La historia de las desgracias de Judá comienza posteriormente a la muerte de Josías. Una profetiza llamada Huldá le dice de parte de Jehová que él no vería la calamidad predicha para su nación desde los pecados graves de Manasés (2Rey.22:14,18-20) y, efectivamente, Josías no llega a ver la nación asediada aun durante su reino, pues imprudentemente sale contra el ejército del faraón Nekoh, muere en esta batalla que no era de él (2Cró.35:20-27). Posterior a su muerte comienzan los ataques más fuertes a Judá ... Después de morir Josías, el pueblo escoge a su hijo Jehoacaz como rey, pero el faraón Nekoh aprovecha la coyuntura política y lo toma prisionero a solo 3 meses de reinado, y coloca en su lugar a Jehoiaquim. (2Rey.23:33,34; 2Cró.36:3,4).
Hasta este punto Babilonia aun no ha intervenido en los asuntos de Judá, y en este estado de cosas pasan varios años del reinado de Jehoiaquím. Durante este tiempo el faraón multa a Judá, y luego Jehoiaquín le ofrece tributo en oro y plata (2Rey.23:33b,35). Es obvio que faraón no estuvo todo el tiempo al pendiente de la tierra de Judá debido a todas las campañas y batallas que se estaban librando en esos tiempos ...
Finalmente ocurre la batalla decisiva en Carquemis, entre faraón Nekoh y Nabucodonosor (que comienza su reinado para este tiempo), y Egipto es derrotado, tomando Nabucodonosor el control de toda la zona este, que había estado dominada por Egipto, incluída la tierra de Judá, adonde va y hace su siervo a Jehoiaquim, que ya lleva 8 años reinando. Durante tres años Jehoiaquim le sirve y le paga los impuestos. En este mismo período, Judá es atacada por grupos de asaltantes de diferentes países, pero que no son ejércitos oficiales sino delincuentes, que van devastando al país como parte de su castigo procedente de Jehová (2Rey.24:2-4). Después que Jehoiaquim se rebela, Nabucodonosor ataca el reino, termina con su rey y toma parte de los tesoros del templo para su palacio en Babilonia ( 2Cró.36:6,7).
Después de Jehoiaquim comenzó a reinar su hijo Joaquín. Dice la Escritura que para este tiempo ya Egipto dejó de intervenir en la política de la zona (2Rey.24:7). Sin embargo, el ejército babilonio regresa nuevamente a sitiar a Judá (2Rey.24:10; 2Cró.36:10a) y posterior a este sitio, llega Nabucodonosor y ataca, tomando a Joaquín prisionero a solo tres meses y diez días de reinado. En este ataque Nabucodonosor toma más tesoros del templo y lleva a muchos israelitas al destierro, a Babilonia (2Rey.24:12-16). En lugar de Joaquín, Nabucodonosor coloca a Sedequías como rey de Judá, y le hace jurar lealtad, la cual mantiene por 21 años, hasta que finalmente se rebela contra el dominio de Nabucodonosor (2Rey.24:20b; 2Cró.36:13) hasta que Judá es atacada finalmente y destruída (2Cró.36:17-21; 2Rey.25:1-21).