Evidencias de la Idolatría Católica y su adoración a María y otros santos ya difuntos ¿por qué lo niegan?

Ahora falta que nos diga simplemente si en su iglesia ustedes se perdonan los pecados unos con otros (Santiago 5:14-16), y en el caso de que lo hagan que nos diga cómo.

LOS PECADOS LOS PERDONA ES CRISTO NO LA IGLESIA

PERO LA DISCIPLINA EN LA IGLESIA A LOS QUE CRISTO HA PERDONADO, Y ESTOS VUELVEN A RECAER, ES CLARA Y NO SE PRESTA PARA CONFESIONARIOS.

QUIZÁS ESTO LA AYUDE UN POCO, PORQUE SU ENTENDIMIENTO SE HALLA ENTENEBRECIDO:

Las Escrituras explican claramente cuándo es que una persona debe ser disciplinada. Se considerarán las tres categorías de perversión que resultarían en que un cristiano sea corregido. La Biblia también expone de quiénes es que proviene la disciplina. Esto permite que la disciplina se lleve a cabo adecuadamente y efectivamente.

La Palabra de Dios también determina las distintas formas en las que un miembro de la congregación debe ser disciplinado. De acuerdo al Señor, no todo pecado es tratado de la misma manera. Por último se analizará el propósito que tiene la corrección del pecado en relación al bienestar del culpable y de la asamblea.

El Espíritu Santo permita que este tema sea trazado adecuadamente para el beneficio de aquellos que forman parte de su templo. Dios sea honrado en iglesias y en personas que buscan conducirse rectamente porque ejercen una corrección adecuada del pecado.

La necesidad de la corrección

I. Pecados que no ameritan corrección


Existen ciertos pecados que un cristiano debe tratar a solas en la presencia de Dios. Para esto, cada redimido debe examinarse constantemente a sí mismo (1 Co. 11:28). Al detectar que hay pecado, cada individuo debe confesárselo a Dios para ser perdonado (1 Jn. 1:9). Por ejemplo, si un cristiano cometió avaricia en su corazón, porque deseó algo de alguien más; esto no necesariamente amerita una corrección por parte de la iglesia, pero sí debe confesárselo a su Señor.

También existen casos donde pecados no solo deben ser confesados a Dios, pero también a las personas afectadas, sin tener que ser disciplinado por la iglesia (Stg. 5:16). Todo creyente debe siempre recordar que, no porque un pecado no deba ser corregido a nivel de asamblea, todo pecado es grave y repugnante delante de la santa presencia de Dios.

II. Pecados que sí ameritan corrección

Hay otros pecados que sí ameritan que una persona en la membresía de la iglesia sea corregida. Evis L. Carballosa señala la importancia de la disciplina en todos los aspectos de la vida, uno de ellos siendo en la iglesia. Él señala: «La Biblia más que ningún otro libro enseña la necesidad y la importancia de una disciplina congruente». Con eso en mente, se puede observar que el Nuevo Testamento enseña que hay tres categorías de pecados en los que el que los comete debe ser disciplinado.

1. Fraternales

En Mateo 18:15-21 Jesucristo prescribe cómo debe actuar la congregación cuando hay discordia entre dos miembros. Si un hermano peca contra otro, y no se reconcilian, el prevaricador debe ser juzgado por su maldad. Al ser la iglesia un cuerpo (1 Co. 12:12) no pueden haber dos de sus miembros que estén peleados. Este pecado amerita ser corregido por la iglesia porque el propósito de Dios es cada hermano sea solícito «en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz» (Ef. 4:3). Jesucristo ya había enseñado sobre este tema al predicar el «Sermón del Monte». Él enseñó que si alguien iba al templo a adorar, y se acordaba que tenía algo en contra de un hermano, debía dejar su ofrenda y reconciliarse primero con la persona (Mt. 5:23, 24).

2. Morales

En 1 Corintios 5:11 el Espíritu Santo menciona una lista de seis pecados que van en contra de la moralidad de Dios. Los pecados mencionados son los siguientes: fornicación, avaricia, idolatría, maledicencia, borrachera y robo. Cometer uno de estos pecados resultaría en que un individuo sea apartado de la membresía de la iglesia. Estas maldades atentan contra la majestuosidad de Dios. Deben ser tratados por la iglesia porque resultan en que los transgresores pierdan el control completo que Dios debe tener sobre sus vidas, y por el terrible testimonio que dan al mundo perdido.

3. Doctrinales

La tercera clase de perversión que debe ser tratada por la iglesia es cuando uno de sus miembros se desvía por causa de doctrina errada. Cuando Pablo le escribió a Timoteo para exhortarle a que mantuviera «la fe», le comentó que Himeneo y Alejandro fueron entregados a Satanás para que aprendieran «a no blasfemar» (1 Tim. 1:19, 20). Con eso dio a entender que estos dos varones fueron disciplinados por creer y enseñar doctrina errónea.

La procedencia de la corrección

Cuando una iglesia local corrige a uno de sus miembros por pecado cometido, el Nuevo Testamento señala que son de las siguientes personas que procede ese acto correctivo.

I. El Señor

Al ser la iglesia «la casa de Dios» (1 Tim. 3:15), él es quien ejerce autoridad sobre ella. Al ser la iglesia «el templo de Dios» (1 Co. 3:17), él no puede tolerar que haya inmundicia en su presencia. Todo esto resulta en que es primeramente el Señor quien juzga el pecado en la vida de un creyente suyo. Cuando Pablo le pidió a los corintios que trataran el pecado del hermano que tenía a la mujer de su padre, les dijo que lo que realizarían con él sería «en el nombre de nuestro Señor Jesucristo» (1 Co. 5:4). Esto debe estar siempre presente en las mentes de los miembros de cada iglesia. No son los hombres que principalmente tratan el pecado de alguien, sino que es el Señor mismo. Es el Dios de cada iglesia que obra para que su morada sea purificada de toda contaminación.

II. Los Ancianos

La Biblia enseña que una pluralidad de varones son los que fungen como ancianos, obispos y pastores en la congregación. Ellos tienen el privilegio de administrar (1 Co. 12:28), presidir (1 Tes. 5:12), pastorear (Hch. 20:28), velar (Heb. 13:17) y gobernar (1 Tim. 5:17) la iglesia del Señor. Por el bien del que peca y de la iglesia, ellos deben promover que los miembros de la congregación se caractericen por vivir en pureza. Dios les ha encomendado a ellos la responsabilidad de tomar la iniciativa de acuerdo a la dirección del Espíritu Santo y la Palabra de Dios, para que la iglesia que tienen bajo su cuidado ande delante de él en integridad.

III. La iglesia

Dentro de la eclesiología se estudia los distintos tipos de gobiernos que pueden ser vistos en la iglesia. Estos gobiernos son: episcopalismo, presbiterianismo y congregacionalismo. En este último, el cual es enseñado en las Escrituras, «el gobierno de la iglesia es regido por la congregación… El gobierno congregacional casi siempre evita dicha jerarquía, manteniendo que la iglesia local le rinde cuentas directamente a Dios, no a un hombre u organización». Esta manera de ver el gobierno de la iglesia significa que es la iglesia la que recibe a una persona a su membresía (Hch. 2:41) y es la iglesia la que pone en disciplina a un miembro que incurre en una falta. En 1 Corintios 5, Pablo se dirige a toda la congregación, y no solo a los obispos, cuando pide que un hermano sea apartado de la iglesia.

La implementación de la corrección

El Nuevo Testamento enseña que no todo pecado debe ser tratado de la misma manera. Cada pecado debe ser disciplinado de acuerdo a lo que establecen las Escrituras. John Heading recalca que es importante diferenciar entre una exhortación, un alejamiento social y la excomunión.

I. Advertencia privada

Hay situaciones donde los pastores deben de forma privada exhortar a algún creyente que ha incurrido en una falta. Por ejemplo, si los ancianos de la iglesia saben que hay dos hermanos que están distanciados porque hay discordia entre ellos, se tendría que hablar con ellos de forma privada para animarles que sigan los pasos de Mateo 18:15-22. Esto con miras a que ambos se reconcilien.

II. Señalamiento público

En otros casos, es posible que un miembro de la iglesia cometa un pecado que no amerita que sea apartado de la iglesia, pero que sí requiera que sea señalado delante de toda la congregación. Esto pudiera ser basado en lo enseñado por Pablo en 2 Tesalonicenses 3:6-15. El apóstol enseña bajo la autoridad del Señor que hermanos que andan desordenadamente deben ser exhortados y señalados. T.W. Smith señala lo siguiente al respecto: «La instrucción, aunque no llega a ser una excomunión, es ahora más grave: no se trata solamente de un alejamiento, como en el v. 6, sino de un retiro social total».

El apóstol también instruye en cuanto a la exhortación pública: «Los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman» (1 Tim. 5:20). El comentarista Kent Jr. comenta que este tipo de disciplina debe ser ejercida públicamente, especialmente cuando el pecado cometido fue de naturaleza pública.

III. Apartamiento de la iglesia

La Biblia enseña claramente que hay casos donde una persona debe ser apartada de la iglesia. Un individuo debe ser disciplinado de esta manera al cometer pecado fraternal, moral o doctrinal. Si alguien reúsa seguir lo prescrito por Jesús (Mt. 18:15-22) para que haya reconciliación entre dos personas, esta persona ya no debe ser considerada como siendo miembro de la asamblea. Si alguien comete uno de los pecados mencionados en 1 Corintios 5:11, esta persona debe perder el privilegio de pertenecer a la congregación. Si alguien persiste en enseñar enseñanza pervertida y causa división por causa de ello, esta persona debe ser marcada y apartada (Rom. 16:17, 18).

De acuerdo a 1 Corintios 5:5, la iglesia corrige el pecado de esta manera para que la persona sea entregada a Satanás y para que su carne sea destruida. Heading comenta que entregar al individuo a Satanás es ponerla dentro de la esfera de su autoridad al estar ahora fuera de la esfera de la comunión de la asamblea. También señala que la destrucción de la carne se refiere a la persona considerándose muerto al pecado de acuerdo a Romanos 6:6, 11. Esto lo hace al haberse reunido en el nombre del Señor Jesucristo (1 Co. 5:4). Heading indica que esto infiere que lo hacen tan bien como si lo hubiese hecho él directamente al realizarlo en su nombre.

El propósito de la corrección

El Señor ha establecido que el pecador sea disciplinado por el bien de la persona que transgrede la ley de Dios y por el bien de la congregación. El pecado es corregido por la iglesia por las siguientes razones.

I. Arrepentimiento

La disciplina eclesial debe resultar primeramente en que el creyente que ha pecado, pueda aceptar su culpa y pueda dejar la maldad que ha cometido. Una buena definición del arrepentimiento en las vidas de los hijos de Dios la encontramos en lo que Jesús le dijo a la asamblea en Éfeso: «Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras» (Ap. 2:5). La iglesia busca, al corregir a un hermano, que deje sus malas obras y regrese a vivir como vivía anteriormente.

La congregación en Corinto experimentó un arrepentimiento. Cuando Pablo les señaló lo mal que estaban por no hacer nada en cuanto a una situación vergonzosa que había entre ellos (1 Co. 5:1), al transcurrir el tiempo, Pablo les reconoció en la segunda carta que les escribió que ellos se habían arrepentido (2 Co. 7:9, 10). El apóstol les enseñó que el cristiano se arrepiente cuando experimenta la tristeza que es según Dios. Este es el objetivo de la corrección del pecado en la iglesia.

II. Restauración

Otro punto muy importante que se busca cuando un creyente es corregido por la iglesia es que sea restaurado. Pablo enseña esto en Gálatas 6:1, «Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado». El Espíritu Santo indica lo que debe hacerse cuando un miembro de la congregación comete una falta. Habla sobre lo que deben hacer aquellos que son “espirituales”. Estos son los hermanos que tienen al Espíritu, caminan de acuerdo al Espíritu y producen el fruto del Espíritu.

En este texto, Pablo también señala lo que debe hacerse con un hermano que ha cometido alguna falta. Enseña que el caído debe ser restaurado. La palabra restauradle tiene que ver con reparar algo que se ha roto. Lleva la idea de que algo dañado regrese a su estado original. Esta palabra era usada por los pescadores al hablar de cómo remendaban sus redes. También la usaban los médicos al tratar un hueso dislocado o roto. La idea es restaurar a un hermano, en el sentido de que se busca que el hermano que ha pecado, regrese a lo que era antes de haber cometido una falta.

Después de que alguien en la iglesia es disciplinado, y esta persona es restaurada delante del Señor, debe ser perdonado por la iglesia y admitido una vez más a la membresía de la congregación. Esto fue lo que buscó Pablo que hiciesen los corintos con el hermano que había cometido incesto pero que se había restaurado (2 Co. 2; 7).

III. Pureza

La disciplina eclesial posee el objetivo de que tanto los que pecan, vivan en pureza; y que la iglesia como un conjunto que es, pueda dar buen testimonio al mundo que le rodea. La corrección del pecado en la congregación promueve que realice lo que el Espíritu Santo ordena en 2 Corintios 7:1, «limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios».

Conclusión

Para que el nombre de Jesucristo sea honrado y para que la casa de Dios ande en santidad, es absolutamente vital que se practique una corrección adecuada del pecado. Para que un conjunto de cristianos anden de manera agradable delante de su Salvador, es completamente fundamental que se reúnan en un entorno donde la maldad no es condonado.

Una iglesia que no disciplina a aquellos que cometen distintas prevaricaciones, participa en el pecado de otros. La realidad es que difícilmente se puede considerar como iglesia a una comunidad donde no se hace nada respecto a la perversión de sus miembros.

Muchas contiendas dentro de la iglesia se deben a que no se practica correctamente la disciplina. Las Escrituras presentan este tema con mucha claridad, y por lo tanto, no existe excusa para que hayan tantos desacuerdos y tantas fricciones entre aquellos que deben tener una sola mente y un solo sentir en Cristo Jesús.

El Señor obre en estos tiempos para que las iglesias sigan el patrón bíblico en cuanto a la corrección del pecado y así sea glorificado Aquél que se entregó a sí mismo por su esposa para que fuese santificada y purificada (Ef. 5:25, 26).

ESTE ES EL PATRÓN BÍBLICO NO UN CONFESIONARIO DE MADERA.
 
Última edición:
¿LA VERDADERA IGLESIA UNIVERSAL Y APOSTÓLICA?


Ya he leído su comentario y de verdad que es una lástima que se meta hasta tal grado con la Verdadera Iglesia Universal y Apostólica que edificó Cristo.

La Escritura la llama la "puta de Babilonia" como la madre de las rameras de la tierra.

Alguien preguntó:

¿EN DONDE ESTABA LA IGLESIA CATOLICA ROMANISTA EN EL PRIMER SIGLO?​

Alguien me podrías decir? porque yo no la veo por ninguna parte, ya leí el libro de los Hechos, el libro de los Romanos, los libros de Pedro, Juan, y Pablo, y todos los demás y nada!

En las maquinaciones del Diablo.


Qué más quiere si aquí en el foro sabemos dónde militan ustedes los católicos romanistas.

Y no quieren venir al Cristo de las Escrituras para que obtengan perdón de pecados y vida eterna.
 
LOS PECADOS LOS PERDONA ES CRISTO NO LA IGLESIA

PERO LA DISCIPLINA EN LA IGLESIA A LOS QUE CRISTO HA PERDONADO, Y ESTOS VUELVEN A RECAER, ES CLARA Y NO SE PRESTA PARA CONFESIONARIOS.

QUIZÁS ESTO LA AYUDE UN POCO, PORQUE SU ENTENDIMIENTO SE HALLA ENTENEBRECIDO:

Las Escrituras explican claramente cuándo es que una persona debe ser disciplinada. Se considerarán las tres categorías de perversión que resultarían en que un cristiano sea corregido. La Biblia también expone de quiénes es que proviene la disciplina. Esto permite que la disciplina se lleve a cabo adecuadamente y efectivamente.

La Palabra de Dios también determina las distintas formas en las que un miembro de la congregación debe ser disciplinado. De acuerdo al Señor, no todo pecado es tratado de la misma manera. Por último se analizará el propósito que tiene la corrección del pecado en relación al bienestar del culpable y de la asamblea.

El Espíritu Santo permita que este tema sea trazado adecuadamente para el beneficio de aquellos que forman parte de su templo. Dios sea honrado en iglesias y en personas que buscan conducirse rectamente porque ejercen una corrección adecuada del pecado.

La necesidad de la corrección

I. Pecados que no ameritan corrección


Existen ciertos pecados que un cristiano debe tratar a solas en la presencia de Dios. Para esto, cada redimido debe examinarse constantemente a sí mismo (1 Co. 11:28). Al detectar que hay pecado, cada individuo debe confesárselo a Dios para ser perdonado (1 Jn. 1:9). Por ejemplo, si un cristiano cometió avaricia en su corazón, porque deseó algo de alguien más; esto no necesariamente amerita una corrección por parte de la iglesia, pero sí debe confesárselo a su Señor.

También existen casos donde pecados no solo deben ser confesados a Dios, pero también a las personas afectadas, sin tener que ser disciplinado por la iglesia (Stg. 5:16). Todo creyente debe siempre recordar que, no porque un pecado no deba ser corregido a nivel de asamblea, todo pecado es grave y repugnante delante de la santa presencia de Dios.

II. Pecados que sí ameritan corrección

Hay otros pecados que sí ameritan que una persona en la membresía de la iglesia sea corregida. Evis L. Carballosa señala la importancia de la disciplina en todos los aspectos de la vida, uno de ellos siendo en la iglesia. Él señala: «La Biblia más que ningún otro libro enseña la necesidad y la importancia de una disciplina congruente». Con eso en mente, se puede observar que el Nuevo Testamento enseña que hay tres categorías de pecados en los que el que los comete debe ser disciplinado.

1. Fraternales

En Mateo 18:15-21 Jesucristo prescribe cómo debe actuar la congregación cuando hay discordia entre dos miembros. Si un hermano peca contra otro, y no se reconcilian, el prevaricador debe ser juzgado por su maldad. Al ser la iglesia un cuerpo (1 Co. 12:12) no pueden haber dos de sus miembros que estén peleados. Este pecado amerita ser corregido por la iglesia porque el propósito de Dios es cada hermano sea solícito «en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz» (Ef. 4:3). Jesucristo ya había enseñado sobre este tema al predicar el «Sermón del Monte». Él enseñó que si alguien iba al templo a adorar, y se acordaba que tenía algo en contra de un hermano, debía dejar su ofrenda y reconciliarse primero con la persona (Mt. 5:23, 24).

2. Morales

En 1 Corintios 5:11 el Espíritu Santo menciona una lista de seis pecados que van en contra de la moralidad de Dios. Los pecados mencionados son los siguientes: fornicación, avaricia, idolatría, maledicencia, borrachera y robo. Cometer uno de estos pecados resultaría en que un individuo sea apartado de la membresía de la iglesia. Estas maldades atentan contra la majestuosidad de Dios. Deben ser tratados por la iglesia porque resultan en que los transgresores pierdan el control completo que Dios debe tener sobre sus vidas, y por el terrible testimonio que dan al mundo perdido.

3. Doctrinales

La tercera clase de perversión que debe ser tratada por la iglesia es cuando uno de sus miembros se desvía por causa de doctrina errada. Cuando Pablo le escribió a Timoteo para exhortarle a que mantuviera «la fe», le comentó que Himeneo y Alejandro fueron entregados a Satanás para que aprendieran «a no blasfemar» (1 Tim. 1:19, 20). Con eso dio a entender que estos dos varones fueron disciplinados por creer y enseñar doctrina errónea.

La procedencia de la corrección

Cuando una iglesia local corrige a uno de sus miembros por pecado cometido, el Nuevo Testamento señala que son de las siguientes personas que procede ese acto correctivo.

I. El Señor

Al ser la iglesia «la casa de Dios» (1 Tim. 3:15), él es quien ejerce autoridad sobre ella. Al ser la iglesia «el templo de Dios» (1 Co. 3:17), él no puede tolerar que haya inmundicia en su presencia. Todo esto resulta en que es primeramente el Señor quien juzga el pecado en la vida de un creyente suyo. Cuando Pablo le pidió a los corintios que trataran el pecado del hermano que tenía a la mujer de su padre, les dijo que lo que realizarían con él sería «en el nombre de nuestro Señor Jesucristo» (1 Co. 5:4). Esto debe estar siempre presente en las mentes de los miembros de cada iglesia. No son los hombres que principalmente tratan el pecado de alguien, sino que es el Señor mismo. Es el Dios de cada iglesia que obra para que su morada sea purificada de toda contaminación.

II. Los Ancianos

La Biblia enseña que una pluralidad de varones son los que fungen como ancianos, obispos y pastores en la congregación. Ellos tienen el privilegio de administrar (1 Co. 12:28), presidir (1 Tes. 5:12), pastorear (Hch. 20:28), velar (Heb. 13:17) y gobernar (1 Tim. 5:17) la iglesia del Señor. Por el bien del que peca y de la iglesia, ellos deben promover que los miembros de la congregación se caractericen por vivir en pureza. Dios les ha encomendado a ellos la responsabilidad de tomar la iniciativa de acuerdo a la dirección del Espíritu Santo y la Palabra de Dios, para que la iglesia que tienen bajo su cuidado ande delante de él en integridad.

III. La iglesia

Dentro de la eclesiología se estudia los distintos tipos de gobiernos que pueden ser vistos en la iglesia. Estos gobiernos son: episcopalismo, presbiterianismo y congregacionalismo. En este último, el cual es enseñado en las Escrituras, «el gobierno de la iglesia es regido por la congregación… El gobierno congregacional casi siempre evita dicha jerarquía, manteniendo que la iglesia local le rinde cuentas directamente a Dios, no a un hombre u organización». Esta manera de ver el gobierno de la iglesia significa que es la iglesia la que recibe a una persona a su membresía (Hch. 2:41) y es la iglesia la que pone en disciplina a un miembro que incurre en una falta. En 1 Corintios 5, Pablo se dirige a toda la congregación, y no solo a los obispos, cuando pide que un hermano sea apartado de la iglesia.

La implementación de la corrección

El Nuevo Testamento enseña que no todo pecado debe ser tratado de la misma manera. Cada pecado debe ser disciplinado de acuerdo a lo que establecen las Escrituras. John Heading recalca que es importante diferenciar entre una exhortación, un alejamiento social y la excomunión.

I. Advertencia privada

Hay situaciones donde los pastores deben de forma privada exhortar a algún creyente que ha incurrido en una falta. Por ejemplo, si los ancianos de la iglesia saben que hay dos hermanos que están distanciados porque hay discordia entre ellos, se tendría que hablar con ellos de forma privada para animarles que sigan los pasos de Mateo 18:15-22. Esto con miras a que ambos se reconcilien.

II. Señalamiento público

En otros casos, es posible que un miembro de la iglesia cometa un pecado que no amerita que sea apartado de la iglesia, pero que sí requiera que sea señalado delante de toda la congregación. Esto pudiera ser basado en lo enseñado por Pablo en 2 Tesalonicenses 3:6-15. El apóstol enseña bajo la autoridad del Señor que hermanos que andan desordenadamente deben ser exhortados y señalados. T.W. Smith señala lo siguiente al respecto: «La instrucción, aunque no llega a ser una excomunión, es ahora más grave: no se trata solamente de un alejamiento, como en el v. 6, sino de un retiro social total».

El apóstol también instruye en cuanto a la exhortación pública: «Los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman» (1 Tim. 5:20). El comentarista Kent Jr. comenta que este tipo de disciplina debe ser ejercida públicamente, especialmente cuando el pecado cometido fue de naturaleza pública.

III. Apartamiento de la iglesia

La Biblia enseña claramente que hay casos donde una persona debe ser apartada de la iglesia. Un individuo debe ser disciplinado de esta manera al cometer pecado fraternal, moral o doctrinal. Si alguien reúsa seguir lo prescrito por Jesús (Mt. 18:15-22) para que haya reconciliación entre dos personas, esta persona ya no debe ser considerada como siendo miembro de la asamblea. Si alguien comete uno de los pecados mencionados en 1 Corintios 5:11, esta persona debe perder el privilegio de pertenecer a la congregación. Si alguien persiste en enseñar enseñanza pervertida y causa división por causa de ello, esta persona debe ser marcada y apartada (Rom. 16:17, 18).

De acuerdo a 1 Corintios 5:5, la iglesia corrige el pecado de esta manera para que la persona sea entregada a Satanás y para que su carne sea destruida. Heading comenta que entregar al individuo a Satanás es ponerla dentro de la esfera de su autoridad al estar ahora fuera de la esfera de la comunión de la asamblea. También señala que la destrucción de la carne se refiere a la persona considerándose muerto al pecado de acuerdo a Romanos 6:6, 11. Esto lo hace al haberse reunido en el nombre del Señor Jesucristo (1 Co. 5:4). Heading indica que esto infiere que lo hacen tan bien como si lo hubiese hecho él directamente al realizarlo en su nombre.

El propósito de la corrección

El Señor ha establecido que el pecador sea disciplinado por el bien de la persona que transgrede la ley de Dios y por el bien de la congregación. El pecado es corregido por la iglesia por las siguientes razones.

I. Arrepentimiento

La disciplina eclesial debe resultar primeramente en que el creyente que ha pecado, pueda aceptar su culpa y pueda dejar la maldad que ha cometido. Una buena definición del arrepentimiento en las vidas de los hijos de Dios la encontramos en lo que Jesús le dijo a la asamblea en Éfeso: «Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras» (Ap. 2:5). La iglesia busca, al corregir a un hermano, que deje sus malas obras y regrese a vivir como vivía anteriormente.

La congregación en Corinto experimentó un arrepentimiento. Cuando Pablo les señaló lo mal que estaban por no hacer nada en cuanto a una situación vergonzosa que había entre ellos (1 Co. 5:1), al transcurrir el tiempo, Pablo les reconoció en la segunda carta que les escribió que ellos se habían arrepentido (2 Co. 7:9, 10). El apóstol les enseñó que el cristiano se arrepiente cuando experimenta la tristeza que es según Dios. Este es el objetivo de la corrección del pecado en la iglesia.

II. Restauración

Otro punto muy importante que se busca cuando un creyente es corregido por la iglesia es que sea restaurado. Pablo enseña esto en Gálatas 6:1, «Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado». El Espíritu Santo indica lo que debe hacerse cuando un miembro de la congregación comete una falta. Habla sobre lo que deben hacer aquellos que son “espirituales”. Estos son los hermanos que tienen al Espíritu, caminan de acuerdo al Espíritu y producen el fruto del Espíritu.

En este texto, Pablo también señala lo que debe hacerse con un hermano que ha cometido alguna falta. Enseña que el caído debe ser restaurado. La palabra restauradle tiene que ver con reparar algo que se ha roto. Lleva la idea de que algo dañado regrese a su estado original. Esta palabra era usada por los pescadores al hablar de cómo remendaban sus redes. También la usaban los médicos al tratar un hueso dislocado o roto. La idea es restaurar a un hermano, en el sentido de que se busca que el hermano que ha pecado, regrese a lo que era antes de haber cometido una falta.

Después de que alguien en la iglesia es disciplinado, y esta persona es restaurada delante del Señor, debe ser perdonado por la iglesia y admitido una vez más a la membresía de la congregación. Esto fue lo que buscó Pablo que hiciesen los corintos con el hermano que había cometido incesto pero que se había restaurado (2 Co. 2; 7).

III. Pureza

La disciplina eclesial posee el objetivo de que tanto los que pecan, vivan en pureza; y que la iglesia como un conjunto que es, pueda dar buen testimonio al mundo que le rodea. La corrección del pecado en la congregación promueve que realice lo que el Espíritu Santo ordena en 2 Corintios 7:1, «limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios».

Conclusión

Para que el nombre de Jesucristo sea honrado y para que la casa de Dios ande en santidad, es absolutamente vital que se practique una corrección adecuada del pecado. Para que un conjunto de cristianos anden de manera agradable delante de su Salvador, es completamente fundamental que se reúnan en un entorno donde la maldad no es condonado.

Una iglesia que no disciplina a aquellos que cometen distintas prevaricaciones, participa en el pecado de otros. La realidad es que difícilmente se puede considerar como iglesia a una comunidad donde no se hace nada respecto a la perversión de sus miembros.

Muchas contiendas dentro de la iglesia se deben a que no se practica correctamente la disciplina. Las Escrituras presentan este tema con mucha claridad, y por lo tanto, no existe excusa para que hayan tantos desacuerdos y tantas fricciones entre aquellos que deben tener una sola mente y un solo sentir en Cristo Jesús.

El Señor obre en estos tiempos para que las iglesias sigan el patrón bíblico en cuanto a la corrección del pecado y así sea glorificado Aquél que se entregó a sí mismo por su esposa para que fuese santificada y purificada (Ef. 5:25, 26).

ESTE ES EL PATRÓN BÍBLICO NO UN CONFESIONARIO DE MADERA.
Reconozco que solo he leído esto de todo su mensaje: "LOS PECADOS LOS PERDONA ES CRISTO NO LA IGLESIA [1]. PERO LA DISCIPLINA EN LA IGLESIA A LOS QUE CRISTO HA PERDONADO, Y ESTOS VUELVEN A RECAER [2], ES CLARA Y NO SE PRESTA PARA CONFESIONARIOS".

Verá, no tengo tiempo de ir párrafo por párrafo corrigiendo sus errores o aclarando las cosas. Imagínese, si ya con esas dos frases he de decirle lo siguiente, como para comentarle el resto de cosas una por una.

[1] Nadie ha dicho que un edificio (iglesia, catedral...) perdone los pecados. Hablando con propiedad, los perdonan los presbíteros tal y como se hacía desde que nuestro Señor les dio autoridad para hacer eso (Stgo. 5:14-16) y en su nombre el arrepentimiento (Hch. 2:38).

[2] Es más que comprensible que la persona vuelva a caer en el pecado: en el mismo u otros. Pero para eso está la compasión del Misericordioso (Mt. 18:22).

Conclusión.

Que no se diga de usted @Natanael1 que no puede ni decirnos "su verdad", es decir, cómo se perdonan entre ustedes (si es que lo hacen) y de qué forma. Espero su respuesta (seguimos sumando...) al igual que lo hacía en los mensajes #881, #875, #871, #867, #863, ¡¡¡#861!!! y un largo etcétera).

Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
 
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La Escritura la llama la "puta de Babilonia" como la madre de las rameras de la tierra.

Alguien preguntó:

¿EN DONDE ESTABA LA IGLESIA CATOLICA ROMANISTA EN EL PRIMER SIGLO?​

Estaba en Jerusalén que es donde se empezó a predicar en el nombre de nuestro Señor (Lc. 24:47-49). Y después se fue extendiendo al resto de lugares: Antioquía, Roma..., etcétera.


Qué más quiere si aquí en el foro sabemos dónde militan ustedes los católicos romanistas.

Y no quieren venir al Cristo de las Escrituras para que obtengan perdón de pecados y vida eterna.
El Cristo de las Escrituras es el mismo el suyo que el mío. Nuestra diferencia es cómo se hacen ciertas cosas.

¿A visto como yo sí que le contesto y sin irme por lo cerros de Úbeda?
Pues nada, tome nota y responda a lo que lleva arrastrando desde #883, #881, #875, #871, #867, #863, ¡¡¡#861!!! y un largo etcétera).

Que el Señor nuestro Dios le bendiga a usted y a los suyos.
 
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Estaba en Jerusalén que es donde se empezó a predicar en el nombre de nuestro Señor (Lc. 24:47-49). Y después se fue extendiendo al resto de lugares: Antioquía, Roma..., etcétera.

NO SEA MENTIROSA DELANTE DE CRISTO

SU SISTEMA RELIGIOSO CON SUS HOSTIAS, IMÁGENES DE TALLA, INVOCACIÓN A ESPÍRITUS DE MUERTOS, ALTARES Y RITOS PAGANOS, SURGE EN ROMA EN EL AÑO EL 325 CUANDO SE FUSIONA PAGANISMO EXISTENTE CON ROMANISMO CATÓLICO POR DECRETO IMPERIAL.

TIENE QUE ELEGIR ENTRE EL ROMANISMO Y CRISTO.

NO HAY NINGUNA OTRA OPCIÓN.
 
NO SEA MENTIROSA DELANTE DE CRISTO

SU SISTEMA RELIGIOSO CON SUS HOSTIAS, IMÁGENES DE TALLA, INVOCACIÓN A ESPÍRITUS DE MUERTOS, ALTARES Y RITOS PAGANOS, SURGE EN ROMA EN EL AÑO EL 325 CUANDO SE FUSIONA PAGANISMO EXISTENTE CON ROMANISMO CATÓLICO POR DECRETO IMPERIAL.

TIENE QUE ELEGIR ENTRE EL ROMANISMO Y CRISTO.

NO HAY NINGUNA OTRA OPCIÓN.
De esto podemos hablar, pero claro, necesitaremos tirar de historia. Sería bueno porque así se demuestra que si había una única Iglesia Cristiana, esa era la Universal y Apostólica.

¿Aún sin responder a si ustedes se confiesan (¡o no!) unos con otros para perdonar los pecados (Santiago 5:14-16) y en el nombre de Jesucristo (Lc. 24:47-49) el arrepentimiento? Hombre, de verdad que yo no entiendo cómo le resulta tan díficil incluso confesarnos "su verdad". Llevo desde #884, #883, #881, #875, #871, #867, #863, ¡¡¡#861!!! (etcétera) arrastrando la misma pregunta.

A mí se me caería la cara de vergüenza tanta demora, ¿o es que nos quiere ocultar algo?

Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
 
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De esto podemos hablar, pero claro, necesitaremos tirar de historia. Sería bueno porque así se demuestra que si había una única Iglesia Cristiana, esa era la Universal y Apostólica.

PERO NO ROMANA

LA IGLESIA NO ES DE ROMA ENTIÉNDALO DE UNA VEZ

LA IGLESIA NACIÓ EN JERUSALÉN

NO SIGA APOSTATANDO DE CRISTO, EL NO ES ROMANO
 
A mí se me caería la cara de vergüenza tanta demora, ¿o es que nos quiere ocultar algo?
ESTO YA FUE CONTESTADO EN MIS MENSAJES ANTERIORES

SU INSISTENCIA EN NO ACEPTAR LA ESCRITURA SOBRE QUIEN PERDONA PECADOS ES DIOS, HACE QUE EL SACRIFICIO DE CRISTO QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO, QUEDE ANULADO, DÁNDOLE PRIORIODAD A SATANÁS.
 

Pregúntale a tu cura si te responde y luego ven a mí, porque cada cosa tiene su respuesta, y para que comas una picadita y no sufras hambre, al estar Elías enfrente de Jesucristo con Moisés están en su estado de alma, porque ni la carne, ni la sangre hereda el Reino de Dios y lo de Jesús es para reprobarte en la primera comunión y si soy tu cura no te dejo entrar a la Iglesia por bruto.​

Entonces para ti el bautismo es eso . Solo un chapuzón .
 
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PERO NO ROMANA

LA IGLESIA NO ES DE ROMA ENTIÉNDALO DE UNA VEZ

LA IGLESIA NACIÓ EN JERUSALÉN

NO SIGA APOSTATANDO DE CRISTO, EL NO ES ROMANO
La Iglesia es de Roma, de Madrid, París, Lisboa, Moscú... Es hasta de la aldea más pequeña: está en todas partes porque así ha de ser.


ESTO YA FUE CONTESTADO EN MIS MENSAJES ANTERIORES

SU INSISTENCIA EN NO ACEPTAR LA ESCRITURA SOBRE QUIEN PERDONA PECADOS ES DIOS, HACE QUE EL SACRIFICIO DE CRISTO QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO, QUEDE ANULADO, DÁNDOLE PRIORIODAD A SATANÁS.
Los pecados los perdona Dios, ya lo sabe, y los apóstoles en su nombre, y los presbíteros como herencia en esta Santa Madre Iglesia Universal y Apostólica como viene demostrándose en la historia.

¿En qué mensaje me hizo saber lo que llevo preguntando desde #886, #884, #883, #881, #875, #871, #867, #863, ¡¡¡#861!!! y más allá?

Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
 
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La Iglesia es de Roma, de Madrid, París, Lisboa, Moscú...

LA IGLESIA ES DE CRISTO, NO SEAS IDIOTA, MIRA LA EVIDENCIA:

Hch_20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Heb_9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
Heb_13:12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.

EL PRECIO PAGADO POR TU ALMA FUE SU SANGRE (1P.1:18-20).

EL SEÑOR SABÍA QUE LA RAMERA LE IBA A ROBAR SU IGLESIA, AQUÍ ESTÁ EL TEXTO:

Mat_21:38 Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad.

El catolicismo romano está repleto de labradores malvados, comenzando por los curas detrás de los confesionarios.
 
La Escritura le está dando una pela de padre y señor mío, y ni aún así se arrepiente la chabela esta:

 
LA IGLESIA ES DE CRISTO, NO SEAS IDIOTA, MIRA LA EVIDENCIA:

Hch_20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Heb_9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
Heb_13:12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.

EL PRECIO PAGADO POR TU ALMA FUE SU SANGRE (1P.1:18-20).

EL SEÑOR SABÍA QUE LA RAMERA LE IBA A ROBAR SU IGLESIA, AQUÍ ESTÁ EL TEXTO:

Mat_21:38 Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad.

El catolicismo romano está repleto de labradores malvados, comenzando por los curas detrás de los confesionarios.
Claro que es de Cristo y sin duda los textos que nos ha puesto son correctos: estoy conforme. Pero lamento recordarle que "labradores malvados" hay en el catolicismo romano y también fuera de él.

Bueno, ¿qué sucede con la pregunta que le llevo haciendo desde #893, #886, #884, #883, #881, #875, #871, #867, #863, ¡¡¡#861!!! y hasta "el infinito"? Además,
¿ya ha pretendido engañarme otra vez diciéndome en su mensaje #888 que me había contestado: ¡dónde pues!?

MENTIR ESTÁ FEO, y su silencio lo está dejando en muy mal lugar. Le vuelvo a preguntar respecto a su iglesia: ¿como confiesan ustedes, los unos con los otros, sus pecados (Santiago 5:14-16) y cómo hace el presbítero el arrepentimiento en el nombre de Jesucristo (Lc. 24:47-49) y la bendición en "la trinidad"?

Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
 
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Claro que es de Cristo y sin duda los textos que nos ha puesto son correctos: estoy conforme. Pero lamento recordarle que "labradores malvados" hay en el catolicismo romano y también fuera de él.

Bueno, ¿qué sucede con la pregunta que le llevo haciendo desde #893, #886, #884, #883, #881, #875, #871, #867, #863, ¡¡¡#861!!! y hasta "el infinito"? Además,
¿ya ha pretendido engañarme otra vez diciéndome en su mensaje #888 que me había contestado: ¡dónde pues!?

MENTIR ESTÁ FEO, y su silencio lo está dejando en muy mal lugar. Le vuelvo a preguntar respecto a su iglesia: ¿como confiesan ustedes, los unos con los otros, sus pecados (Santiago 5:14-16) y cómo hace el presbítero el arrepentimiento en el nombre de Jesucristo (Lc. 24:47-49) y la bendición en "la trinidad"?

Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
Le da verguenza al ruco confesar que tanbien ellos comfiesan sus pecadillos a su modo en sus reuniones en el saloncillo o garage que se reune con los mensos que lo siguen😁😁😁
 
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MENTIR ESTÁ FEO, y su silencio lo está dejando en muy mal lugar. Le vuelvo a preguntar respecto a su iglesia: ¿como confiesan ustedes, los unos con los otros, sus pecados

Pero si no lees mis respuestas.

¿Cómo entonces podrás entender que ya la Escritura, no yo, te ha dado respuesta?

Comenzando porque cuando la biblia habla, la Iglesia es de Cristo, no dejando lugar a la expresión "mi iglesia".

No insista en sus preguntas circulares.

Ya la biblia le ha contestado.

Su defensa del catolicismo romano ha llegado a su fin.
 
Pero si no lees mis respuestas.

¿Cómo entonces podrás entender que ya la Escritura, no yo, te ha dado respuesta?

Comenzando porque cuando la biblia habla, la Iglesia es de Cristo, no dejando lugar a la expresión "mi iglesia".

No insista en sus preguntas circulares.

Ya la biblia le ha contestado.

Su defensa del catolicismo romano ha llegado a su fin.
No me ha dado la respuesta a cómo en su "iglesia de Cristo" (una entre tantas con el mismo nombre), llegado el caso, si se perdonan ¡o no! unos a otros los pecados (Santiago 5:14-16) y cómo lo hacen.

Es decir, para que no entendamos... Ni yo ni el lector (porque no nos lo ha escrito) sabemos si hacen algo en su iglesia y, de ser así,cómo lo hacen.


Sigo esperando desde antes del mensaje #861, #863, #867, #871, #875, #881, #883, #884, #886, #893, #896 que nos de esta información.

«
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré MI IGLESIA; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella».

Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
 
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Entonces para ti el bautismo es eso . Solo un chapuzón .

No sean ignorantes, háganle caso al Evangelio y dice que salva, pero preparando una buena conciencia a Dios, y para eso la persona debe conocer el discernimiento del bien y mal y no un bebe que no sabe qué están haciendo con él.​