FORISTA ANIQUILACIONISTA
Adán no cayó muerto físicamente ese mismo día, pero sí murió espiritualmente: fue separado de Dios, expulsado del Edén, y comenzó el proceso de corrupción física (Romanos 5:12).
La expresión hebrea mot tamut implica certeza, no instantaneidad.
La expresión hebrea "מוֹת תָּמוּת" (mot tamut) se traduce literalmente como “ciertamente morirás” o “morirás de muerte”, y es una construcción enfática en hebreo bíblico.
No implica muerte instantánea, por cuanto antes de conocer a Cristo éramos descendencia física, sino juicio seguro, del cual somos librados los redimidos por Cristo (Ro.8:1).
Incluye muerte espiritual inmediata (separación de Dios) y muerte física progresiva (corrupción del cuerpo), Adán y Eva duraron varios siglos poblando la tierra.
Esta declaración lo que hace es reforzar la seriedad del mandato divino y la consecuencia irreversible del pecado, que no solamente es la muerte física sino también espiritual en un lugar de tormento por los siglos de los siglos al final de los tiempos llamado el lago que arde con fuego y azufre, tormento eterno identificado como la segunda muerte (Ap.21:8).
La Biblia enseña que el alma sobrevive a la muerte física, y que la redención en Cristo restaura lo que se perdió en Adán. El aniquilacionismo es una distorsión doctrinal que niega la justicia eterna y la esperanza de resurrección.
Jesús enseña que el alma sobrevive a la muerte física: “No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar…” (Mateo 10:28).
El alma de Adán no fue aniquilada, sino que quedó bajo condenación, como todos los descendientes (Romanos 5:12).
En el cielo los conoceremos.