación de Tauro. Astrónomos de la Edad Media interpretaron lo que en ufología sería una verdad, que es el hecho de que el mito evoca una guerra en el cielo: Pléyades sería los buenos, y Orión sería los malos. Tauro es la era en que los vigilantes bajaron a la Tierra y tuvieron hijas con ciertas humanas. Según los antiguos relatos esos vigilantes estaban estrechamente relacionados con Orión, como aún se sigue creyendo en diversa culturas. Es más, si uno analiza la etimología de estos conceptos, ve que no es una locura, toda vez que el nombre de Orión en hebreo es ‘Kesil’, anagrama de ‘Sakal’ o ‘Sakla’, que es el nombre que los arameos daban a la deidad gnóstica ‘Ialdabaot’. Según las fuentes cristianas de Egipto, Ialdabaot representa la oscuridad en los cielos, lo que nosotros llamaríamos Orión. Justamente en arameo, Orión se denomina ‘Nefela’, que quiere decir “descenso” o “caída”. De ahí viene el vocablo hebreo ‘Nefilím’ (caídos, gigantes). Curiosamente esto encaja con las descripciones de “nubes” de la biblia y otras culturas, como los carros de los “dioses”, cuando uno comprende que ‘Neféli’, una palabra griega de la misma a raíz de la que hablo, significa “nube”. En definitiva, los antiguos ya sabían que el cielo y su gente tenían una estrecha relación con las constelaciones, y sus carros voladores con la representación de las nubes.
El cielo es el universo. El punto es que si uno quiere hacer una tesis respecto de esto, usando la biblia, debe conocer de lengua (hebreo, griego, arameo…) y cultura (hebrea, griega, aramea, etc.), y no solo limitarse a los libros del canon, porque hay más textos que los judíos tenemos, que los católicos no canonizaron. Hay dos palabras fundamentales que usamos en lengua hebrea: ‘Shamaim’ y ‘Rakia’. Aunque muchas veces se traducen de forma indistinta como “cielo”, hay que comprender que el valor de las palabras en español, y su historia, no tiene necesariamente que poseer una relación con la oriental. Fíjate que la definición castellana ‘Cielo’ viene de ‘Caelum’, del dios que representaba al cielo, en griego llamado ‘Urano’. De un modo u otro siempre esto nos remite a las estrellas y las constelaciones. Incluso en la antigüedad, no diferenciaban entre planeta o estrella, lo que lleva a muchos a no comprender que la biblia habla indistintamente de planetas o estrellas al decir ‘Kokab’ (astro), ya que a Marte, Venus, Mercurio, Júpiter y Saturno los incluye porque son visibles desde la Tierra al reflejar la luz del sol. La idea abstracta del cielo realmente se creó en el imaginario popular por culpa de la Iglesia Católica. Los hebreos y cristianos entendíamos el cielo como el universo, pero lógicamente en estancias para muchos de ellos aún incompresibles en gran medida, ya que pocos habían salido de este planeta para hacerse a la idea. Hay textos que dejan claro que esos “cielos” reflejan desde universos, sistemas, y hasta dimensiones o planos, órbitas y atmósferas de cuerpos espaciales.
Bendiciones!